Miguel Riffo: "Me tildaron de conflictivo, del Angel Negro de Tapia, y no es así"
<P> El ex zaguero se defiende. Dice que hay una imagen falsa sobre él y que se debe a años sin hablar con la prensa.</P>
Comuna de Las Condes. Mediodía. Miguel Riffo está relajado. Ríe y conversa animadamente. Se le ve muy bien, pese a que hace pocos días dejó Colo Colo, donde cumplía como ayudante técnico de Héctor Tapia, quien también se fue. El ex defensa de 33 años, Confiesa que aún debe digerir estos 18 meses vertiginosos en el Cacique. Quiere dirigir y está pensando en armar su propio cuerpo técnico. "Me siento capacitado", confiesa a La Tercera, donde cuenta su verdad sobre la polémica y fallida renovación con el club de sus amores.
¿Cómo está tras dejar Colo Colo?
Obviamente muy triste. Colo Colo es mi vida, mi casa, a la que llegué a los ocho años y pasé por todas las etapas que soñaba pasar; pero también estoy feliz y satisfecho porque miro para atrás y me deja tranquilo ver que pude aportar en la historia de Colo Colo. Me llena de orgullo.
¿Cuándo supo que no seguía?
Durante la semana y media de negociación, en la cual no participé, hubo muchas especulaciones con respecto a que Blanco y Negro le estaba proponiendo a Héctor Tapia que trabajara sin Juan Ramírez (el PF) y sin mí, y que Héctor había accedido. Yo no hice juicios de nada porque no participé en las conversaciones. Tuve comunicación con Héctor... Poca, pero tuve. Hablamos un miércoles y después el domingo en la noche me avisa que no están dada las condiciones y que no seguimos en Colo Colo.
¿Solo le dijo eso, sin detalles?
Es la información que tengo, que no estaban las condiciones y que no seguimos. No me dijo nada más.
¿No le dijo si era efectivo que ByN le había pedido que prescindiera de usted y del preparador físico?
Mira, él me comenta que no estaban las condiciones, que estaba complicado el tema, y esa es la información que tengo.
Cuesta creer que no le haya dado detalles de por qué no siguieron... ¿Acaso usted no le pidió saber las razones?
Bueno, sí me comunicó que en una de las reuniones había salido el tema físico y de Juan Ramírez. Seguramente, Héctor tiene que haber hablado del trabajo físico, que para mí fue bueno. Si le tocaron ese tema, yo creo que Héctor tiene que haber hablado de todo lo que hicimos para darle lo mejor a los jugadores. También le comentaron del tema mío, de que si yo era el responsable de haberle cerrado la puerta de los dirigentes, lo que es absolutamente falso. De hecho le dije a Héctor que me imaginaba que había aclarado ese tema porque no es así. En ningún momento le cerramos la puerta a nadie. Pero esa es la información que tengo. Nada más.
¿No le pidió a Tapia que intentara solucionar las cosas?
En esa semana y media tuve poca comunicación con Héctor. Más no te puedo decir, porque es la información que tengo. Las mismas dudas que tienen ustedes como medio, las tuve yo en su momento, porque era lo que leía y escuchaba. La información directa de Héctor es que no estaban las condiciones para seguir.
¿Le preocupaba que Tapia estuviera arreglando un contrato solo o que se dijera que él propuso seguir sin usted ni Ramírez?
Cuando escuchaba todas estas especulaciones pensaba… no pensaba nada, en realidad. Creo en las personas y creo en las lealtades y las amistades, y no pensaba nada al respecto. Solamente estaba esperando tener comunicación con Héctor. Siempre pensé que Héctor estaba negociando como la primera vez, es decir, por todos.
¿Y está seguro de que esta vez Tapia negoció por todos desde el principio hasta el final?
Como le digo, Héctor me llamó el día domingo para decirme esto, y confío en lo que me dice.
