Muestra rescata la exploración artística de Gustavo Poblete

<P>El Museo de Bellas Artes reúne 70 obras del constructivista chileno, a 100 años de su nacimiento.</P>




En una época en que los manifiestos, corrientes y etiquetas artísticas estaban a la orden del día, el pintor Gustavo Poblete (1915-2005) supo inscribirse como pionero del constructivismo en Chile, ese movimiento creado en 1918 en Rusia por Kandinsky y Malevich, que acá se desarrollaría con cinco décadas de retraso. No era demasiado tarde. En 1956, Poblete formó el Grupo Rectángulo, en oposición al arte figurativo tradicional que impartía la Academia, el que nueve años más tarde pasaría a llamarse definitivamente Forma y Espacio, con la participación de artistas como Ramón Vergara Grez, Matilde Pérez, Elsa Bolívar y fugazmente Mario Carreño.

Su obra, calificada como "extranjerizante" en su momento, buscaba romper esquemas y unir disciplinas, de ahí su amistad con músicos concretos como León Schidlowsky y Fernando García.

"Fuimos bastante atacados. Fue un pequeña batalla. Planteábamos que el arte debía tener una función social para servir al hombre en las calles, los parques o en la arquitectura y no sólo en museos, tiendas de anticuarios o colecciones privadas", recordaba el artista en 2005. Sólo unos meses antes de morir a los 90 años, el MAC inauguraba la que sería su última muestra.

Ahora, a 100 años de su nacimiento, el Museo de Bellas Artes reúne cerca de 70 obras que recorren la versatilidad de su exploración artística y que incluyen pinturas al óleo, serigrafías, collage con papel, esculturas en madera y objetos cinéticos , en una muestra curada por el hijo del artista, Gustavo Poblete Bustamante. "Por un lado, la crítica le importaba poco, no tenía ojo comercial, le costaba vender, y por otro, el constructivismo ha sido poco valorado en Chile. Hay una deuda tremenda con artistas como Carlos Ortúzar, Iván Vial, Matilde Pérez y el propio Poblete; por reconocer sus aportes a este tipo de arte", dice el curador.

Poblete fue además un ferviente militante comunista, lo que provocó su expulsión en 1973 de la dirección de la Escuela de Bellas Artes de la U. de Chile, y aunque su obra no tenía tintes políticos, sólo una vez verbalizó su dolor, ante la muerte de Marta Ugarte, profesora detenida desaparecida, cuyo cadáver fue lanzado al mar para luego aparecer en la Playa La Ballena, en Los Molles. "Son seis obras que el denominó La vida en el pozo, un paréntesis de su trabajo que se expresó en una explosión de papeles rojos y negros pegados sobre cartón, que ahora se muestran por primera vez", cuenta su hijo.

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