Millenium: llega primer filme de la trilogía de Stieg Larsson

<P>El jueves se estrena en Chile <I>Los hombres que no amaban a las mujeres</I>, primera de las tres cintas basadas en el último fenómeno del policial europeo. En EEUU, a su vez, el productor de<I> Sin lugar para los débiles </I>prepara la versión hollywoodense de las historias de la hacker Lisbeth Salander. </P>




Hace cuatro días la compañía sueca Yellow Bird llegó a un acuerdo definitivo con Columbia Pictures para hacer de la trilogía Millenium, de Stieg Larsson, una superproducción hollywoodense en tres partes, es decir, una producción capaz de competir en el mismo terreno que las cintas basadas en las novelas de Dan Brown. La apuesta de ambas compañías es un asunto de palabras mayores y el productor involucrado es un peso pesado: Scott Rudin, experto en éxitos y adaptaciones de libros, responsable de Sin lugar para los débiles, Petróleo sangriento y Las horas, entre otras.

El éxito planetario de las tres novelas del sueco Stieg Larsson (fallecido en el 2004, sin nunca ver publicadas sus obras) está a un paso de transformarse en un fenómeno de cultura pop en la medida que las adaptaciones estadounidenses de sus novelas masificarán aún más sus tramas de suspenso y escándalos políticos. El cine y la televisión, se sabe, son las cajas de resonancia perfectas para el relato policial y, si hay un lugar donde se ejecuta bien esta ecuación, ese es Hollywood. Otro dato interesante es que el encargado de adaptar Los hombres que no amaban a las mujeres (la primera parte de la trilogía Millenium) es Steven Zaillian, quien ganó un Oscar por La lista de Schindler, fue asesor en Juego de patriotas (cinta basada en la novela de espionaje de Tom Clancy) y estuvo nominado a una estatuilla por Pandillas de Nueva York. Un profesional.

Hasta el momento, la trama de las superproducciones seguiría transcurriendo en Suecia. "No todo estará filmado acá, pero Estocolmo es un núcleo clave de los libros y debe permanecer en las películas. Esperamos terminar el guión a mediados de año y filmar el 2011 para estrenar el 2012", sostuvo recientemente Mikael Wallén, el máximo ejecutivo de Yellow Bird. El productor sueco es un hombre que sabe de lo que habla: en su currículum se inscribe, por ejemplo, la serie Wallander (basada en las novelas de Henning Mankell) y las tres adaptaciones fílmicas realizadas en Suecia a partir de la tríada de Stieg Larsson.

Estas películas fueron estrenadas con muy pocos meses de diferencia en los países nórdicos durante el 2009 y ya se han dado en varios territorios europeos. La primera es Los hombres que no amaban a las mujeres, thriller de dos horas y media, dirigido por el danés Niels Arden Oplev, que ha ganado sobre 100 millones de dólares en el mundo. Se trata de la cinta escandinava más exitosa de todos los tiempos.

La película acaba de entrar a salas a Estados Unidos y desde el próximo jueves se podrá ver en Chile, casi como apronte a la versión con que Hollywood atacará el mundo desde el 2012. Pero ¿qué es lo que este filme nos ofrece? Antes que nada, un paisaje imponente y gélido en las afueras de Estocolmo, captado con la usual prestancia de los directores de fotografía escandinavos.

Tal como sucede en las novelas, es el personaje femenino, la hacker computacional Lisbeth Salander, quien literalmente "se roba la película". El propio hermano del fallecido escritor, Joakim Larsson, ha dicho que quedó impresionado por "la sorprendente interpretación de Noomi Rapace en el rol de Lisbeth".

En la trama, el periodista Mikael Blomkvist (Michael Nykvist) y la joven Lisbeth Salander (Noomi Rapace) unen fuerzas para encontrar el paradero de Harriet Vanger, sobrina del industrial Henrik Vanger, desaparecida hace 30 años. Detrás de este caso se esconde un secreto familiar que revela conexiones con los nazis y donde impera un machismo que parecía superado en una sociedad como la sueca.

En Los hombres que no amaban a las mujeres, Salander es una chica dura de roer, con piercings y tatuajes en todo el cuerpo, siempre vestida de negro, acostumbrada a responder con monosílabos. Tras salir de una clínica psiquiátrica, queda al cuidado de un tutor que administra su dinero y que, para desgracia de Lisbeth, también abusa sexualmente de ella cuando se le da la gana.

Debajo de la alfombra

El director de la película comulga con la misma moral escrutadora de Larsson (conocido activista de izquierda) a la hora de develar ciertas taras de la sociedad de su país. "Si se miran las obras literarias suecas de crímenes y misterios, uno ve que la gente mantuvo una alianza muy oscura con los nazis. Esto ha sido un vehículo para representar al Mal, con mayúscula, en muchos libros. Sin embargo, creo que este país jamás ha tenido una real revisión y confrontación con su pasado, con aquella 'neutralidad' en la II Guerra Mundial que no es la que creen", ha apuntado el director Niels Arden Oplev, con ánimo de polemizar. Hace poco afirmó al diario español La Opinión que "lo de la sociedad sueca perfecta es una ilusión. Larsson también escribió sus libros para criticarla y mostrar su lado oscuro. Suecia muestra superhombres, pero es corrupta, machista y vende armas. La película también ha querido reflejar esta realidad".

A la hora de trasladar las novelas de Larsson a Hollywood es probable que este trasfondo de nazis y familias machistas sea reemplazado por un contexto que resulte más cercano a los estadounidenses. Se habla de que George Clooney o Brad Pitt podrían encarnar al periodista Mikael Blomkvist y que Kristen Stewart (Crepúsculo) o Carey Mulligan (Enseñanza de vida) son serias candidatas a ser Lisbeth Salander. Incluso, algunos medios dan por seguro al director David Fincher (Zodíaco, Los siete pecados capitales) como el futuro responsable de la trilogía. De ser así, se aseguraría el tono sombrío de la película escandinava que, según su director, le debe a filmes como El silencio de los inocentes y, precisamente, a Zodíaco, de Fincher. Así se cerraría perfectamente el círculo.

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