Nepal, paraíso de hippies y montañistas en las faldas del Everest
<P>En los 70, Katmandú se transformó en una suerte de capital del movimiento hippie.</P>
Bernardo Bertolucci, el director del Pequeño Buda (1993), viajó a regañadientes a Nepal en los 70 junto a su esposa. Era la época en que Katmandú era un paraíso hippie, de bajo perfil y a muy bajo costo. Bertolucci estuvo un mes en la capital nepalí, pero también recorrió ciudades como Patan y Bhaktapur. "En 1973, Katmandú, Bhaktapur y Patan eran la meta de un turismo pobre y respetuoso con aquellos lugares. Cuando regresé 20 años después para estudiar la zona y, más tarde, grabar Pequeño Buda, a principios de 1990, había un aeropuerto capaz de recibir los enormes vuelos charter llenos de ese turismo que lo arruina todo", escribió el director italiano (El último emperador), en una columna publicada por La Repubblica.
Desde entonces Nepal ha sido un país de profundos contrastes, donde la pobreza suele quedar relegada por el entusiasmo infinito de los montañistas que llegan en masa a desafiar al Everest y los otros "ocho mil" del Himalaya, como el Lohtse, el Makalu y el Cho Oyu, con postales inigualables.
Con un ingreso per capita que apenas supera los US$ 2 mil, aunque otras cifras hablan incluso de la mitad o menos, Nepal es una nación de 30 millones de habitantes, encajonada entre India y China.
La última década no ha sido fácil. Y no sólo por los desastres naturales, como el devastador terremoto del sábado, que podría haber provocado hasta 10 mil muertos según el gobierno.
Entre 1996 y 2006, Nepal surgió un movimiento insurgente maoísta que dejó 15 mil muertos y forzó la renuncia del rey Gyanendra, en el poder desde 2001 y de estilo absolutista.
Nepal recién alcanzó la democracia, aunque en su estilo, en 2008, año en que se abolió la monarquía y se creó una Asamblea Constituyente que fue disuelta cuatro años más tarde.
La agencia EFE resume así la actual situación política del país. "Las diferencias entre los partidos tradicionales el Congreso Nepalí y el Partido Comunista de Nepal Unificado Marxista-Leninista (UML) de un lado, que gobiernan en coalición, y de otro los opositores Partido Comunista Unificado de Nepal (maoísta) y las agrupaciones regionales han sido incapaces de ponerse de acuerdo en una Carta Magna".
De acuerdo con Transparencia Internacional, Nepal está ranqueada 125 de 175 países en corrupción. En el plano económico, ocupa el lugar 157 de 187 en el Indice de Desarrollo Humano de la ONU. Y como "buen" país del tercer mundo, posee grandes recursos naturales, mal utilizados. Por ejemplo, su potencial hidroeléctrico es de 83 mil megavatios, pero el país sufre enormes problemas de suministro de energía.
Tras el terremoto, la situación podría empeorar aún más. Se teme que el desastre termine costándole el 20% de su PIB o más. La economía de Nepal apenas supera los US$ 20.000 millones. A su vez, el desempleo supera el 40%. Según el Banco Mundial, las inversiones directas extranjeras supusieron un 0,1 % del PIB entre 2004 y 2010. A ello se agrega que un tercio de la actividad económica se genera en Katmandú, la ciudad más afectada por el terremoto de 7,9 grados Richter.
Durante décadas esta nación ha vivido de la agricultura, pese a que sólo el 20% de su territorio es cultivable. De todos modos, este rubro le da empleo al 80% de la población.
"A menos que la tierra se vea afectada por avalanchas, o que los agricultores sufran heridas, este sector puede que no sufra necesariamente un gran daño", dijo a la revista Time Kenichi Yokoyama, director del Banco de Desarrollo Asiático para Nepal.
Sherpas, yaks y yetis
Con el imponente monte Everest y las otras montañas del Himalaya, Nepal recibe millonarios ingresos por el turismo. Cada año llegan a estas tierras nada menos que 800 mil turistas, una parte importante dedicada al montañismo.
De acuerdo con Time, en otros aspectos económicos, el creciente sector industrial -que posee plantas de empresas internacionales, como Coca Cola-, está sufriendo interrupciones en su funcionamiento, a causa de que las fábricas han sido evacuadas de manera indefinida.
La propia ONU reconoce que las cosas en Nepal podrían ir de mal en peor. Se estima que al menos ocho millones se han visto afectados de alguna manera por el terremoto. A su vez, 1,4 millones de personas necesitan alimentos con urgencia. Y la mayor demanda es por agua. Algunos nepalíes se han quejado que el gobierno les ha dado apenas una botella de agua a modo de ayuda, por lo que la frustración está creciendo.
"Enclavado entre el alto muro del Himalaya y las junglas de las llanuras de la India, Nepal es una tierra de picos nevados y sherpas, yaks y yetis, monasterios y mantras", sostiene la popular guía de viajes Lonely Planet. Pero por ahora, en el país reina la incertidumbre.
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