Nadal pensó en dedicarse al golf

<P>Una lesión descubierta en 2005 tuvo al tenista cerca del retiro y de pasar al deporte de los palos.</P>




Como para muchos tenistas, el golf es un pasatiempo para Rafael Nadal. Pero hubo una época en que el número dos del ATP Tour pensó seriamente en dejar las raquetas y dedicarse profesionalmente al deporte de los palos.

Así lo señala en su libro Rafa, mi historia, que se lanzó ayer en Estados Unidos. Al deportista, en 2005, le detectaron una extraña lesión congénita en un pequeño hueso del pie izquierdo (el escafoides del tarso) y, en un principio, los doctores le dieron a entender que tal vez no podría seguir jugando tenis.

"Fue una enorme tristeza. El diagnóstico fue inicialmente como un tiro en la cabeza y me dejó sin apetito por la vida", se lee en el libro autobiográfico, aunque redactado por el estadounidense John Carlin.

La lesión está hoy controlada, "aunque nunca hay que bajar la guardia", agrega Nadal.

Fue su padre quien lo animó a considerar el golf como una carrera y su tío Toni Nadal, quien lanzó la idea de que "Rafael entrene 45 diarios sentado, para disminuir la carga", lo que ayudó a mejorarse.

En las páginas, "Rafa" también habla por primera vez de la separación de sus padres, en 2009: "Estaba deprimido, me faltaba entusiasmo. En la cancha permanecía como un tenista autómata, pero el hombre dentro de él había perdido todo el amor por la vida".

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