Memorias de Ted Kennedy revelan detalles de relación de JFK con Cuba
<P>Según el senador -fallecido en agosto- la frustrada intervención de Bahía Cochinos fue una de las mejores cosas que le ocurrieron al gobierno de su hermano. "Ted" relata, en sus memorias aparecidas ayer, la molestia de JFK con su madre por haberle enviado una insólita petición a Nikita Khrushchev, en medio de la crisis de los misiles.</P>
Tres semanas después de la muerte de Edward Kennedy, apareció ayer en Estados Unidos el libro de memorias del senador. Bajo el nombre de True Compass (Brújula Fiel), las 532 páginas abordan, entre otras cosas, detalles inéditos sobre el gobierno de su hermano John y su relación con Cuba.
Así, señala que una de las principales preocupaciones de su hermano John eran Fidel Castro y Cuba, a los que dedica varias páginas del libro. Según el fallecido senador, las estrategias adoptadas por la CIA fueron heredadas del gobierno de Eisenhower. En 1961, el gobierno de John F. Kennedy intentó derrocar a Castro a través de la frustrada invasión de Bahía de Cochinos. Según Ted Kennedy, fue un plan que a su hermano "le vendieron la CIA, el Departamento de Estado y los hombres del Pentágono". Según Ted Kennedy, aquella frustrada intervención "terminó siendo una de las mejores cosas que le ocurrieron a él y al país: le otorgó un saludable escepticismo respecto de la asesoría militar que estaba recibiendo, con el resultado de una solución pacífica al enfrentamiento nuclear."
Los problemas con Cuba no habían terminado para JFK. En octubre de 1962 se desató la crisis de los misiles, tras la instalación de armas nucleares rusas en la isla.
Ted recuerda que su madre estuvo más involucrada que él en esos álgidos días de crisis, "pero no por los motivos que John hubiera apreciado". En sus memorias relata que cuando la guerra nuclear era una posibilidad latente entre ambos países, el director del KGB entró a la oficina del entonces líder soviético, Nikita Khrushchev, con una carta de Rose Fitzgerald Kennedy. "Le pedía que autografiara algunos de sus libros y se los enviara". A la señora Kennedy le encantaba regalar a sus hijos para Navidad libros firmados por jefes de Estado. Ella tenía un calendario con los jefes de Estado a los cuales les hacía esa petición y justo, en 1962, le tocaba al líder de la URSS. Cuando JFK se enteró sobre lo que había hecho su madre montó en cólera: "¿Qué estás haciendo? ¡Los rusos no asumirán esto como algo inocente! ¡Le darán una interpretación! ¡Ahora tendré que tener a mi gente de la CIA especulando qué interpretación puede tener esto!", le dijo. "Después que la amenaza de una Tercera Guerra Mundial había pasado Khrushchev le envió a mi madre sus libros autografiados", escribe "Ted".
A principios de los '60 Ted Kennedy realizó un tour por América Latina que incluyó a Colombia, Chile, Costa Rica, Brasil, Panamá, Argentina, Perú, Bolivia y México. "Viajaba para reforzar mi propio conocimiento de las tendencias políticas y económicas de esta área del mundo, y para informar al Presidente, que estaba extremadamente interesado en la región". John Kennedy acaba de proponer el plan de diez años de ayuda económica para los gobiernos democráticos que impulsaran cambios estructurales, conocido como Alianza para el progreso.
"El espectro del comunismo" distraía a los líderes estadounidenses de un análisis claro respecto de las necesidades humanas de la región, y John Kennedy quiso neutralizarlo con su Alianza para el progreso.
Durante su gira Ted se dio cuenta que "el temor a Castro no era totalmente injustificado". Vio la influencia de Cuba en pequeños poblados de Colombia y Venezuela, en los que la gente había desarrollado pequeñas tecnologías que podían generar incluso electricidad para encender la radio sintonizada en una sola estación: La Habana. "Para mí, no era señal de pasión comunista. Era un llamado de comunidad. Le conté esto a mi hermano y creo que reforzó su determinación de ver en funcionamiento la Alianza para el Progreso".
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