Los otros negocios de los dueños de Santa Marta
<P>A través de Hidrosan son uno de los principales actores del negocio sanitario. También están presentes en Aguas Chañar y Aguas Patagonia. En el sur mantienen la concesión de Nevados de Chillán.</P>
Como un empresario dedicado a la ingeniería sanitaria y del medio ambiente, así se califica Guillermo Ruiz, el presidente del consorcio Santa Marta. El relleno sanitario ubicado en Talagante ha acaparado la atención pública desde que el martes 19 de enero una nube de humo oscureciera el cielo de la capital debido al incendio que afectaba al recinto donde se procesa el 40% de la basura que genera Santiago. El lugar hoy está cerrado por parte de la autoridad ambiental.
Pero el negocio de la basura no es el único rubro donde Guillermo Ruiz y sus socios tienen presencia. En sus cuarenta años de carrera, este ingeniero civil de la Universidad de Chile se ha convertido en uno de los principales actores de la industria sanitaria de la mano de Hidrosan, empresa de ingeniería que construye plantas de tratamiento de agua y que ha trabajado con prácticamente todas las empresas del sector del país. Pero su conocimiento también lo ha llevado fuera de Chile: actualmente está construyendo la planta de tratamiento de agua potable de Rosario, Argentina, y también ha trabajado en Panamá, Colombia y Perú.
A través de Hidrosan tiene el 37% de Santa Marta y también mediante este grupo maneja Hidrolab, laboratorios de agua con presencia en Chile, Colombia y en México. Entre sus activos también figura Surquímica, empresa de abastecimiento de flúor y las empresas de tratamiento de agua Consorcio Celle, en Chuquicamata, y Tratacal, en Calama. En el sur está Resco, que trata los residuos sólidos domiciliarios de Coyhaique.
En los años 90 y gracias al proceso de privatización de las sanitarias, Ruiz, en conjunto con Icafal, empresa dirigida por Sergio Icaza y Gonzalo e Ignacio Falcone, se ganaron la concesión de Aguas Chañar en la III Región, y de Aguas Patagonia en la XI Región.
Pero sus negocios también abarcan otros rubros: en el año 2007 participaron en la licitación que realizó la Municipalidad de Chillán donde levantaron Nevados de Chillán. Con todo, explica Guillermo Ruiz, las ventas del grupo, considerando la participación que tiene en toda la gama de compañías, suman US$ 50 millones al año.
La disputa legal con Giner
Pero Ruiz no sólo ha estado en el foco de la prensa por el incendio de Santa Marta. En sus otros negocios también ha tenido que enfrentar procesos polémicos, como la licitación de Nevados de Chillán, pues el grupo Somontur, de la familia Giner, inició una batalla judicial calificando de ilegal el proceso de licitación de las canchas de esquí y aguas termales que se adjudicó el consorcio de Ruiz, el único que presentó una oferta.
El proceso se extendió por seis años, donde finalmente el vencedor fue Ruiz y sus socios. Hoy en Nevados de Chillán están trabajando en la construcción de la segunda parte de los nuevos andariveles, inversión comprometida con la municipalidad, y también están construyendo el tercer hotel de Valle Hermoso, que tendrá 36 nuevos departamentos, cuenta el mismo Ruiz, quien también es presidente del Consorcio Nevados de Chillán. "La idea es seguir creciendo", adelanta.
Agrega que aún le quedan 25 años de concesión y que su meta es que Nevados de Chillán se transforme en un resort relevante a nivel latinoamericano dentro de cinco años.
Los problemas en Essbio
En sus negocios sanitarios Ruiz también ha debido enfrentar polémicas. En 2005 se descubrió que Essbio, en manos en ese momento de Thames Water, había recibido más de $ 2.100 millones de la época por servicios brindados por Hidrosan, una de sus principales contratistas.
Las facturas fueron emitidas el año 2001, pero en 2005, y luego de una investigación que abrió el Servicio de Impuestos Internos (SII), la compañía inglesa tuvo que reconocer que no había justificación para aquellos pagos. El SII se querelló contra Essbio e Hidrosan.
Pero el caso también involucró a Juan Diéguez, quien era gerente general de Essbio cuando se produjeron los hechos y quien, contrario a lo que declaró al asumir el cargo, no se desprendió de las acciones que tenía en Hidrosan. El ejecutivo fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) por contratos con partes relacionadas, sanción que llegó a $ 173 millones de la época.
Diéguez sigue siendo socio de Guillermo Ruiz. De hecho, es director en Aguas Chañar y también en Aguas Patagonia. "Lo de Essbio se clarificó en 100%. Ese caso ni siquiera pasó a una etapa más avanzada. Se tramitaron todos los juicios y hubo sobreseimientos generales y completos. Yo no he tenido jamás una condena alguna, ni he sido acusado, ni sometido a proceso en ningún aspecto", afirma hoy Ruiz.
El aluvión en Atacama
Y en Aguas Chañar también enfrentaron una polémica, pues el senador de Renovación Nacional (RN) por la Región de Atacama, Baldo Prokurica, solicitó el año pasado a la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) iniciar un proceso de caducidad de la concesión debido a los problemas de suministro de agua que enfrentó la región luego de los aluviones de inicios de 2015.
La demora en el restablecimiento del suministro también es un tema que destaca el alcalde de Copiapó, Maglio Ciccardini, sobre todo en la zona de Diego de Almagro, localidad que recién a inicios de enero logró la plena normalización del servicio de agua potable.
Ciccardini recuerda que si bien la empresa mostró disposición para superar la crisis, fue la SISS, con un gran contingente de expertos, que tuvo que hacerse presente en el lugar para procurar que la empresa realizara todos los esfuerzos para superar la catástrofe.
Pero Guillermo Ruiz le pone paños fríos a todas las críticas, pues indica que "no se escatimó ningún esfuerzo para poder completar a la brevedad posible y cumplir con todos los requerimientos para normalizar completamente la situación". Agrega que con la SISS tienen una excelente relación. "Nunca fuimos notificados de nada. Son más bien mitos y rumores que más bien dañan la imagen empresarial que ha costado mantener arriba", se defiende.
En la SISS reafirman la buena visión de la compañía y señalan que se obtuvo en general una buena respuesta de la empresa a cada uno de los requerimientos de la autoridad. Añaden que en términos del proceso mismo de reconstrucción, de acuerdo a las instrucciones que ellos mismos impartieron, Aguas Chanar "comprometió un calendario de obras, el que se ha ido cumpliendo".
La SISS añadió que este plan está siendo permanente fiscalizado por ellos y que "en caso de desviaciones, se iniciarán las investigaciones y se aplicarán sanciones si así corresponde".
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