Aníbal Mosa insiste en que sí hubo un acuerdo con Tapia, y que este desistió a último momento. ¿Por qué hay dos versiones distintas? ¿Quién miente?
Claro, como te digo, se han hecho declaraciones y se ha especulado un montón. Con respecto a todo lo que pasó en la negociación y a todo lo que se acordó, no podría decirte nada al respecto porque no participé. Obviamente, las mismas dudas de ustedes también en su momento las tuve.
¿Nunca le preguntó a Tapia si era cierto que estaba dejándolos de lado en la negociación?
No, no, sólo le preguntaba cómo iba avanzando todo, en general.
¿Por qué en ByN pensaban que usted era conflictivo?
Hace mucho tiempo los medios me han tildado de conflictivo. Creo que el principal responsable de todo eso soy yo mismo, porque llevo mucho tiempo sin hablar con la prensa, por una decisión personal. Siempre he privilegiado el trabajo en cancha, me apasiona lo que hago. Sin duda a raíz de todo lo que ha salido se me tilda de conflictivo, pero no es así. Soy una persona con mis convicciones súper claras, generalmente, me he relacionado de muy buena forma con todos mis compañeros de trabajo. Se dijo en un momento que tuve problemas con Felipe Flores y eso es mentira. Mi relación con los jugadores siempre fue excelente. Soy una persona cercana, sensible, de piel, y eso es positivo. También se dijo que tenía conflictos con los directores y eso falso. Nunca tuve problemas con ellos. Al contrario, tuve una buena relación, una relación profesional, en los momentos que tenía que dar mis ideas siempre fui súper honesto y respetuoso en todo sentido. Todo lo que se decía de mi persona me dolía y me ponía triste.
¿Su impasse con Barticciotto ayudó a alimentar esta imagen?
En ese momento dejé de hablar con la prensa por todas las mentiras que hubo sobre ese tema. Ahí decidí no hablar más con la prensa. Ahora que ha pasado el tiempo reconozco que tomé una mala decisión, porque apenas salieron todas estas especulaciones en la prensa debí haber salido a desmentirlas.
¿Se considera de carácter fuerte?
Me considero una persona con convicción y con ideas claras.
Se decía que usted mal influenciaba a Tapia, ¿es así?
Cuando nos ofrecieron hacernos cargo del primer equipo, me propuse ser el mejor ayudante técnico del fútbol, porque ese era mi rol. En base a eso trabajé en toda mi etapa con Héctor. Todos trabajamos entregando lo mejor de cada uno, en este caso para Héctor que era el técnico y para Colo Colo. A la hora de armar el plantel fuimos muy minuciosos en la elección de jugadores. Teníamos a Rodrigo Guerrero, nuestro analista, el mejor de Chile, con el que veíamos a los posibles jugadores. Siempre quisimos lo mejor para Colo Colo. Para nada fui una mala influencia, al contrario, siempre quise lo mejor para el club y el cuerpo técnico… (Sonríe) Me tildaron de conflictivo, del Angel Negro de Tapia, de un montón de cosas y la verdad es que no es así. Soy muy apasionado por el fútbol y llevo una vida entera en la actividad. Amo lo que hago. El nacer en Colo Colo me hizo ser de esta forma.
¿Qué pudieron haber hecho mejor en estos 18 meses?
No nos hemos juntado como cuerpo técnico a analizar este año y medio que ha sido muy positivo. En lo personal pienso que fueron muchos los aciertos que tuvimos. El primer objetivo cuando asumimos era dejar a Colo Colo en el sitial que se merece y eso pasaba por ser campeón. Lo logramos con mucha convicción, entregándonos por entero. Nos llena de orgullo haber logrado la estrella 30, después de cuatro años que el club no ganaba nada.
