Matusalén o los genes que permiten vivir hasta los cien años
<P>Diversos estudios realizados en personas centenarias de todo el mundo revelan que éstas poseen uno o más genes que se repiten y que los protegen de enfermedades y de la vejez, al margen de su estilo de vida. Los expertos creen que en ellos está la fórmula para prolongar la vida más allá de las 10 décadas y en buen estado. </P>
Sus nombres son poco glamorosos: Cept, ApoC3, Foxo3A y hTert. Sin embargo, muchos quisieran tener uno o más de ellos. Se trata de los genes Matusalén -llamados así por el patriarca bíblico que vivió hasta los 969 años- que científicos de todo el mundo han encontrado en personas centenarias y sus familias y en cuyas extrañas mutaciones estaría el secreto de la longevidad. ¿Por qué? Protegen a sus portadores contra los efectos de una mala dieta, así como retrasan hasta en tres décadas la aparición de enfermedades relacionadas con la edad como el Alzheimer, los ataques cardíacos y la diabetes. De allí que no pocos científicos estén trabajando en ellos para buscar formas artificiales de dotar a todos de la posibilidad de una larga vida y en buen estado.
Corazón y diabetes
Nir Barzilai, director de una investigación en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York analizó los genes de más de 300 judíos asquenazíes de entre 95 y 108 años y a sus hijos, muchos de los cuales ya habían pasado los 77 años. Todos con estilos de vida diferentes. Todos en perfecto estado.
Dos genes se repetían, Cept, presente en el 25% de aquellos que llegaban a los 100 años (y un 30% en población japonesa), y el ApoC3. Extrañas variaciones en estos genes los protegían de infartos cardíacos y Alzheimer. ¿Cómo? Cept, regulando las sustancias que llevan el colesterol y los triglicéridos a través de la sangre, incrementando el colesterol bueno y protegiendo al corazón. Mientras que ApoC3, regulando la insulina y el proceso inflamatorio. No es todo: un grupo de investigadores de la U. de Maryland que estudió a miembros ancianos de la comunidad religiosa Amish reveló que varios eran portadores de una de las mutaciones genéticas que reducen los niveles de triglicéridos en la sangre y les protege de padecer problemas cardiovasculares a lo largo de su vida.
Alzheimer
Richard Lipton, también del Albert Einstein College, probó en un estudio en 524 personas mayores de 70 años que las personas con dos copias de la mutación del Cept perdían memoria más lentamente y tenían una reducción del 70% del riesgo de desarrollar Alzheimer en comparación con los que no portaban ninguna copia. "En nuestros estudios, la forma favorable de Cept está presente en el 30% de los centenarios y sólo en un 5% de la población en general", dijo a La Tercera Lipton. Otro hallazgo: la misma mutación del ApoC3 está más presente en personas con una gran capacidad cognitiva.
Fox3A: protector universal
En septiembre de 2008, un equipo de investigadores norteamericanos, liderado por Bradley J. Willcox, publicó un estudio que revelaba una mayor frecuencia del gen Foxo3A en americanos longevos de origen japonés, mayores de 95 años. Willcox constató que la posición del gen en un lugar del código genético aumentaba la probabilidad de llegar sanos a los 90 años. "Aunque todos tenemos el gen Foxo3A , sólo el 20% dispone de una copia de una variante protectora de ese gen y menos aún de dos copias.
Una sola copia duplica las probabilidades de vivir 100 años y dos copias triplica sus probabilidades. Aproximadamente la mitad de centenarios tienen una copia del alelo (variente) protector", dice a La Tercera Willcox. En 2009, otro estudio en centenarios alemanes arrojó lo mismo: Fox3A era mucho más cómun en ellos que en personas jóvenes. Un gran hallazgo considerando las diferencias genéticas existentes entre japoneses y europeos.
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