Muere el Nobel Seamus Heaney, el último gigante de la poesía irlandesa

<P>Heredero de Yeats y marcado por la violencia del IRA, el poeta falleció ayer a los 74 años. </P>




La política llegó a "hurtadillas" a su poesía, reconoció Seamus Heaney. Hasta los 70, el material de su obra estaba en su tierra, en el paisaje y la historia de Irlanda. Cuando el grupo separatista IRA encendió la violencia en su país, también se apareció en sus poemas. No pudo evitarlo. "Todo mi trabajo es un pulso entre lo lírico y lo cívico", diría Heaney, hasta ayer uno de los mayores poetas anglosajones vivos: falleció a los 74 años en un hospital de Dublín.

Considerado por Robert Lowell como el mayor poeta de Irlanda después de William Yeats, Heaney fue poeta, dramaturgo, traductor y ensayista. En 1995 recibió el Nobel de Literatura por una obra "de belleza lírica y profundidad ética, que exalta los milagros de cada día y el pasado vivido". A la par con el reconocimiento crítico, el autor de Sepelio en Tebas era uno de los poetas vivos más vendidos del Reino Unido.

Hijo de agricultores, Heaney nació en 1939 en una zona rural de Irlanda del Norte y mientras estudiaba, primero en un internado católico y luego en la Universidad de Belfast, fue testigo de la división entre protestantes y católicos que estalló en los 70. Su primer libro, Muerte de un naturalista (1963), un volumen sobre su distancia con la vida de su padre granjero, lo situó a la cabecera de su generación. "No tengo pala/ para seguir a hombres como aquellos", decía en el reconocido poema Cavando.

En 1972, en el año más duro del conflicto de Irlanda del Norte, Heaney dejó su cargo como profesor en la Queen's University en Belfast y fue a vivir en la República de Irlanda. Protestaba de una forma indirecta, como en el libro de ese año Wintering out. "Había una sensación de desperdicio total y de que la violencia era improductiva. Era infame, pero uno vivía con ella. Sólo hasta que se terminó uno se pudo dar cuenta de lo que había vivido", diría Heaney.

Profesor de Oxford y Harvard, traductor al inglés del poema épico Beowulf, su libro Sepelio en Tebas es su versión de Antígona, de Sófocles. Admirador de Pablo Neruda, dijo que "su inteligencia cristalina está envuelta en una capa de retórica, pero esa capa a veces es majestuosa". En 2006 sufrió un derrame cerebral, del que, sin embargo, se recuperó. En su último libro, Cadena humana, Heaney escribió: "Mi pequeña pluma chorreante sigue viajando/ A través de los libros, contra marea y viento,/ Para enriquecer a los estudiosos su acervo:/ Trabajo de pluma que acalambra la mano".

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