¿Haberse enfrascado en una disputa con el ex director deportivo Juan Gutiérrez no fue un error? Se dijo que usted era contrario a él y que en esa postura influenciaba Claudio Borghi…
Soy muy respetuoso de la gente con la que trabajamos. No tuvimos ningún conflicto o tuvimos algo en contra de alguien. No había conflicto con Gutiérrez. Sí, obviamente, dentro de los pensamientos, las ideas en el fútbol pueden ser distintas, pero más allá de eso no pasa. Con respecto a lo de Claudio, son especulaciones, no es así.
¿Es verdad que está distanciado con Tapia? Eso parece...
Son especulaciones. Siempre tuve una buena relación con Héctor. Era su ayudante y asumí mi rol como tal, obviamente daba mis ideas con convicción, pero siempre trabajamos en equipo.
Entonces, ¿por qué no se han reunido o explicaron su salida del club en conjunto?
Mira, hablé el domingo con Héctor cuando me comentó que no seguíamos. Hemos tenido poca comunicación, pero no hay ningún problema. Creo que como cuerpo técnico y por todo lo que vivimos en el club nos tenemos que juntar. No ha pasado, pero no porque haya algún problema.
Pensando en el futuro, ¿cuáles son sus proyectos? ¿Qué hará?
Ahora quiero tratar de digerir todo lo que ha pasado este último tiempo. He crecido mucho como persona y como director técnico. Es difícil serlo. Sentía que debía ir paso a paso, pero fue más rápido de lo pensado. Las oportunidades se van dando y uno las va tomando. Me siento muy fortalecido con todo lo que he vivido. La experiencia me ha hecho crecer. Soy director técnico y mi objetivo es dirigir el día de mañana y armar mi cuerpo técnico, pero ahora tengo que digerir este año y medio, que en lo personal ha sido muy positivo. Tengo metas muy grandes. No sé qué va a pasar el día de mañana. A lo mejor armaré mi cuerpo técnico y me pondré a dirigir algún equipo.
¿Junto a Tapia? ¿Solo?
No lo sé, no lo sé, quiero digerir bien lo que ha pasado. Tengo muchos amigos en el fútbol y esto es muy dinámico y siempre se están dando oportunidades.
¿Está preparado para dar el salto como DT en solitario?
Personalmente, me siento preparado. Soy una persona formada en el fútbol. El día de mañana, cuando dirija, se verá si estoy preparado. Me siento con los conocimientos y herramientas para dirigir, con mis convicciones claras.
¿Qué técnicos influyen en sus convicciones?
Tuve grandes técnicos en mi carrera y uno se va formando en base a eso. Puedo hablar de Roberto Hernández, una gran persona y un gran técnico; Jaime Pizarro, lo mismo; también participé en el proceso de Marcelo Bielsa, quien es un técnico extraordinario, que logró cosas importantes en el país. Pero quise dejar para el final a Claudio Borghi, porque para mí Claudio, y siempre se lo digo, es el más grande. Lo defino en cinco palabras: el más grande de todos. Para mí, es una muy buena persona. Cuando lo tuve como técnico viví mis mejores años como jugador. Es un tipo ganador, con convicciones, campeón del mundo, que va para adelante como loco. Lo admiro mucho, me identifico con él, me encantaría lograr lo que él ha logrado como entrenador. En Colo Colo fue tetracampeón y revolucionó el fútbol con su sistema ofensivo y creo que su etapa en la selección chilena fue muy positiva.
¿Trabajaría con él?
Cuando me retiré visité mucho a Claudio en Juan Pinto Durán para aprender cómo estaba trabajando, pero sentía que en el mejor lugar en que podía empezar a trabajar era en Colo Colo. Claudio me apoyó y ahí hablé con Jaime Pizarro. Después Jaime Vera fue sondeado por Colo Colo y Claudio me preguntó si estaba dispuesto a trabajar con él como ayudante técnico, si se daba la salida de Jaime. Me comentó que le gustaría trabajar conmigo. Obviamente, le dije que sí, que feliz lo ayudaba en cualquier sentido, yo encantado de trabajar con él.
