Los sonidos artificiales que nos engañan
<P>El sonido del obturador en las cámaras digitales y el rugido de un motor son recreados para complacer a los clientes que no quieren dejar lo tradicional.</P>
Muchos de los sonidos que escuchamos cada día son totalmente fabricados por ingenieros para persuadirnos a comprar cosas. Cientos de aparatos tienen sus efectos acústicos intervenidos deliberadamante para hacernos felices, según Trevor Cox, profesor de ingeniería acústica en la U. de Salford (Inglaterra).
Lo que escuchamos cuando cerramos la puerta de un auto, por ejemplo, se puede rastrear a los cambios en la elaboración automotriz ocurridos hace unos 10 años. "Los fabricantes se dieron cuenta de que cuando vas a un salón automotor lo primero que escuchas no es el motor. Lo que oyes es el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose", dice Cox. "Es importante la primera impresión que genera ese sonido", agrega.
Pero cuando los fabricantes tuvieron que poner barras adicionales en las puertas para cumplir con los nuevos estándares de seguridad, los sonidos de las puertas empezaron a cambiar. Para compensar el peso adicional tuvieron que aligerar el peso de las demás partes del auto, por lo que intervinieron los mecanismos de las puertas. Como resultado, las puertas ya no desplegaban aquel satisfactorio sonido metálico, sino uno muy tenue. "Pensaron '¿cómo podemos rediseñar el sonido para que se escuche más claro y de mejor calidad?'", señala Cox. Así empezaron a experimentar con diferentes efectos de sonido, incluyendo dispositivos que anularon el tenue efecto y alteraron el mecanismo de cierre sólo para que hiciera el click correcto.
La ingeniería de los sonidos diarios se ha propagado a otras industrias. El click del obturador en una cámara digital es sólo un ejemplo de un sonido totalmente fabricado para lograr que un equipo moderno imite la tecnología antigua. "Me siento atraído hacia las cámaras digitales que tienen un sonido de obturado particularmente notorio", dice Clark Boyd, corresponsal de tecnología de BBC. "Lo que es claro es que asociamos ciertos sonidos a la calidad de un producto", añade.
En algunos casos, los sonidos son elaborados para hacer más que sólo complacer o engañar al consumidor. Como ocurre en el caso del auto eléctrico, donde son creados con fines de seguridad. El nuevo vehículo eléctrico de Nissan tiene un parlante encajado bajo el capó y un sintetizador en el tablero para recrear el ruido del motor. De forma similar, la moto ENV -que opera con hidrógeno- genera un ruido de motor artificial para advertir a los demás conductores mientras se desplaza.
"Una de las cosas divertidas sobre estas tecnologías es cómo las imágenes y sonidos viejos perduran", dice Cox. "Cuando conduces en Inglaterra, si buscas la señal de un cruce de trenes tiene una imagen de una locomotora a vapor. La última vez que vimos una fue hace muchos años", dice.
"O si vas a tu computador y buscas el ícono de guardar un archivo este es un disquette flexible. ¿Cuánta gente sigue guardando sus datos en un disquette?", explica Cox. Tal como hacen los fabricantes de autos, las empresas que elaboran teléfonos y cámaras responden a sus propias ideas arcaicas de cómo las cosas debieran sonar.
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