Mineduc dice que padres pueden exigir protocolo de emergencias en colegios

<P>Es obligatorio que tengan un plan que incluya primeros auxilios y traslado a un centro asistencial. Padres deben conocerlo.</P>




En los últimos días, dos escolares murieron en sus colegios. El primero por un ataque al corazón, mientras realizaba una clase de educación física y el segundo por una crisis de asma. Aunque poco frecuentes, este tipo de situaciones ocurre en todo el mundo. ¿Se pueden prevenir estos casos? ¿Son buenos los exámenes preventivos? ¿Qué se puede exigir al colegio?

Protocolo de emergencia

El seremi metropolitano de Educación, Alan Wilkins, dijo a La Tercera que todos los colegios están obligados a contar, en su reglamento, con un protocolo de acción para enfrentar estos casos. Se trata de un documento que debe ser conocido por los padres y apoderados. "El protocolo debe considerar un procedimiento que implica una primera atención de primeros auxilios y el traslado a un centro asistencial, si la situación lo amerita. En este punto, es fundamental que la familia informe al establecimiento si su hijo tiene alguna prescripción médica que implique un cuidado o atención especial por parte del colegio.

Varios colegios particulares tienen convenios especiales con clínicas privadas, un costo asumido por los padres o éstos contratan seguros escolares especiales para emergencias. En los colegios públicos esas opciones se restringen. Por eso, la autoridad dice que es importante que los establecimientos formen redes de apoyo con otras instituciones, "como Carabineros, Bomberos, Cruz Roja, etc., de manera de lograr una acción rápida en situaciones en las cuales el tiempo el vital", dice.

Enfermería en colegios

Respecto de la existencia de una enfermería al interior del establecimiento, Wilkins dice que según lo establece la Circular Número 1 de la Superintendencia de Educación Escolar, los establecimientos educacionales deben tener una Sala de Primeros Auxilios, que tiene que contar a lo menos con una camilla y un gabinete o casillero. No se puede exigir la presencia de enfermeros o paramédicos, pero sí de una persona encargada que haya realizado algún curso de primeros auxilios.

Exámenes preventivos

El cardiólogo pediatra de Red Salud UC, Cristián Clavería, dice que la incidencia de la muerte súbita relacionada con la actividad física es baja. "Se estima que entre los atletas hay casos de uno en cada 300 mil. El tema es el impacto social que provoca la muerte brusca de un deportista o de un niño que se supone es sano", dice.

La mayoría de estas situaciones se debe a defectos cardíacos que tienen que ver con el músculo cardíaco y son un factor hereditario. "Todas las enfermedades genéticas, de nacimiento, son difíciles de detectar, aun con exámenes. En un electrocardiograma se ve la actividad eléctrica del corazón, pero a veces las alteraciones son tan sutiles que no se alcanzan a apreciar. Incluso, un ecocardiograma puede no detectar un desorden a nivel molecular", que se desencadena con el ejercicio, explica el cardiólogo de Clínica Meds, Agustín Gatica.

Por eso, los expertos no aconsejan realizar estos exámenes preventivos de forma masiva, sino en algunos casos: en menores que tengan algún familiar que haya muerto de forma repentina antes de los 50 años. En aquellos que hayan tenido un desmayo o desvanecimiento asociado a alguna situación de estrés o ejercicio, y en los que muestren dolor torácico tras el ejercicio y les cueste recuperar la respiración.

En el caso de los niños que tienen asma, la recomendación es tener al niño con los controles al día, portar siempre sus medicamentos (co-mo su inhalador) y que los padres informen a los profesores de su condición y qué hacer en caso de una crisis (como aplicar puf con aerocámara, por ejemplo). En general, que un niño muera por un ataque de asma no es frecuente. "Los menores con asma saben de su condición y saben cómo tienen que inhalarse, sobre todo si van a hacer ejercicios y lo aprenden desde pequeños", dice Verdugo.

Padres y colegio unidos

Francisco Verdugo, pediatra de Medicina del Deporte de Clínica Las Condes, recalca, sin embargo, que los exámenes y controles sólo permiten disminuir el riesgo de que un evento así ocurra. Por lo mismo, dice que es fundamental que papás y colegios estén coordinados, tanto con medidas a seguir como con el manejo de emergencias. "Ojalá todo el personal del colegio y los cursos más grandes (enseñanza media) reciban capacitación en técnicas de reanimación básica", dice.

Un buen manejo inicial puede salvar la vida de un niño hasta que llegue la ayuda necesaria. La compra de un desfibrilador también puede servir en casos más extremos, según Verdugo. En el Villa María Academy compraron uno este año y está a cargo del personal de enfermería y de los docentes de educación física.

No firmar declaraciones

Algunos colegios están exigiendo firmar a los apoderados una especie de declaración que indique que el niño es apto para la práctica de educación física.

El seremi de Salud dice que eso es "ilegal e improcedente, especialmente si con ello se busca liberar de toda responsabilidad al colegio en caso de existir un accidente que involucre al alumno". Esto, porque los colegios y sus directores tienen la posición de garante respecto de los alumnos que se encuentren en el establecimiento. Por lo mismo, explica, en caso de alguna emergencia, el grado de responsabilidad del establecimiento educacional dependerá de la situación concreta y de los resultados de la investigación de los organismos competentes.

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