Los nombres detrás del preuniversitario de la Fech

<P>El presidente de la Fech, Gabriel Boric, terminó el acuerdo económico que cedía el uso de la sigla de la organización a un preuniversitario privado. El dirigente adujo razones éticas, mientras el dueño del instituto reveló que las diferencias eran económicas. Así se escribe el último capítulo de una larga batalla, en la que han participado actores de todos los sectores políticos.</P>




"Con alegría comunicamos que, como Fech, hemos terminado de forma definitiva (el) vínculo con PreU Fech. Nuestros principios no se transan por dinero". El 23 de enero pasado, el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Gabriel Boric, dejó este mensaje en su cuenta de Twitter. Así, el dirigente del "movimiento autonomista" se hacía eco del reclamo de sectores de izquierda de esa casa de estudios, que no veían con buenos ojos la existencia de un convenio que comprometía a las directivas estudiantiles a ceder a un preuniversitario privado el uso de la marca "Fech", a cambio de una retribución económica. Y también marcaba diferencias con su antecesora en el cargo, la dirigenta comunista Camila Vallejo, quien tras suscribir el acuerdo en 2011, debió enfrentar fuertes críticas de personeros de la UDI, quienes cuestionaron su coherencia, al validar un acuerdo que suponía lucrar con la educación. En aquella oportunidad, -en medio de los momentos más álgidos del conflicto estudiantil- Vallejo zanjó el tema aclarando que ningún peso de esa suma iba a los bolsillos de algún dirigente de la Fech.

El anuncio de Boric supuso el fin de un controvertido vínculo, que había gatillado polémicas con anterioridad. Quien no quedó conforme con la resolución, sin embargo, fue el actual propietario y director del llamado "preuniversitario Fech", el ingeniero e histórico militante DC, Maurice Saintard. No sólo le molestó enterarse de este modo de la decisión adoptada por el titular de la Fech, que según él, se produjo en medio de una negociación privada que llevaba con la mesa directiva. También se irritó al leer los "principios" que adujo el líder autonomista, porque según su versión, el verdadero punto de desacuerdo fue el monto que se seguiría pagando en el futuro por el "arriendo" de la sigla Fech.

"En las conversaciones que sostuvimos (con la Fech), me pidieron aumentar la cifra anual que aportaba el preuniversitario, de $30 a $50 millones", señaló a La Tercera Saintard.

De acuerdo a esta versión, él estuvo dispuesto a ofrecer $45 millones y, mientras esperaba una respuesta oficial de la Fech, apareció el mensaje de Boric en Twitter. El militante DC asegura que las conversaciones las llevó a cabo con el secretario de comunicaciones de la federación, Andrés Fielbaum, con quien sostuvo dos reuniones en la sede de la organizacíón estudiantil, ubicada en Vicuña Mackenna.

Consultado al respecto, un asesor de la actual mesa directiva de la Fech asegura que en la discusión interna que sostuvieron sobre el tema se consideró que el monto que recibía la Fech era muy bajo, en consideración al prestigio académico de la marca. Y que, en este contexto y dada la estrechez de recursos a los que se enfrenta el referente estudiantil, se habló sobre la posibilidad de mantener el vínculo comercial con el preuniversitario. Sin embargo, agrega el colaborador de Boric, finalmente se impuso la posición más ortodoxa del presidente de la federación, quien veía como una incongruencia el arriendo del nombre Fech a una empresa que genera utilidades .

El denominado preuniversitario Fech se creó en 1987, por iniciativa de dirigentes históricos de esta federación estudiantil. En este grupo estaban, entre otros, el primer timonel de la organización elegido en forma democrática, el DC, Yerko Ljubetic, y otras figuras significativas de aquella época como la actual presidenta del PPD, Carolina Tohá, y el actual director del Museo de la memoria, Ricardo Brodsky. Entre los socios fundadores figuraba también otro dirigente de menor perfil: Maurice Saintard

Ellos resolvieron impulsar esta iniciativa para financiar los gastos de la federación, ya que, por tratarse de un referente opositor al gobierno militar, no recibió nunca recursos económicos de parte de la Universidad hasta el retorno a la democracia, en 1990.

Fue Brodsky quien consiguió el capital inicial de $ 1 millón para poner en marcha el centro de capacitación. A Saintard, en tanto, le donaron los primeros muebles que se instalaron en la modesta sede de la organización.

Con la llegada de Patricio Aylwin al poder, cambiaron las autoridades de la casa de estudios y eso significó que la federación de estudiantes comenzó a recibir financiamiento público. El instituto, sin embargo, se mantuvo en funcionamiento.

De acuerdo con Saintard, en 1991, por iniciativa del entonces presidente de la Fech, el DC Manuel Inostroza, él decidió inscribir legalmente el nombre "preuniversitario Fech". Su propósito, explica el ingeniero, fue evitar que otros particulares pudiesen hacer lo mismo en perjuicio de la organización. Ese año, las ganancias del negocio les permitió arrendar la amplia casa antigua ubicada en Alameda con Dieciocho.

