Los misterios tras la muerte del protagonista de Kung Fu

<P>Mientras filmaba una cinta en Bangkok, David Carradine (72) murió ahorcado. Algunas versiones hablan de un suicidio. Otros de una "muerte natural". El protagonista de la histórica serie de TV de los 70, que trabajó con Scorsese y Bergman, dejó cinco películas terminadas, una esposa con la que se casó en 2004, cuatro hijos y un gran mito. </P>




Fue y pasará a la historia como "Kung Fu", el nombre de la serie que protagonizó entre 1972 y 1975 y que lo transformó en un ícono, pero que a la larga también lo estigmatizó. En total, fueron 60 capítulos de una producción de éxito mundial y que a comienzos de los 80 hizo furor en Chile. Ayer, David Carradine (72), el que fuera alguna vez el pequeño saltamontes, el hombre que caminaba más que cualquiera,

falleció en Bangkok mientras filmaba una película.

Las circunstancias, probablemente, contribuirán al mito. Ya hay dos versiones: la primera, dice que su agente, Check Binder, lo encontró muerto en su suite del Hotel Park Nai Lert. Según él, "por causas naturales", y que acudió a la habitación luego de que el equipo de la cinta que rodaba (Stretch) notara la ausencia de Carradine el miércoles por la noche, cuando no llegó a cenar. La segunda, asegura que una mujer entró a limpiar la pieza y vio la siguiente escena: el actor en el clóset con una cuerda de las cortinas atada a su cuello y a sus genitales.

Esta versión, avalada por fuentes de la policía tailandesa, dio ayer lugar para hipótesis. Como la del periódico The Mirror, de Gran Bretaña, que señalaba que "la escena parecía como la de un juego sexual que terminó mal". El Bangkok Post de Thailandia añadía que se investiga una huella de calzado sobre la cama que no correspondía a la medida del pie del actor. Pero no había señales de forcejeos.

Amigos de Carradine y su quinta esposa (con la que se casó en 2004) se resistían ayer a la hipótesis de un suicidio, aunque en 2004 él reconoció haber querido matarse un par de veces. "El estaba lleno de vida, siempre queriendo trabajar", dijo su mánager. Distinta es la opinión de Marina Anderson, una ex esposa (la cuarta), que aseguró en un video publicado por el sitio RadarOnline.com que el actor sufría de depresión.

A patadas y más patadas

"Kung Fu", como era conocido en Chile el personaje, en estricto rigor se llamaba Kwang Chang Caine, un hombre educado por monjes que se graduaba como maestro en el arte de pensar y las artes marciales. Con su tatuaje del tigre y el dragón, el personaje buscaba incansablemente a su hermano gemelo. Caminando y pegando patadas en el camino.

Aunque los créditos de la serie dicen que su creador es Ed Spielman, la leyenda asegura que fue una idea de Bruce Lee. Pero que lo marginaron y pusieron a Carradine en su reemplazo, a quien le llegó la fama

de golpe y que, de paso, fue su condena. Porque aunque en 1977 fue llamado por Ingmar Bergman para protagonizar El huevo de la serpiente, lo suyo fue un cúmulo de cintas olvidables. En 1993 debió resucitar Kung Fu en la serie La leyenda continúa, que se mantuvo hasta 1997, pero no tuvo la repercusión de su antecesora. Y vino el olvido. La razón quizás esté en que siempre fue un tipo obstinado.

"Soy como un renegado, y eso produce anticuerpos", dijo una vez. Las drogas, a las que reconoció haber estado atado por años en su autobiografía, pueden haber sido otro factor.

Un nuevo aire llegó a su carrera el 2003, de la mano de Quentin Tarantino que lo invitó a participar de Kill Bill luego de que Warren Beatty se bajara del proyecto. Y aunque la mejor tajada del éxito de Kill Bill no se la llevó Carradine sino Uma Thurman, le sirvió para volver a estar bajo los focos.

Si merecía nuevamente más atención o no, el futuro lo dirá, ya que cinco filmes aún sin estrenarse lo incluyen en sus créditos.

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