Maduro, de chofer del Metro de Caracas a vicepresidente

En Venezuela dicen que encarna el "sueño socialista": que un ex chofer del Metro de Caracas se convierta en el vicepresidente del país. Nicolás Maduro, a quien Hugo Chávez nombró el miércoles en el segundo cargo más importante de su gobierno, asumirá un puesto estratégico y vital para la revolución bolivariana: si el cáncer del presidente venezolano lo afecta en sus funciones, será él quien lo reemplazará.

"Mira donde va Nicolás, de autobusero a vicepresidente. Nicolás era conductor del Metro y cómo se burla de él la burguesía por eso", dijo Chávez al anunciar el cambio en su gabinete, tras haber sido reelecto el domingo para gobernar hasta 2019.

Calificado por la prensa venezolana como un "fiel seguidor de Chávez", pero también de la filosofía del gurú indio Sai Baba, Maduro, de 49 años, dejará así su cargo de canciller, el que asumió en 2006 y el cual le permitió convertirse en uno de los hombres más influyentes del chavismo. Ello, pese a que sólo tiene título de enseñanza media. Además, es considerado como amigo y confidente del presidente.

Como jefe de la diplomacia venezolana, Maduro fue uno de los promotores del acercamiento de Caracas a Irán y ha sido pieza clave en acuerdos bilaterales con China, Rusia y Bielorrusia, mientras que en América Latina logró tender puentes y consensos. Para sus detractores, se trata de un chavista sin preparación y miembro de la llamada "boliburguesía".

Poder familiar

Desde su nuevo cargo, Maduro no sólo aumentará su poder personal, sino que también el de su familia: su pareja, Cilia Flores, ex titular de la Asamblea Nacional, fue nombrada recientemente procuradora general de la República. En contraste con el ascenso de Maduro, su antecesor, Elías Jaua, fue designado como candidato para la gobernación de Miranda, donde se enfrentará al rival de Chávez en las presidenciales, Henrique Capriles.

"Maduro es el delfín de Chávez. Entendió los objetivos de la revolución. Chávez lo premia con el cargo más representativo que se puede aspirar después del presidente", dijo a este diario la analista venezolana Rocío San Miguel.

"La buena sintonía entre ambos es pública y notoria. Chávez no ha perdido oportunidad para hacerle bromas y lo ha retado a hacer dieta y a disminuir su dosis de 'submarinos', los emparedados preferidos de Maduro", comentó Mario Naranjo, de la agencia Reuters.

El nuevo vicepresidente se inició en la política en los años 70 como dirigente estudiantil. Luego ingresó al Metro de Caracas, instancia que aprovechó para fundar un nuevo sindicato. Al igual que Chávez en los 90, Maduro apoyó en su momento la toma del poder por la vía de las armas. Además, en esa época, luchó junto a Cilia Flores para que liberaran a Chávez tras su fallida intentona golpista de 1992.

Más tarde, y gracias a su carisma, se convirtió en coordinador nacional de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores y se incorporó al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, el embrión del Movimiento V República que llevó a Chávez al poder en 1998. Al año siguiente ingresó a la vida parlamentaria y también fue designado como coordinador nacional de los diputados chavistas.

En esa época, hasta sus rivales políticos lo calificaban como "buena gente" y "simpático". Pero tras el golpe de 2002, Maduro radicalizó sus posiciones y adoptó un duro discurso. "La principal carta que se está jugando Estados Unidos es el asesinato de Chávez", dijo incluso Maduro a La Tercera en 2005, año en que asumió la presidencia de la Asamblea Nacional. Quienes lo conocen sostienen que Maduro ha sido socialista "desde siempre".