Minsal aplicará exitoso plan que previene el alcoholismo
<P>Desde enero, todos quienes se realicen exámenes de medicina preventiva en centros asistenciales deberán responder un test de 10 preguntas para identificar el nivel de consumo de alcohol. La idea es bajar la ingesta problemática, que en Chile genera una de cada 10 muertes en accidentes. Su aplicación en Brasil redujo en 15% las emergencias por este tema. </P>
En los países donde se ha implementado, el programa logró que uno de cada ocho consumidores problemáticos de alcohol dejaran de serlo al cabo de un año. Una estadística nada despreciable, si se le compara con los resultados de tratamientos contra el tabaquismo y la hipertensión. En el primer caso se logran cambios de hábito en uno de cada 20 fumadores y en los segundos, en uno de cada 40 hipertensos.
Se trata de Audit, un test de 10 preguntas sobre consumo de alcohol que desde enero del próximo año comenzará a aplicarse -de forma piloto- en los centros de salud de La Florida y Peñalolén y que desde marzo será parte de la Estrategia Nacional sobre Alcohol del Ministerio de Salud (Minsal) y aplicado en todo el país. "Aunque salga un poquito más lento, queremos hacer las cosas con mayor seguridad", explica el doctor Alfredo Pemjean, médico asesor del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud.
La idea es que embarazadas, enfermos crónicos descompensados (como diabéticos), adolescentes con problemas de consumo de drogas y todos quienes pidan un examen de medicina preventiva, contesten las 10 preguntas que van desde frecuencia en la ingesta, dolores de cabeza, olvidos y remordimientos.
Cada respuesta de la encuesta les entregará un puntaje que los ubicará en uno de los cuatro patrones de consumo de alcohol: responsable, riesgoso, problemático y dependiente. Con los resultados, cualquier profesional de la salud (médicos, enfermeras, kinesiólogos, etc.) podrá otorgarles información, enviarlos a una consejería o, si se trata de consumo extremo, derivarlos a un especialista para comenzar un tratamiento más extenso.
El plan busca identificar especialmente a los consumidores intermedios: el grupo de personas que tiene más conductas de riesgo. "La mayoría de las personas sólo identifica dos tipos de bebedor, el responsable y el dependiente. Con este diseño de intervención se logra identificar a esos bebedores intermedios y evitar que suban en la escala de riesgo de consumo", explica el doctor Hugo Sánchez, asesor de la corporación municipal de Peñalolén en el plan piloto.
Falta detección
El tema no es menor, ya que del total de personas que consultan en salud primaria, cerca de un 40% son bebedores de riesgo y no están detectados. "Si consultan 10 personas, el plan detectará cuatro. Si gracias al plan se interviene a ocho personas, se obtiene un resultado claro en una, a un año plazo", dice Pemjean.
La base del programa son las intervenciones breves. Se hace el test, se ubica al paciente en una categoría y se le deriva a una consejería o consulta, según sus resultados. Eso permite una importante integración entre la atención primaria y la atención especializada en alcohol y drogas, ya que posibilita que cualquier profesional sanitario pueda identificar el patrón de riesgo.
Para el psiquiatra del Conace, Mariano Montenegro, esta herramienta es un gran avance. "Las intervenciones breves permiten actuar frente a los consumidores de riesgo que todavía no son problemáticos", explica y agrega: "Lo más probable es que el próximo año vamos a implementarlas también en consumo de riesgo de drogas en adolescentes y en adultos jóvenes".
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