Los problemas de Brasil para adoptar la norma de TV digital
<P>Fue el primer país en Sudamérica en optar por la norma japonesa, pero está lejos de ser un ejemplo: desorden en los precios de los decodificadores, fallas en el área de cobertura e incompatibilidad con la red celular hacen de la experiencia brasileña algo para tomar en cuenta.</P>
Junio de 2006. El Presidente brasileño, Luiz Inácio "Lula" da Silva, convierte a Brasil en el primer país sudamericano en iniciar la transición hacia la televisión digital, tras anunciar la adopción de la norma japonesa ISDB-T como el formato para terminar con las transmisiones análogas.
El gobierno daba inicio a lo que sería la creación de un formato propio -derivado del japonés- llamado SBTVD, que colocaría al país carioca en la vanguardia televisiva regional.
Sin embargo, la realidad muestra otra cara: a pesar de que las transmisiones oficiales comenzaron en diciembre de 2007, en poco más de un año sólo el 0,3% del país tiene acceso a esta nueva tecnología y ya hay voces que quieren aplazar la fecha del apagón analógico programado para el 2016.
Luego de que esta semana la Subtel anunció que nuestro país entrará en el mismo proceso y con la misma norma, cabe preguntarse entonces cuáles fueron los errores cometidos por Brasil para evitar que el caso chileno termine en el fracaso.
Acceso interrumpido
Desde el punto de vista de la implementación, la tecnología se encuentra bastante avanzada. Desde diciembre de 2007 hasta la fecha, los transmisores ya cubren el 50% del territorio del país y las seis cadenas más grandes de la nación producen contenido en alta definición.
Sin embargo, cuando se cumplió un año de inicio de la transmisión simultánea, sólo el 0,3% de la población con cobertura contaba con acceso a esta nueva forma de ver televisión, mientras que ahora, las cifras más optimistas hablan que sólo el 3% de la población que habita en las ciudades con acceso a televisión digital cuenta con un dispositivo para verla.
¿La explicación? Los costos anticipados por el Ministerio de Comunicaciones nunca llegaron a la realidad: se señalaba que los decodificadores llegarían a un costo de 100 dólares, y terminaron en 300.
Sólo en este año comenzaron a llegar al costo que los usuarios estaban dispuestos a pagar: 50 dólares. Además, los televisores LCD y plasma con el sintonizador, en vez de bajar, subieron de precio. Y dado que el subsidio por parte del gobierno no estaba dentro de los planes, el proceso se retrasó.
En comparación, los países europeos que se adaptaron a su norma, al mismo período de tiempo ya llevaban el 25% de sus habitantes con acceso a la TV digital.
El otro vector de entrada, la televisión móvil, tampoco resultó como se esperaba, por una razón sencilla: faltan equipos. La mayoría de los celulares con receptor de televisión 1seg son creados en Japón, donde opera una red llamada DoCoMo para comunicación telefónica, que es distinta a la GSM que opera en Brasil y Chile. Entonces, los celulares que pueden recibir la señal de televisión en Brasil no sirven como teléfonos. Recién este año llegaron los primeros modelos de celulares que operan con la red GSM y que cumplen ambas funciones.
¿Demanda popular?
Otra crítica apunta a que la elección y modificación de la norma no se hizo tomando en cuenta los parámetros geográficos del país, sino que habría obedecido a que Brasil tiene la mayor colonia de japoneses residentes fuera de su país. ¿Resultado? Problemas de cobertura.
Precisamente, en Sao Paulo, donde se ubica el barrio de Liberdade -conocido como el centro de la inmigración japonesa del país- es donde se inició el proceso de la TV digital, pero no por eso está sin problemas. Un estudio de la empresa Phillips señala que el 33% de las señales de Sao Paulo presenta fallas de recepción, cifra muy similar a la encuesta de la Sociedad Brasileña de Ingeniería de Televisión, donde el 55% de la gente expresó experimentar congelamiento de la imagen.
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