En 1993, en el contexto de una profunda crisis política y de las acusaciones de falta de probidad que enfrentó la Fech conducida por las Juventudes Socialistas, la mayoría de los fundadores del preuniversitario se retiraron de la sociedad. Fue el caso de Tohá, Ljubetic y del socialista Jaime Andrade. Ninguno de los tres habría recibido recursos económicos al momento de dejar la empresa, según relatan Brodsky y Saintard. Estos dos últimos resolvieron mantenerse como propietarios del instituto, según dice Saintard, debido a que el rector de la Universidad de Chile en ese entonces, el DC Jaime Lavados, se negó a traspasar el preuniversitario a esta casa de estudios. El habría aducido como razón un eventual conflicto de interés, pues en esa época esta casa de estudios administraba la Prueba de Aptitud Académica.

Cuatro años después, en 1997, el actual director del Museo de la Memoria, Ricardo Brodsky, se retiró también de la sociedad. Saintard señala que compró su parte, a diferencia de lo que sucedió con Tohá y Ljubetic, quienes la habrían cedido sin recibir nada a cambio. Por su parte, Brodsky afirma que su decisión de alejarse de este negocio obedece a que le pareció inconveniente seguir perteneciendo a una sociedad con fines de lucro, ya que desde 1994 se desempeñaba en la Dirección de Organizaciones Sociales (DOS).

A partir de ese momento, Saintard hizo crecer el preuniversitario Fech. No sólo aumentó el número de alumnos sino, además, en 2003, inauguró una segunda sede en Irarrázaval. En 2011 se matricularon, además, más de mil estudiantes, quienes cancelan anualmente un importe de 25 mil pesos.

La directiva de Gabriel Boric no fue la primera en manifestar su discordancia con el uso que se daba a la sigla Fech. Danilo Núñez, su vicepresidente en 1996, relata que al momento de asumir la conducción del referente estudiantil junto a Rodrigo Roco, recién se enteraron de que un particular (Saintard) había inscrito legalmente bajo su propiedad la marca "Preuniversitario Fech". En el registro oficial del Ministerio de Economía se consigna que la patentó primero en julio de 1992 y, ante la fecha de expiración de 10 años que establece la ley, renovó su inscripción en julio de 2002. Ahí también registró el uso del escudo de la casa de estudios con las cuatro carreras originales y la denominación "Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile".

Núñez dice que contrataron a un abogado para revertir la situación. No obstante, nada pudieron hacer, porque el gobierno militar le quitó la personalidad jurídica a la Fech. La solicitud la hizo el rector delegado Agustín Rodríguez, en 1975, pero se decretó en 1980, bajo la firma de la ex ministra de Justicia Mónica Madariaga.

Con miras a recuperar la existencia legal de la organización estudiantil y de esa forma recobrar los bienes que mantuvo la organización hasta 1973, el ex presidente de la federación de estudiantes, Iván Mlinarz, recopiló los antecedentes que justificaron la decisión de Madariaga. Según la investigación que se inició en 1998, encontraron cartas que enviaron dirigentes de la entonces Federación de Centros de Alumnos de la Universidad de Chile (Feceh) -una estructura autorizada por el régimen militar, en la que participaban personeros gremialistas- para respaldar la anulación de la personalidad jurídica de su contendora. Una vez que se reunieron los antecedentes históricos, esta directiva de la Fech hizo una solicitud formal al Ministerio de Justicia que encabezaba Soledad Alvear. Sin embargo, Mlynarz señala que nunca recibieron una respuesta, a diferencia de lo que ocurrió con los partidos políticos que también perdieron su personalidad jurídica con el golpe militar y, sin embargo, pudieron recuperar sus bienes.

A este impedimento legal atribuyen los dirigentes estudiantiles de la U de Chile la necesidad de firmar el convenio económico con Saintard en 1996. Según Núñez, el aporte se hizo imprescindible para ellos, porque el rector Lavados les cortó todos los recursos a la Fech bajo la presidencia del dirigente comunista Rodrigo Roco.

El acuerdo resultó entonces un salvavidas para una Fech que recién se rearmaba. A los $ 30 millones que prometía otorgar anualmente, se sumaban $ 5 millones adicionales para el financiamiento de proyectos específicos. Según Saintard, antes de caducar el contrato comercial, Boric le pidió esa cantidad para la reparación de la infraestructura de la sede actual de la Fech.

Este fue el último pago que hizo a las arcas de la Fech, en 25 años de existencia del preuniversitario. Hoy mantiene las dos sedes del instituto, que dice haber creado con mucho esfuerzo, y le cambió el nombre a la entidad: ahora se denomina "Ex preuniversitario Fech". Boric, en tanto, ha encargado un nuevo estudio para recuperar definitivamente la personalidad jurídica de la Fech.

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