"Mi secreto es la disciplina, la responsabilidad y el compromiso"
<P>La atleta colombiana, de 32 años, que ha ganado 37 de las 38 pruebas disputadas desde Londres, atiende a <B>La Tercera </B>tras su oro.</P>
La noche cae en el Engenhao. Junto con ella, una lluvia torrencial y viento. De pronto por las escaleras surge una figura de 1,80 metros, delgada y morena. Es Caterine Ibargüen, acaso la mayor estrella sudamericana del atletismo en los últimos años. La colombiana acaba de ser premiada con la medalla de oro tras obtener el triunfo en la prueba de salto triple. Camina flanqueada por otras deportistas y un dirigente de la federación de su país. Hay un ambiente de mucho jolgorio, porque lo que ella había conseguido el domingo en la noche no lo logra cualquiera.
Un registro de 15,17 metros bastó para que la atleta de 32 años se subiera a lo más alto del podio y estirara aún más su leyenda de imbatibilidad en una de las pruebas más tradicionales del atletismo. En Londres había alcanzado la plata, pero de ahí en adelante sólo éxitos (37 de 38 pruebas), incluidos dos oros en los Mundiales de Moscú y Beijing y un título panamericano en Toronto.
Su tránsito por la salida del Estadio Olímpico es interrumpido por algunos periodistas locales y por los voluntarios, quienes llenos de emoción, se acercan a solicitar su respectiva selfie. "¿Así está bien?", pregunta. Ella les regala también una blanquísima sonrisa y agradece ese cariño. "Estoy súper contenta porque salió todo lo que habíamos planificado más allá de que salí de mi habitación con el sueño de ser campeona. Lo soñé. Lo viví antes de llegar", había confesado previamente.
Luego de esta interacción con los fanáticos, la oriunda de Apartadó accede sin problemas, aunque con algo de natural prisa, al diálogo con La Tercera. Desbordando una gran alegría, manifiesta sus sentimientos. "Estoy súper contenta, la verdad es que una medalla olímpica no se consigue todos los días. Se trabajó para ella. Gracias a Dios hoy se hizo realidad y estoy feliz; feliz de ser parte de la historia de esta especialidad del atletismo que es el salto triple", señala. La reina
Ser la protagonista de esta modalidad durante los últimos cuatro años, necesariamente supone alguna fórmula, que ella define de la siguiente manera: "Mi único secreto es la disciplina, la responsabilidad y el compromiso que he adquirido con este deporte".
A pesar de su abismal dominio en el salto triple, Ibargüen no cree estar en camino a ser una de las mejores de todos los tiempos. Por el contrario, siente que todavía le falta progresar. "No creo que sea una de las mejores de la historia. Creo que ahora estoy pasando por un buen momento. Considero que falta por mejorar mucho más y estoy trabajando todos los días para conseguir eso", advierte, en un tono mucho más adusto.
Su futuro inmediato ya lo tiene definido. "Continuaré en las competencias y en la Liga Diamante. Me voy a seguir preparando para conseguir grandes cosas", adelanta. No obstante, cambia el semblante frente la pregunta de si se proyecta para Tokio 2020. La flamante campeona olímpica, que para esa época tendrá 36 años, toma bastante distancia y exclama: "¡Noooo! Por ahora estoy calmada y bastante tranquila. Todavía no he planificado nada de eso".
Amablemente, y regalando otra sonrisa, enfila hacia la salida, para luego seguir disfrutando de los homenajes de la gente que, con entera justicia, la bautizó como la reina del salto triple mundial.
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