Medidas contra la desigualdad en China




EL GOBIERNO comunista chino acaba de anunciar un plan destinado a disminuir de aquí al 2015 las desigualdades socioeconómicas que registra ese país, nación que exhibe un coeficiente de Gini de 0,474 (indicador que mide la desigualdad en escala de 0 a 1). La propuesta contempla, entre otros aspectos, aumento de impuestos a los más ricos e incremento del salario mínimo en un 40% en relación al sueldo promedio urbano, medidas con las que se pretende sacar de la pobreza a 80 millones de personas.

Estos anuncios dados a conocer por Beijing  se realizan en pleno proceso de transición del Partido Comunista Chino, ya que en marzo próximo el actual Presidente Hu Jintao entregará el mando del Estado al actual vicepresidente y secretario general de la colectividad, Xi Jinping.

Si bien China ha liberado sectores importantes de su economía, ésta todavía tiene áreas relevantes bajo un sistema marcadamente estatal, donde parte de la asignación de recursos como la mano de obra y los salarios depende de decisiones centralizadas. Uno de los efectos de la falta de una liberalización integral son distorsiones como las que se pretende corregir con estas medidas, las que lejos de generar los efectos buscados  pueden transformarse en distorsiones adicionales y que retrasen el crecimiento económico. La posibilidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes dependerá de que se mantenga el crecimiento y la incorporación de su población a sus beneficios.

Junto a una mayor libertad económica, sería positivo que la dirigencia china también se abriera a ampliar las libertades individuales, las que continúan absolutamente restringidas, y que a la vez son un factor importante  del descontento que existe actualmente, como ha quedado expresado con recientes señales de disidencia. Mientras esos cambios políticos no ocurran, cualquier medida destinada a apaciguar el malestar social tendrá un efecto limitado.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.