Mayores de 30 años representan el 44% de los videojugadores en Chile

<P>Son ellos quienes mueve ahora esta poderosa industria. Juegan desde niños, los hacen con sus hijos y tienen dinero para su afición.</P>




Cuando no está trabajando en La Moneda, Pablo Matamoros (30) suele dedicar horas a uno de sus pasatiempos favoritos: los videojuegos. Como gran parte de su generación, comenzó con el Atari, conoció el Nintendo, el Sega Genesis y de ahí paró hasta después de la Universidad. En 2003 compró un Play Station 2 de segunda mano sólo para acumular polvo. Pero en 2010 se hizo de una Play Station 3, lo que lo terminó pasando al lado gamer.

Un camino que muchas personas de su edad están tomando, según indican cifras de la última encuesta Soy Digital de la agencia AyerViernes, que revelan que el 44% de los videojugadores en Chile tiene más de 30 años, cifra que se condice con la realidad en Estados Unidos y que explica por qué ha cambiado el foco de la industria de los juegos en los últimos años.

De hecho, según la Entertainment Software Association, de Estados Unidos, la edad promedio de los videojugadores en ese país es de 34 años. En Chile, es un tanto más baja: 25 años según DNZ Consultores, pero con el grupo de mayores de 30 yendo al alza.

Nacidos con un joystick

Francisco del Alamo, gerente comercial de la tienda especializada Zmart, señala que existen tres grupos en los mayores de 30 claramente identificables: los que juegan desde niños, los que regresan a hacerlo en la adultez y los que lo hacen por sus hijos.

Pero los que mueven esta industria son los dos primeros. Los jugadores de siempre se sacan las corbatas después del trabajo para jugar en línea con otros gamer, mientras los reencantados suelen armar reuniones sociales o "carretes" en torno a una consola. Un dato: aunque en 2010 sólo el 5% de los juegos fue catalogado para adultos (mayores de 18), esa cantidad representó el 36% de todas las ventas de la industria. A eso se suma que gran parte de los juegos aptos todo público (55%) no se quedan sólo en lo infantil, sino que atraen a los mayores: desde videojuegos de fútbol, pasando por Super Mario, los juegos de carrera y los musicales. "Los jugadores experimentados no han parado desde el Atari, saben lo que quieren y son los más expertos sobre el tema", dice del Alamo.

Andrés Ipinza (32) es uno de ellos. Dice comprar unos dos a tres juegos al mes -unos 80 mil pesos, dependiendo de los lanzamientos- dedicando unas tres horas diarias a su hobby. La diferencia que tiene Ipinza con su época adolescente no sólo está en que ahora puede financiarse personalmente su entretenimiento. También hay un cambio en la visión sobre los juegos. "Antes jugar para mí era una forma de pasar el tiempo entre dos actividades. Ahora busco en los videojuegos una experiencia más amplia, con más contenido, como cuando se ve una buena película o se lee un buen libro", dice.

El gamer adulto es especial, ya que busca una actividad donde poder relajarse después del trabajo, sacarse la corbata y aislarse. Pero tampoco tienen mucho tiempo para hacerlo.

En ese sentido, la industria ha sabido adaptarse a un público más adulto, ofreciendo historias no sólo más complejas, sino también que no se hagan tan largas para un público con poco tiempo. "Si hace 10 años un videjuego típico requería 30 o más horas para completarse hoy un juego se puede terminar en seis u ocho horas sin mayor complicación", dice del Alamo.

Por ello, hoy hay juegos que poseen características para distintos tipos de usuarios. Es el caso de Call of Duty: Black Ops, el juego más vendido de 2010: posee un modo de historia breve, con mucha acción, hecho para los que no tienen tanto tiempo, como los mayores de 30 años y un modo multijugador diseñado para los jugadores más jóvenes, que buscan juegos para competir y tienen el tiempo para ir desarrollando sus habilidades.

Pero eso también tiene sus desventajas. Claudio Usón, otro fanático desde niño, quien dice que si bien ahora tiene chipe libre para armar su vida de jugador, sin depender del bolsillo materno, los juegos cada vez son menos atractivos. "Lo peor es ir perdiendo de a poco la capacidad de asombro si la industria se pone monótona", dice.

Por eso las temáticas han ido cambiando: los juegos bélicos o de relaciones amorosas tienen tramas como si fueran una película de cine y los personajes ya no rescatan princesas, sino que hijos. Aunque en el grupo de los gamer desde niños lideran los hombres, también hay mujeres. Es el caso de Lorna Aguilar (31), que como la mayoría de las gamer expertas, prefiere los juegos en línea.

"A veces soy como el bicho raro entre tanto hombre, pero eso hace que éstos sean más caballeros al momento de jugar, sobre todo en juegos en línea, ya que ayudan bastante cuándo uno empieza a jugar".

Una vida extra

El otro grupo, el de los nuevos o reencantados es aún más interesante, tanto para la industria como a nivel social. Son los que más gastan, están dispuestos a probar diferentes géneros y suelen preocuparse de contar con la mejor experiencia visual a la hora de jugar. También están más informados, aunque requieren un estímulo extra para integrarse al sistema.

Pablo Matamoros, por ejemplo, dice que decidió comprar la PS3 porque era más que una consola. "Me gustó la idea de centralizar juegos, audio y video en un solo equipo", dijo. Ahora disfruta de juegos de acción como Uncharted o de guerra como Killzone 3, al que le compró un dispositivo para hacer que su control funcione como metralleta.

Otra de las características de este segmento es el juego como una actividad social. Juegos de karaoke como Singstar o Lips, los clásicos juegos de fútbol o peleas son los que más se utilizan en reuniones realizadas en casa, pues, al contrario de los jugadores más avanzados, prefieren reuniones en carne y hueso que con la comunicación por la red. "Tengo varios amigos de mi edad y mayores que tienen consolas, de hecho siempre hemos tenido la intención de jugar en línea, pero cuesta coordinar los tiempos", dice Matamoros, señalando una de las principales razones por las que se prefiere el contacto cara a cara.

En este segmento también caben los jugadores que se integraron gracias a los juegos de tiendas de aplicaciones. De hecho, según Soy Digital, el 58% de las descargas realizadas por celulares en Chile son de juegos.

Los nuevos compañeros

El último grupo, según del Alamo, es el menos atractivo, ya que sólo compra para ocasiones especiales, como Navidad o el Día del Niño. En este grupo dominan principalmente las madres. "Históricamente las mamás son las que más se preocupaban a la hora de comprar, pero eran los papás los que jugaban con sus hijos", cuenta del Alamo. Eso ha cambiado y ahora ellas también participan de la entretención en casa. ¿Las razones? La llegada de consolas como la Wii y sistemas como Kinect o Move, donde actividades como el baile o la gimnasia las han sumado al mundo gamer. Según Soy Digital entre 30 y 44 años, un 47% de las mujeres declara ser jugadora -igualan a los hombres en el mismo tramo-, mientras que en mayores de 45 ellas lideran: un 38% de las mujeres son jugadoras contra un 23% de los hombres.

Dato corroborado por el CEU de Uniacc, donde una investigación hecha sobre comportamiento de videojugadores revela que el 37,7% de las madres juega con sus hijos, mientras que los padres que lo hacen han caído a un 11,3%.

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