¿Cómo sería un equipo dirigido por Miguel Riffo?
Sería muy similar a cómo he trabajado toda mi vida en el fútbol. Crecí en un equipo que no puede especular, que tiene que ser protagonista siempre. Me gustan los equipos que se preocupan más de atacar que de defender, que tienen buena posesión de balón, que juegan bien al fútbol. Me gusta el fútbol ofensivo. Soy un tipo que va para adelante como loco. Soy suicida (ríe).
¿Qué equipo lo interpreta?
Me gusta mucho lo que hacía el Barcelona de Guardiola y el actual. También el Bayern Munich, por su posesión.
¿Tiene algo en contra de Fernando Carvallo?
No tengo nada en contra de Fernando Carvallo. Él es una persona a la que respeto mucho, pero sí somos distintos, vemos de distinta forma el fútbol. A principio de torneo entramos a una oficina Héctor Tapia, Juan Ramírez, Fernando Carvallo y yo, y a él lo vi muy preocupado por la renovación de contrato. En esa reunión, mientras hablábamos de fútbol, él nos comenta de que el torneo pasado hicimos un muy buen torneo, pero no fuimos campeones y que en este campeonato hiciéramos lo mismo: hacer un gran torneo, sin necesidad de ser campeones, y en Copa Libertadores pasar la primera fase y estábamos. Obviamente nosotros queríamos seguir en el cargo, pero nací y crecí en Colo Colo y siempre me inculcaron desde pequeño que debíamos ser campeones. Le dije -de forma muy personal- que no iba a trabajar pensando en la renovación de contrato, sino en ser campeón.
Héctor Tapia lo quiso traer para que trabajara en las divisiones menores, y la verdad es que yo no lo vi trabajando mucho en esa labor. De hecho, hoy aparece como presidente de la Comisión de Fútbol (de Colo Colo) y antes que se hablara de la negociación del cuerpo técnico, él ya estaba en ese cargo, lo que me parece poco ético y contradictorio por cómo se habían dado las cosas. Tapia lo trajo a Colo Colo y es él (Fernando Carvallo) ahora quien se queda adentro. No me calza.
Pero eso también puede ser una señal positiva…
Cuando es nombrado presidente de la Comisión de Fútbol, uno piensa que está todo bien. Lo tomamos como una señal positiva, pero ahora es todo lo contrario. Es muy extraño.
Se dice que Carvallo aconsejó a Tapia renovar solo, ¿qué opina?
Son sólo trascendidos. Yo no puedo opinar respecto a eso.
¿Fue un error cerrarle la puerta a Claudio Bravo?
Voy a poner un ejemplo. Arturo Vidal es un jugador formado en el club también y cuando viene a Chile él lo primero que hace es ir al Monumental a entrenar. El llegaba por su cuenta y entrenaba no más. Nosotros llegábamos temprano al estadio y nos decían "oye, está Vidal en el camarín". Entrábamos al camarín y él estaba. Siempre las puertas de la institución van a estar abiertas para todos. Para Claudio igual. Es un jugador al que quiero mucho, que lo respeto, porque soy amigo de él. Lo conozco desde chico, compartí con él en Colo Colo y en la Selección, es una gran persona. Ese episodio fue complicado. Estábamos en la recta final del torneo, estaba todo lo de los dichos de Julio Barroso. Y todo lo que dijo Claudio es extraño, porque declaró en contra de Julio. Me acuerdo que en ese momento Claudio se comunicó con un jugador del plantel preguntando si podía ir a entrenar. Creo que para solucionar este problema Claudio debió haber ido al Monumental, haberse vestido y si había algún problema se tendría que haber conversado en el camarín, es decir, haber arreglado las cosas conversando. Se armó toda una polémica y en el momento se tomó la decisión como grupo de que era no era lo mejor para así no generar un problema. Fue mejor para todos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.