Muere Shirley Temple, la niña más famosa del Hollywood dorado
<P> La primera chica prodigio en el cine fue famosa por cintas como <I>Ricitos de oro</I> y <I>Heidi</I>.</P>
Fue la primera niña prodigio de Hollywood. Durante la década de los años 30 llegó a superar en popularidad a Clark Gable y Greta Garbo. Ni el Presidente Franklin Delano Roosevelt fue tan fotografiado como ella. Con apenas seis años de edad, Shirley Temple conquistó a toda Norteamérica con su talento para el canto, el baile y también, sin duda, por sus característicos rizos dorados.
"Adorable", probablemente sea el calificativo que mejor la defina. Su fama, que fue monumental -y que rara se ha vuelto a lograr en Hollywood- duró poco más de una década. Pero su imagen infantil quedó registrada para siempre. Su carisma consiguió ahuyentar, por un momento, el fantasma que había dejado la gran crisis económica de 1929.
La noche del lunes 10 de febrero la actriz murió, a los 85 años, en su casa en Woodside, California, por causas naturales. "Le rendimos homenaje por una vida de destacados logros como actriz, diplomática, y lo más importante, como nuestra amada madre, abuela, bisabuela y adorada esposa", señala un comunicado entregado por la familia.
Además de una prodigiosa estrella de la pantalla grande, Shirley Temple se desempeñó también como figura política, principalmente como diplomática.
Nacida el 23 de abril de 1928, en Santa Mónica, California, comenzó su carrera artística a los tres años cuando su madre, Gertrudis, la inscribió en clases de danza en una escuela de Los Angeles. En ese lugar fue descubierta por un cazador de talentos de la compañía Educational Pictures, quien le ofreció su primer papel en la serie de cortos Baby Burlesques. A partir de allí comenzó una carrera ascendente, alcanzando sus puntos más altos de popularidad en películas como Bright Eyes (1934) y La pequeña princesa (1939). En 1934, a la edad de seis años, recibió un Oscar juvenil -creado especialmente para ella- y estampó sus manos en el paseo de la fama. Ganaba US$ 1.250 por semana, equivalentes a US$ 21.000 en dinero de hoy. Sin contar, los miles de dólares que recibió por productos alusivos a su figura, tales como juguetes (que en la actualidad son valiosos objetos de colección), sombreros, vestidos, abrigos y un largo etc. En total realizó 43 largometrajes, además de algunas series para la televisión, como Shirley Temple's Storybook, donde hizo el papel de narradora.
Ninguna participación suya en el cine estaba del todo completa sin la interpretación de alguna canción. Las más populares fueron On the Good Ship Lollipop y Animal Crackers in My Soup, pero su mayor éxito lo tuvo al lado del actor afroamericano Bill Robinson, cuando ambos bailaron en una escalera, en la película de 1935 La pequeña coronela. En 1939 se le ofreció interpretar el papel de Dorothy en el Mago de OZ, pero finalmente se lo quedó Judy Garland.
Hasta los 10 años sus apariciones en la pantalla seguían siendo sinónimo de éxito y taquilla, pero poco a poco los años fueron pasando y el interés del público fue disminuyendo.
Tras matrimonio
Con 17 años de edad, Shirley Temple se casa con un sargento de la Fuerza Aérea de 24 años, llamado John Agar Jr. Incapaz de soportar el éxito obtenido por su esposa, el hombre comenzó a beber en exceso. En tanto, la actriz daba sus últimos destellos en cintas como El solterón y la menor, junto a Cary Grant y That Hagen Girl, donde comparte protagónico con Ronald Reagan. El esposo de Temple intentó empezar una carrera en la actuación y consiguió algunos papeles de reparto acompañando a John Wayne, pero la fama de su mujer la eclipsó. Finalmente se divorciaron en diciembre de 1949.
Poco tiempo después Shirley Temple conoce a Charles Alden Black, un hombre de 30 años de edad, quien decía nunca haber visto una película suya. Se casaron luego de un noviazgo de 12 días y estuvieron juntos durante 55 años, hasta la muerte de él en 2005. Tuvieron dos hijos.
A fines de los 60 Shirley Temple inició una carrera política apoyada por el partido republicano. En 1967 se postuló para ocupar un puesto en el Congreso, pero no ganó en las elecciones. Dos años después, el Presidente Richard Nixon la nombró miembro de la delegación estadounidense en la ONU. Luego fue embajadora en Ghana y ocupó el mismo puesto en Checoslovaquia durante el gobierno de George Bush padre.
Como era de esperar, no todo el mundo cayó rendido ante su encanto. El escritor Graham Greene la calificó como demasiado sexual para sus nueve años y Salvador Dalí realizó un particular retrato usando su rostro.
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