Miryam Singer, la ex soprano que populariza la ópera en Chile

<P>Dirige un proyecto de $ 179 millones para hacer montajes en todo el país.</P>




En 2008, Miryam Singer (56) estaba lista para un nuevo desafío en su carrera. Hace más de una década que había sumado a su labor de soprano la de reggiseur, haciéndose cargo de grandes óperas: Cosí fan tutte, realizada en 1997 en Santiago y Viña del Mar; Tosca, de 2005, junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, o Carmen y La viuda alegre, en 2002, gratis y al aire libre. Incluso, en 2006 fundó la Opera de Cámara UC, abriendo un nuevo nicho para cantantes, músicos y público. Para Singer no era suficiente: el camino de la ópera debía abrirse aún más a la gente y eso sólo podía lograrse estrechando lazos entre los que estaban detrás de las grandes producciones.

Llamó a sus colegas y, en 2008, postuló a su primer Fondo de Cultura para la asociatividad del fomento de la ópera local. Lo ganó. Junto a la Universidad de Chile, Cátolica y de Santiago lanzó el sitio web operachile.cl y en enero de 2009 organizó el Primer Festival de Opera de Cámara, gratis, reuniendo a unas nueve mil personas en torno a piezas como El rapto en el Serrallo de Mozart.

Hace unos meses, Singer ganó un segundo fondo del Consejo de la Cultura de $ 179 millones. Las actividades ya se pusieron en marcha. En enero se montó en el Centro de Extensión de la UC y con la Orquesta Usach, La flauta mágica de Mozart, a la que llegaron unas 2.500 personas. El montaje irá de gira a regiones en septiembre, gracias a que ahora se unieron al proyecto la Universidad de Talca y de La Serena.

Esta semana se dio a conocer, además, a los ganadores del primer concurso de composición de una ópera de cámara, iniciativa inédita en Chile. Los elegidos fueron el músico Miguel Farías y el guionista Michel Lapierre, con la obra Renca, París y liendres, que deberá estar terminada a fin de año, para montarse a inicios de 2012. Todo eso con los fondos que ganó el proyecto de Singer. "Formarse en la música es igual que comer variado. Necesitamos del pop, del folklore y de lo clásico. Mi anhelo es acercar a toda la gente a la ópera, por eso me gustaría que la obra que ganó se estrenara en Renca, por eso también todos nuestros eventos son gratis. Queremos hacer imposible que la gente se niegue a ver ópera", dice Singer.

Romper íconos

Multifacética e incansable, Singer se formó como arquitecta, soprano y regisseur. Décadas antes también fue costurera y cocinera en un kibutz de Israel. De ascendencia judía, la cantante tenía 19 años cuando decidió vivir en la tierra de sus antepasados. Fueron años de pobreza, donde el único lujo que se daba era asistir a los conciertos de la Filarmónica en Tel Aviv. No era poco. "Allá todo sucede con colores muy contrastantes. Es duro vivir en estado de guerra, pero al mismo tiempo la gente disfruta el día a día y hay mucha vida cultural", cuenta.

De vuelta en Chile a fines de los 70, Singer terminó sus estudios de arquitectura y consolidó una exitosa carrera como cantante en el Teatro Municipal. El director Eduardo Browne fue quien, en 1995, la apoyó para iniciarse como reggisseur con Cosí fan tutte: "No tenía experiencia, pero no dudé en trabajar con ella. Miryam es inteligente, energética y con una vocación social admirable", dice Browne.

Hoy, Singer divide su tiempo entre la docencia, su proyecto de fomento de la ópera y un nuevo cargo como directora de Arte y Cultura de la UC. Además, ya está trabajando en la dirección, vestuario y escenografía de la obra, inédita en Chile, Der káiser von Atlantis, compuesta por el músico judío Víctor Ullman mientras estaba detenido en el campo de concentración de Terezín en 1943. El montaje se exhibirá gratis en septiembre en el Centro de Extensión de la UC, además de dos piezas que montará la U. de Chile: La Médium, de Gian Carlo Menotti, y La Sugestión, de Pablo Castillo en noviembre y diciembre, respectivamente. "Todo arte debiera apelar a criticar a la sociedad, hacer reflexionar, romper íconos. Por eso opté por la obra de Ullman y por eso también elegimos premiar una ópera ambientada en Renca, porque eso es transgresor para un medio que todavía se tacha de elitista, y la ópera es todo menos eso. La ópera es como una máquina de la que yo soy sólo una pieza y hay miles de piezas y voluntades que tienen que calzar. Cuando el director baja la batuta, todos funcionamos para un sólo fin. Es un evento mágico", dice Singer.

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