Manifiesto: Mario Kreutzberger, animador de TV
Entendí que debía dejar el boxeo cuando me pegaron demasiado fuerte. Aunque para mí nunca fue mucho más que un hobby, mi padre fue boxeador en Alemania, no profesional, pero le dedicó bastante tiempo como aficionado. Puso un ring en la casa que teníamos en la calle Santa Julia y ahí nos enseñaba a mis hermanos y a mí. Después íbamos a distintos lugares a practicar, gimnasios y clubes. Cuando tenía 16 años tenía que enfrentarme a un tipo de 19 o 20 años, los golpes eran mucho más duros, ahí empecé a dejar de practicarlo.
Me ofrecieron varias veces ser candidato a Presidente de Chile. No sé si habría ganado, pero nunca me interesó. Algunos decían que me habría ido bien. Tengo bien claras las razones por las cuales nunca acepté. Primero, no tengo vocación política. Tienes que seguir algún tipo de ideología y yo me cambio en el espectro político desde la derecha a la izquierda todo el rato y con total facilidad. Algunas veces le encuentro razón a un lado y otras al otro. Y segundo, que es lo más importante, no estaba preparado para ser político y mucho menos para dirigir el país.
Si ubicas mi pensamiento en algún sitio, es siempre estar al medio. Yo no soy definitivo, y sé que quizás no es lo ideal, pero negociar y llegar a un acuerdo es siempre lo mejor y lo más barato. Mi opinión sobre el proceso de reformas que se están impulsando en Chile es que es bueno que haya debate y dar la oportunidad de escuchar. Si se cree que hay una razón para hacer cambios, se deben hacer, o de pronto también entregar ciertas cosas sólo por una mejor convivencia. Así pienso yo.
Por la popularidad uno está más sensible a que te ataquen, a que digan cosas de ti, pero en general mi vida en la televisión ha tenido mucho más de dulce que de agraz. He entrevistado a más de 100 mil personas y todo tipo de gente, desde el último labriego al primer hombre del país más importante del mundo. Eso ha sido una bendición para mí, tener esa posibilidad me ha hecho crecer como ser humano y como persona.
Cuando esa persona decía ser mi hijo hace algunos años aprendí a que uno está expuesto a que lo extorsionen y lo molesten. Si yo hubiese sido Juan Pérez, eso no hubiera llegado a los límites que lamentablemente algunas personas hicieron de esto. Mi familia fue trascendental en todo ese proceso.
El desarrollo tecnológico no me asusta. Siempre el progreso uno lo critica, porque cuando empieza a hacerlo es porque vivió otras etapas sin eso que fueron momentos muy lindos, pero la verdad es que todas las cosas se van equilibrando en la vida. Las comunicaciones han sido el gran cambio de la humanidad del último siglo. Una encuesta que se hizo ahora dice que una de las pocas satisfacciones del ser humano es estar tan comunicado.
Me molestó que Canal 13 no cumpliera su compromiso. Al dar por terminado Sábado Gigante, habíamos quedado de hacer un ciclo cada año del programa hecho en Chile y eso finalmente no se cumplió por diferentes razones. El fin del programa fue consensuado por temas de tiempo, de parrilla programática, ese tipo de problemas. No lo asocio con los grandes cambios que está viviendo la televisión, porque Sábado Gigante es exitoso en Estados Unidos, y es un formato noble que aún tiene vida. Lo que yo estoy tratando de hacer es que el formato me sobreviva, como ocurre en Estados Unidos con los late shows, que llevan 60 años, pero han ido cambiando el estilo y el formato original se mantiene.
Estoy a favor del matrimonio homosexual. Hay que legalizar una situación que existe, indudablemente. La manera en que se establezca también puede tener distintos aspectos y se tiene que debatir, pero esto existe y hay que legislar frente a esto. Respecto del aborto, he ido cambiando mi postura, antes era bastante más amplio de lo que soy hoy. Hay muchas posturas que me han hecho cambiar para un lado y para el otro.
Sobre la marihuana sólo puedo decir que cuando se prohíbe algo, por lo general aumenta el consumo. Algunos dicen que sirve para fines terapéuticos y otros dicen que destruye neuronas, yo no tengo los suficientes conocimientos técnicos como para decir si estoy a favor o no de la legalización. Personalmente, nunca he fumado. Lo que sí es que la prohibición del alcohol en Estados Unidos fue fatal. A lo mejor, por un lado si se legaliza la marihuana va a permitir que menos gente quiera consumirla, porque no es algo prohibido. Yo cuando era joven y no me permitían fumar cigarrillos, me metía al baño y me fumaba hasta cinco, porque no sabía cuándo podía volver a fumar.
Uniendo a las personas de diferentes ideas se pueden lograr cosas fuera de lo común. Eso es la Teletón, que yo creo que es lo más importante que he hecho en mi vida. Estoy consciente de las críticas que se le hacen, nunca me resbalan, hay que escucharlas. Y cuando se critica a las empresas es posible que algunas se hayan sobredimensionado o sobregirado, o es posible que nosotros cometiéramos excesos en lo que les ofrecíamos a las empresas. Pero lo concreto es que el resultado final es muy superior a cualquier error que se pudo haber cometido.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.