Massú vuelve a sonreír en Roland Garros y lo buscan los grandes

<P>El viñamarino obtuvo un sufrido triunfo en cinco sets en el "ensayo de la Copa Davis" frente al austríaco Daniel Koellerer, logrando su primer triunfo en un Grand Slam en dos años. El retorno del "Nico" fue con todo: hasta Rafael Nadal se le acercó y le pidió entrenar con él.</P>




Nicolás Massú (120º) caminaba exhausto por los camarines de Roland Garros. Venía de una batalla de casi cuatro horas contra del explosivo austríaco Daniel Koellerer (77º), tenía ganas de vomitar y le pesaban las piernas como pocas veces. Apenas una pequeña sonrisa iluminaba su cansado rostro.

El viñamarino se abría paso entre la enorme cantidad de gente que deambulaba por el lugar en la tarde parisina, hasta que se encontró de frente con Rafael Nadal. El número uno del mundo caminaba directamente hacia él, se acercó, le palmeó las espalda en forma amistosa y le dijo: "Hola, Nico, ¿cómo estás? Felicitaciones, muy buen triunfo el de hoy. Me gustaría mucho poder entrenar contigo mañana, ¿vale?".

El chileno enderezó la postura, agradeció la invitación del manacorense y le dijo que estaría en la cancha de entrenamiento a la hora pactada. La leve sonrisa pasó a ser un amplio gesto de felicidad.

La previa de la Davis

La jornada de ayer fue de sufrimiento y alegría para Massú. El día comenzó complicado, pues unos medicamentos le cayeron mal para el estómago y debió ir varias veces al baño antes de salir a jugar. De hecho, fue a ver al médico del torneo, buscando ayuda. Los nervios, seguramente, también deben haber hecho lo suyo.

Dos derechazos profundos y los dolores quedaban en el olvido. El "Vampiro" comenzó muy sólido frente a Koellerer, en un duelo con especial morbo debido a que se tomaba como una antesala del duelo por el repechaje de Copa Davis que enfrentará a criollos y europeos en septiembre, aunque no es del todo seguro que "Crazy Dani" sea nominado. En las tribunas, para darle más emoción al encuentro, se encontraban el capitán austríaco, Gilbert Challer, y el chileno, Hans Gildemeister.

Para satisfacción del "Biónico", el viñamarino se adelantaba tempranamente en el marcador, luego de ganar las primeras mangas por 6-3 y 6-4.

Ahí vino el bajón. El estómago comenzó a traicionar al chileno y la cabeza no lo salvó esta vez. Así, se llevó las dos mangas siguientes (6-1 y 6-2) casi sin oposición del criollo.

"No me quedaban fuerzas, estaba deshidratado, pero si no me la jugaba ahí, perdía", confesó el

"Nico" sobre ese heroico quinto set que ganó (6-3) a punta de actitud y derechazos. Es el primer triunfo del viñamarino en un Grand Slam en dos años, desde que venciera a Luis Horna en París 2007.

"Los tres sets que ganó 'Nico' lo hizo jugando muy bien. Lamentablemente algunos problemas físicos

lo hicieron decaer. Lo positivo es que avanzó y le puede dar pelea a (Stanislas) Wawrinka", analizó Gildemeister.

"Es bueno sobreponerse a un bajón y lograr cerrar en el quinto set para comenzar ganando", resumió Massú.

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