Morrissey muestra por primera vez su intimidad en biografía
<P><I>Autobiografía</I> debutó ayer en el número uno de Amazon.</P>
Multitudes esperando en las librerías británicas y también en internet, al punto de debutar ayer en el número uno de Amazon. Una publicación envuelta en la incertidumbre de las suspensiones y sin adelantos a la crítica. El ambiente que rodeó el lanzamiento del primer libro del cantante Steven Patrick Morrissey, titulado solamente Autobio- grafía, tuvo carácter de hito, tanto en la industria literaria como musical. Para todo el mundo, el libro está disponible desde ayer (por ahora, sólo en su versión en inglés) y se extiende por más de 400 páginas de revelaciones y recuerdos.
Un vistazo inusual para un músico dado a la reclusión y a evitar las entrevistas, a resguardar su intimidad hasta ahora. La quisquillosa vanidad de la estrella pop que ahora cuenta su vida personal en este libro y revela, por ejemplo, la relación amorosa que tuvo con el fotógrafo Jake Owen, que se extendió por un par de años, cuando el cantante tenía 35 años. "Ni Jake ni yo buscábamos otra compañía más que la nuestra (...) y por primera vez en mi vida el eterno 'yo' se transformó en 'nosotros'", escribe.
La biografía, que recoge historias hasta 2011, se extiende profusamente sobre su infancia en Manchester y una educación casi siempre violenta: "Mientras me seco después de la ducha, (un profesor) el Señor Sweeney se inclina en mi región media para preguntar: '¿Qué es esa cicatriz en tu estómago, Steven? Pero sus ojos apuntan más abajo, y estos son los momentos que te obligan a buscar palabras en el diccionario. Y por primera vez te ves forzado a considerar si eres presa o premio", dice el ex Smiths.
El volumen está salpicado en todo momento por las referencias que moldearon la música de Morrissey, pasando por T. Rex (su primer concierto), David Bowie, The New York Dolls y Patti Smith ("Su descubrimiento fue la razón por la que nunca más pude dejar la música", escribe).
Quiebre en directo
De acuerdo con su autobiografía, Morrissey explica que no hay demasiado misterio para el final de The Smiths, la banda que integró entre 1982 y 1987, atravesada por la torpeza legal desde su génesis: "Firmamos virtualmente todo lo que nos pasaron, sin mirar. No hicimos dinero de las giras, y no tengo idea dónde quedaron nuestras regalías mundiales", cuenta el cantante, sumergido en la primera aventura a Estados Unidos, donde las cucarachas vigilaban el sueño del cuarteto en hoteles de mala muerte. Ya en 1984, su impericia dentro de la industria musical provocaba los primeros roces. "A mis espaldas, Joe Moss (el representante de la banda, después despedido) coercionó a Johnny (Marr), Andy (Rourke) y Mike (Joyce) a cortar al cantante, e invocó todos sus comodines legales para afilar los cuchillos contra el monolito Morrissey (...). Por un rato, todos estuvieron de acuerdo", dice el músico.
El final de la banda también es descrito entre una bruma de paranoia. "De repente, la prensa está llena de historias sobre la separación de The Smiths. Respetando la duda, nos mantuvimos sin comunicación y me senté, mirando la situación detrás de un vidrio (...). Todo era mucho, enfermizo, y los reportes decían con confianza que Johnny había dejado el país para trabajar con Talking Heads".
Morrissey repasa también episodios de trivia, como la oferta que ellos hicieron al productor George Martin para encargarse de The queen is dead, o la relación epistolar con Linda McCartney cuando publicó su primer disco solista ("Si alguna vez quieres hacer una canción por los animales, ponte en contacto. Con Amor, Linda"). O el primer encuentro con David Bowie, quien compartiendo una comida le dice: "¿Sabes? He tenido tanto sexo y drogas que no puedo creer que aún siga vivo". Morrissey responde: "¿Sabes? He tenido tan poco sexo y tan pocas drogas que no puedo creer que siga vivo".
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