Mike Medavoy: "Queremos llevar la película de los mineros al Oscar o a Cannes"
<P>El destacado ejecutivo de Hollywood viene a Chile la próxima semana.</P>
Comenzó recibiendo el correo en la oficina de partes de Universal Pictures. Sus conocimientos sobre cine se reducían a las películas del Hollywood de oro que creció viendo en los cines chilenos, entre 1947 y 1957, y a una licenciatura en historia de la Universidad de Los Angeles de California (Ucla). Sin embargo, con poco más de 20 años, eso le bastó a Mike Medavoy.
Antes, su temprana y agitada biografía ya había moldeado su temple: sus padres, como buena parte de los ruso-judíos de los años 30, se habían establecido en Shanghai. Lo hicieron huyendo del antisemitismo y de los progroms de Stalin. Luego, el joven Medavoy pasó su infancia y adolescencia en Chile, entre los seis y los 16 años, huyendo ahora junto a su familia de la Segunda Guerra y de los conflictos internos de China.
Hoy, con 70 años, el productor ya viene de vuelta, anhelando los homenajes a esa infancia, amarrando los cabos de dos películas que miran al pasado: a China y a Chile. La primera es The cursed piano, proyecto basado en la novela A jewish piano de la autora chino-canadiense Bei La. La otra cinta es el ya conocido trabajo sobre la experiencia de los mineros chilenos atrapados en San José, entre agosto y octubre del año pasado.
La película, aún sin nombre ni director, es un trabajo de alto interés para Medavoy, quien retornará por primera vez a Chile desde 1972, el próximo viernes 23 de septiembre. El jefe y creador de Phoenix Pictures viene a agilizar la producción de una obra con guión de José Rivera (Diarios de motocicleta) y que debería filmarse el próximo año.
"Mi idea es llegar con esta película a la carrera por el Oscar del 2013. Si no alcanzamos, lo que es probable, me gustaría estar en el Festival de Cannes de ese año. En un mundo perfecto, empezaríamos a filmar en febrero del 2012. Sin embargo, no lo puedo asegurar. Todo depende de tener lo antes posible un buen guión", cuenta a La Tercera desde su oficina en Beverly Hills.
¿Qué hará en Chile la próxima semana?
Voy a hablar con algunos mineros, daré una charla el día lunes en la Universidad del Desarrollo, pero sobre todo me interesa afianzar la producción. Sería bueno demostrar que en Chile se pueden hacer filmes de envergadura. La única grande que se hizo allá, pero con dinero totalmente extranjero, fue Quantum of solace, de la saga James Bond. Y definitivamente salió muy cara.
El currículum del productor es impresionante: ha participado en más de 300 cintas, de las que 16 han postulado al Oscar y siete se llevaron la estatuilla a Mejor Película. En los años 70 fue uno de los mayores ejecutivos de United Artists y en los 80 creó Orion Pictures. Es decir, fue responsable de la producción de trabajos como Atrapado sin salida (1975), Rocky (1976), Annie Hall (1977). Apocalipsis ahora (1979), Toro salvaje (1980), Terminator (1984) y todas las grandes cintas de Woody Allen de los 80, desde Zelig (1983) hasta Crímenes y pecados (1989), pasando por Hannah y sus hermanas (1986). En los 90, ya desde Phoenix Pictures, estuvo detrás de La delgada línea roja (1998) y recientemente en La isla isla siniestra (2010) y Cisne negro (2010).
¿Qué tan importante es el filme de los mineros en su carrera?
Es muy cercano, porque significa cerrar un círculo. Me crié en Chile y esta película es volver a esa parte de mi vida. No puedo decir que sea el proyecto más importante de mi vida, porque hubo muchos. Lo que sí está claro es que esta película significará mucha presión sobre mi persona. Es el tipo de trabajos por el cual uno siempre saldrá criticado de algún modo. Unos dirán que lo podría haber hecho de cierta forma, cierto actor dirá que quizás él lo habría hecho mejor si lo hubiéramos escogido, otros me criticarán porque no es en español. En fin. Estoy seguro de que escucharé de todo. Además no sólo estoy involucrado yo: es una historia donde se cuentan fundamentalmente las historias de los mineros. Pero, por otro lado, es una película que tengo que hacer y lo haré de la mejor forma. Es mi trabajo.
¿Ha pensado en actores o directores?
Sí, pero prefiero no decir nada. Después, si no los escogemos, pueden preguntar por qué no optamos por ellos. Lo que tengo claro es que no todos los actores serán de la órbita estadounidense. Trataremos de que quienes personifiquen a los mineros sean creíbles. También habrá chilenos involucrados en el filme.
¿Será la película de los mineros o la película sobre la operación de rescate?
Lo principal es lo que les pasa a los mineros. Se contarán sus historias, que no pueden ser las 33, y también las de sus familias . El entorno donde viven es clave para hacer una buena película. En ese sentido, un filme que tengo en mente es Qué verde era mi valle, que dirigió John Ford en 1941 y que contaba la historia de un pueblo minero en Gales a principios del siglo XX.
Usted cuenta en su libro Sólo eres tan bueno como tu próxima película que en Chile iba mucho al cine.
Sí, bastante. Todo el Hollywood clásico, todos los actores de los 40 y 50: Gregory Peck, Marlon Brando, Errol Flynn. Para mí ese es el Hollywood dorado. Es curioso, porque cuando fui a la ceremonia de los Oscar por Cisne negro, todos me preguntaban cómo fue trabajar en los 70 con directores como Coppola, Scorsese o Spielberg. Sin embargo, en esa época yo pensaba que lo mejor de Hollywood era en los 40 ó 50. Y aunque estoy orgulloso de haber trabajado en los 70 con aquellos realizadores, sigo pensando en los 50 como una época maravillosa, Por eso hacer esta película en Chile es tan importante. Es, de alguna manera, reencontrarme con mi infancia.
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