"Los países industrializados tienen que aprender de las economías emergentes"

<P>El ejecutivo descarta una nueva recesión en EEUU, a la vez que <B>advierte contra medidas proteccionistas.</B></P> <P>El-Erian señala que<B> Europa no ha logrado superar </B>los problemas fundamentales de su crisis y destaca las ventajas de América Latina.</P>




En enero de 2008, Mohamed El-Erian asumió como CEO de Pacific Investment Co. (Pimco), que administra el mayor forndo de inversión del mundo: Total Refund, con activos por US$ 200.000 millones. El ejecutivo, que gestiona unos US$ 1.500 millones de chilenos (ver recuadro), no cree tan posible una recaída de la economía, aunque hay aspectos que le preocupan.

¿Cómo ve la recuperación de EEUU y el mundo?

Prevemos una recuperación lenta de EE.UU. Hay que pensar en varios años de crecimiento nulo, desempleo elevado y persistente, desapalancamiento adicional de la deuda, re-regulación y una mayor influencia de la política sobre la economía y las finanzas. Esta será una parte importante de un mundo a varias velocidades, en que los países industriales se enfrentan a considerables vientos contra el crecimiento, mientras las economías emergentes de importancia sistémica continuarán en una fase de apertura al desarrollo.

Esta caracterización históricamente inusual es lo que hemos denominado el camino lleno de baches hacia una nueva normalidad.

Roubini anticipa una recaída en EEUU y quizás el mundo, ¿es posible una doble caída?

Es posible, pero no es hasta ahora el escenario de mayor probabilidad (...). La posibilidad de una nueva recesión aumentaría si el mundo experimenta un error de política y/o un accidente de mercado. En el primer caso, el elemento más preocupante es el riesgo del proteccionismo a medida que los países industriales se enfrentan a las perspectivas de desempleo elevado y persistente; en lo último, varias hojas de balance están fuera de juego tanto en el sector público (por ejemplo, Grecia) y privado (bienes por ejemplo, comercial real).

¿Debería haber un nuevo paquete de estímulos en EE.UU.?

Este debate es cada vez más incompleto y demasiado generalizado. Los países industrializados tienen mucho que aprender de la experiencia de las economías emergentes, que saben por experiencia que la elección entre las soluciones de esquina -el crecimiento ahora versus la austeridad ahora- es falsa. La clave está en lograr la sostenibilidad fiscal en el contexto de un crecimiento económico renovado. Y para ello, la mayoría de los países industrializados también necesitan una serie de reformas estructurales. Irónicamente, después de abogar por años por políticas estructurales para las economías emergentes, la discusión política en los países industrializados también ha caído rehén de una mentalidad excesivamente cíclica.

A semanas de cumplirse dos años de la caída de Lehman, ¿qué lecciones deja la crisis?

Reconocer que la gestión del riesgo falló en todos los niveles de la sociedad. Desde los individuos de EE.UU., España y Gran Bretaña, que compraron casas que no podían darse el lujo de sostener, a las firmas de Wall Street que tomaron riesgos que no entendían; desde los reguladores que se quedaron dormidos en el trabajo, a las instituciones multilaterales que fallaron en ver cómo los desequilibrios globales perjudicaron el bienestar mundial. La caída de Lehman fue el síntoma más visible de un sistema poco saludable que no tenía las herramientas para sanar por sí solo. Por eso, en Pimco hablamos de una crisis 'del sistema' en oposición a una crisis 'dentro del sistema'.

La lección clave que hay que sacar es que la gestión de riesgos es un reto continuo y en evolución que debe ser abordada de una manera dinámica y sensible. Sin esto, el mundo probablemente se enfrentará a futuros errores de política y accidentes de mercado.

¿Cuánto más puede resistir la economía global con Europa en problemas? ¿Qué debe hacer Europa para emerger de la crisis?

Mucho depende de la capacidad de las economías periféricas de Europa, como Grecia y Portugal, para hacer tres cosas: superar sus problemas de deuda pública y déficit; restablecer la competitividad y el crecimiento; y, tercero, mejorar su credibilidad política. Nos preocupa que la respuesta política haya tenido más éxito en los problemas de liquidez que en estos tres aspectos.

Por otra parte, incluso en los programa de ajuste fiscal draconianos de Grecia, el país experimentaría un aumento dramático más allá en su relación deuda/PIB -desde menos de 120% hasta casi el 150%- agravando los problemas de sobreendeudamiento. Cuanto más tiempo se tarde en hacer frente a la deuda pendiente de manera convincente, mayor es la disuasión de nuevas inversiones, el crecimiento y la creación de empleo. La periferia de Europa corre el riesgo de repetir la década perdida experimentada por varios países de América Latina en la década de 1980.

¿Cuán efectivo es que los países en desarrollo, excluyendo a China, ganen mayor injerencia en la economía del mundo?

Sucederá, pero llevará tiempo. La pregunta no es si deben tener una mayor voz en consonancia con su creciente influencia en la economía mundial. Es evidente que deberían. Sin embargo, para hacerlo, los países industrializados tendrán que renunciar a los derechos históricos y eso lleva tiempo.

¿Podrá el gobierno chino enfriar la economía?

Gestionar el éxito es difícil. China ha hecho un gran trabajo, presionando los frenos cuando es necesario y el acelerador cuando es apropiado (...). A mediano plazo, China tendrá que llevar el crecimiento a tasas promedio en el rango de 7% a 8% en vez del 10% o más de los últimos trimestres.

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