National Geographic investiga territorios inexplorados en Chile

<P>Durante las últimas semanas dos equipos independientes han estado trabajando en la zona de Islas Desventuradas y la Patagonia para determinar cómo proteger estas dos áreas, consideradas entre los últimos destinos que quedan sin intervención en el planeta.</P>




En medio del Océano Pacífico, entre islas inhabitadas como las que usaban los bucaneros para ocultar sus tesoros, o en el paisaje de la Patagonia que sobrecoge por su riqueza paisajística y biodiversidad endémica. La larga y diversa geografía de Chile es considerada por los científicos entre los sitios del mundo que todavía albergan lugares inexplorados, con rincones jamás visitados por el hombre en expedición alguna. Dos equipos independientes de National Geographic han estado en Chile durante las últimas semanas realizando precisamente este tipo de expediciones, únicas, pioneras, como las que en el pasado llevaron a descubrir nuevos mundos.

La primera de ellas permaneció tres semanas en febrero pasado en las Islas Desventuradas, como parte de una expedición realizada en conjunto con expertos chilenos de la ONG Oceana, en la que gracias a tecnología de punta descendieron a profundidades nunca antes visitadas por alguna expedición. Entre sus hallazgos, que serán analizados en los próximos meses, se cuentan especies que han alcanzado tamaños inusualmente grandes en la zona. La otra expedición, realizada por dos jóvenes geógrafos estadounidenses, se lleva a cabo en la Patagonia y busca mapear el área donde se desarrolla el proyecto Parque Nacional Patagonia, una iniciativa que intenta proteger esta área de la XI Región, cuna de biodiversidad endémica como el huemul y especies como el guanaco y el armadillo.

Islas Desventuradas

El experto de National Geographic Enric Sala cuenta que el proyecto comenzó a desarrollarse como parte de la iniciativa Pristine Seas (Mares prístinos), que desde 2008 busca mares alejados de la explotación y la intervención humana. "Es como enviar un robot a una luna de Júpiter y esperar a que lleguen las primeras imágenes. La expectación es enorme, ya que no sabemos lo que vamos a encontrar; pero una vez que nos sumergimos, es una mezcla de maravilla y excitación", explica Sala, quien agrega que se buscaba describir en detalle el ecosistema submarino, desde la superficie hasta los 2.000 metros de profundidad. "No existía ningún estudio parecido, así que creemos que el aporte científico será incalculable", dice.

Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana en Chile que codirigió la expedición, cuenta que para poder realizar los estudios se utilizó tecnología de punta, como cámaras submarinas capaces de llegar hasta los 4 mil metros de profundidad y el submarino DeepSee, una nave para tres personas que desciende hasta los 450 metros y que facilita una visión en 360 grados gracias a una cúpula de acrílico transparente. Además, se utilizaron "drop cameras" o cámaras esféricas de cristal que pueden filmar en profundidades superiores a los 4.000 metros.

Muñoz cuenta que una de las cosas que más llamó la atención durante la expedición fue el gran tamaño de peces y langostas, que medían "más de un metro de largo y parecían crecer ilimitadamente". Sala agrega que la principal característica de este inexplorado mundo submarino es su ostensible diferencia con otros ecosistemas visitados previamente por la expedición. "Es como una mezcla entre un mar templado -con lobos marinos y bosques de algas-, con un mar repleto de peces tropicales", explica. Las características geológicas también llaman la atención, ya que el fondo marino exhibe un paisaje volcánico "con vida que parece del espacio exterior", agrega el científico.

Los investigadores esperan poder conocer este ecosistema inexplorado, dimensionar su real valor y saber si está expuesto a sufrir daños por actividades como la pesca.

Mapeando Patagonia

En tanto al sur de Coyhaique, en la XI Región, dos jóvenes geógrafos de National Geographic desarrollan un proyecto para crear el primer mapa interactivo del futuro "Parque Nacional Patagonia", iniciativa privada que busca integrar las reservas nacionales Tamango y Jeinimeni con la ex estancia Valle Chacabuco, de propiedad de Kristine McDivitt, la esposa de Douglas Tompkins. Durante 12 semanas permanecerán en la zona captando fotografías y videos.

Considerado entre los últimos lugares que mantienen su estado natural en el planeta, la iniciativa busca crear una guía que permita recorrer el futuro Parque, a la vez que generar material educativo. Numerosas amenazas se ciernen sobre este ecosistema, entre las que se cuentan la desertificación, la ganadería y los proyectos hidroeléctricos, que según organizaciones ambientalistas podrían alterar el delicado balance natural de esta área. Especies como el armadillo, el huemul, el guanaco y el zorro culpeo son algunas de las que habitan estos paisajes del sur de Chile. El parque busca convertirse en un modelo de conservación, con camping y los senderos que permitirán a los turistas quedarse durante la noche y realizar recorridos.

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