Muere Raúl "Papín" Jaras
<P>A los 81 años se despidió una de las leyendas del automovilismo en Chile, quien acarreaba severos problemas respiratorios. </P>
Raúl Jaras Fleischmann falleció ayer producto de problemas respiratorios que padecía después de sufrir una neumonía que comprometió sus dos pulmones. Su salud estaba mermada desde marzo pasado, cuando fue víctima de un derrame cerebral. Tenía 81 años.
En una disciplina como el automovilismo, en la que el país no ha producido grandes figuras, "Papín" fue una de sus principales leyendas, en la época en que los circuitos eran mayoritariamente de tierra y las carreras, largos contrarreloj, y el parque de pilotos era una comunidad férrea de amigos.
Nacido en 1931, desde pequeño se interesó por la velocidad. Sus primeros intentos los hizo en el motociclismo, pero en su familia la idea nunca cayó del todo bien. "Partí con una Douglas inglesa, en el club Green Cross. A mi padre (Raúl Jaras Barros, ex copropietario de La Tercera) no le gustaba mucho que corriera en motos, por el peligro de un accidente", contaba en una entrevista a fines de los 90.
El salto a las cuatro ruedas llegó a los 19 años. Una de sus primeras participaciones fue en la prueba preliminar del Grand Prix que se hizo en Chile en diciembre de 1950 , en el recordado circuito callejero de Pedro de Valdivia Norte. Esa vez, a bordo de un Vauxhall, ganó la serie para carrozados.
Al poco tiempo, su papá decidió apoyar su incipiente carrera y para que se incorporara al Club Universidad Católica le regaló un Chevrolet 50, marca a la que debido a un vínculo familiar, estaría unido durante toda su vida deportiva.
No demoró mucho en transformar su nombre en sinónimo de velocidad en los años 50 y 60. En una época en que competía ante otros insignes, como Boris Garafulic, Bartolomé Ortiz y Jorge Kovacs, Jaras se destacó por sus triunfos a nivel local y sus buenas actuaciones internacionales.
Su mayor rival fue Ortiz. "Bartolomé era uno de los mejores pilotos de aquellos tiempos. Compartimos muchas cosas y siempre luchamos por quién era el mejor", contaría en una entrevista al sitio formula3.cl.
Múltilple campeón nacional en los 60, decidió probar suerte en Argentina en 1969. Logró resultados destacados, pero después de un grave accidente, decide abandonar las tuercas. No fue la única razón, tal como él explicaría con el tiempo. "Fue un año tremendo, pero no pude seguir corriendo, porque a los argentinos no les gustó que les ganara", le comentaría a La Tercera en 1999.
Después regresó para un par de carreras locales, pero su leyenda ya estaba escrita.
Sus restos están siendo velados en la parroquia Santo Toribio, en La Capitanía 473 (Las Condes), y sus funerales se realizarán a partir de las 15 horas de hoy.
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