Muere Yasar Kemal, el narrador de las tragedias kurdas
<P>Fue el primer autor turco candidato al Premio Nobel de literatura. Falleció el sábado a los 91 años. </P>
El cineasta Elia Kazan, ganador del Oscar por Nido de ratas, lo describió así: "Kemal es un narrador en la tradición más antigua, la de Homero, portavoz de un pueblo que no tenía otra voz". Turco de origen kurdo, Yasar Kemal hizo de su narrativa un retrato de los desfavorecidos de su país. "Cualquiera que reprima la felicidad del pueblo, estoy contra él con mi arte y con toda mi existencia", dijo.
Candidato al Nobel y traducido a 40 idiomas, Kemal era el autor más popular de Turquía, que ahora lo llora desde el sábado. El autor de El Halcón (1955) murió a los 91 años por una falla multiorgánica, tras pasar dos semanas hospitalizado. "Hemos perdido al árbol más glorioso de Anatolia. Ha dejado un legado firme que pertenece al futuro, era el verdadero escritor mundial de Turquía", expresó el poeta y novelista Enis Batur al diario Zaman.
Junto a Orhan Pamuk, quien obtuvo el Nobel en 2006, Kemal es uno de los escritores más reconocidos de la literatura contemporánea turca. El Halcón incluso llegó al cine con la película Memed My Hawk (1984), dirigida por Peter Ustinov. Ambientada a principios del siglo XX, narra la historia de Memed El Flaco, quien de niño se escapa de la esclavitud y la explotación de un señor feudal y huye a las montañas. Memed se convierte en líder rebelde y regresa a luchar por su pueblo.
Literatura y compromiso
Su obra estuvo estrechamente ligada a la tradición heredada de sus antepasados kurdos y la dura realidad de sus padres agricultores. "No creo en un arte separado del pueblo, mi literatura está al servicio del proletariado", decía. De niño vivió experiencias traumáticas, como la pérdida de visión de un ojo por un accidente. Pero la más fuerte fue haber presenciado el asesinato de su padre a manos de un hijo adoptivo, cuando tenía cinco años. Su carrera como periodista forjó su estilo de fácil lectura e historias basadas en la historia turca. En los 90 fue condenado a 20 meses de prisión, luego revocados, por denunciar la represión de las minorías en su país. Al recibir el Premio de los Libreros Alemanes en 1997, explicó su postura: "Turquía no era una verdadera democracia en los años 40 y 50 y no lo es tampoco ahora. Los kurdos, que poseen una riquísima lengua, prohibida durante muchos años, no tienen derechos democráticos y, hasta que este problema se resuelva, no habrá verdadera democracia en Turquía".
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