Lucho Barrios: a los 75 años de edad muere el "bolerista del pueblo"
<P>Después de un día y medio luchando contra las secuelas de un ataque cardíaco, el más chileno de los cantantes peruanos, la voz inmortal de La joya del Pacífico, falleció a las 7.32 horas de ayer, en el Hospital 2 de Mayo, de Lima. Fue el hijo más popular del bolero y la garganta emblemática del repertorio "cebolla".</P>
Lo sabía desde junio pasado, cómo iba a sonar la música del alto cielo, la que lo reuniría con "Dios Padre": "Como un valsecito peruano". Durante su última gran crisis de salud, la que lo tuvo internado a mediados de 2009 por una trombosis pulmonar, Lucho Barrios contó a La Tercera que cuando despertó, después de estar cinco días sedado, vio "todo iluminado" y sintió una "musiquita de fondo y yo dije 'ya, me morí'". A las 7.32 horas de ayer, el viejo y querido "Cabezón Barrios", el bolerista peruano que se arrugaba entero para cantar Mi niña bonita o Señor abogado o la mejor versión de La joya del Pacífico que alguien haya grabado alguna vez, debe haber escuchado esa "musiquita" cuando su corazón se detuvo para siempre.
El viejo cuerpo del hombre de la risa de los dientes apretados, el de la garganta "cebolla", el bolerista proleta y apasionado, se rindió ayer por las secuelas de un infarto cardíaco que sufrió el lunes y que trajo graves problemas pulmonares y renales sumado a un cuadro previo de diabetes, hipertensión y obesidad. Ya poco antes de que se confirmara el deceso, su médico tratante, Cecilio Zamora, contaba que su pronóstico era "muy, muy malo", mientras que una de las dos hijas del cantante, su inseparable Milagros Barrios Espejo, admitía que sólo "un 25 por ciento de su cuerpo está respondiendo". El comunicado final llegó a las 11 horas con la frialdad de la letra escrita sin sangre: "El señor Luis Barrios Rojas ha fallecido víctima de las complicaciones por un infarto".
Una cruel despedida para un hombre que se ganó la vida, precisamente, por ponerles corazón a los versos ajenos. Lucho Barrios se crió en la noche, en los bares y con la pena atorada en su garganta. Pero se inició como un folclorista, cantando huaynos y disfrazado de "morocho" bajo el seudónimo del "Tenor Amauta". Lo que siempre quiso fue ser un cantante lírico y a los 17 años ingresó a la Escuela Nacional de Opera. Pero el peso de su origen humilde en su natal puerto de El Callao lo llevó al bolero a partir de 1956.
Ese año ganó un concurso de nuevos talentos entre 1.200 participantes (La escalera del triunfo) y grabó un primer sencillo -el vals Trokimoki- que lo asociaría al bolerista guayaquileño Julio Jaramillo y que terminaría convirtiéndolo en una estrella en Ecuador. Cuatro años después, cantó por primera vez en Chile y en una fecha clave para este país que sería mucho más que un destino promocional.
Lucho Barrios debutó en suelo chileno un 18 de septiembre, en la quinta El Rosedal de Arica, junto a la orquesta cubana de Puma Valdez, y nunca más dejó de venir. Su primer elepé lo registró en Chile en 1961, y ocho años después grabó junto a los hermanos Angel y Arnaldo Silva la más emblemática y recordada versión de La joya del Pacífico. Se le atribuye haber editado más de 150 álbumes durante su carrera y grabado más de mil canciones y buena parte de esa generosa discografía se cocinó en Chile, porque nunca se cansó de repetir que acá lo querían más que en su país.
Pero ayer, habrá que ser justos, el Perú entero estaba estremecido. El Presidente Alan García dijo que su muerte era "un dolor inmenso" para su país, dando cuenta de una popularidad que también cosechó en casa, sobre todo en las décadas de los 60 y 70. Por eso se permitió que su velatorio se efectuara en el Museo de la Nación, antes de su funeral previsto para mañana y al que asistirán chilenos como Américo. Otro de los "hijos" de uno que se llevó su canto y su lamento "cebolla" al otro mundo.








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