Nepalíes abandonan Katmandú por temor a enfermedades

"Mi hija se fue, desde el sábado. Fue al templo y sólo sé que se ha ido, no se a qué parte, eso es lo que voy a ver", cuenta Ranjiv, un chófer de 35 años, citado por la agencia EFE, que trabaja en una embajada en Nueva Dehli y ha vuelto a Nepal. La situación de la hija de Ranjiv refleja lo que están viviendo muchos nepalíes, que decidieron dejar Katmandú por temor a más réplicas y a que se produzcan brotes de enfermedades. Y están huyendo en buses, camiones y otros vehículos, arriba de los techos o agarrándose como pueden de puertas y ventanas.

Según la policía de tránsito, se estima que 338.932 personas ya abandonaron el valle de Katmandú, mientras que el Centro Nacional de Operación de Emergencia de Nepal eleva a esta cifra a unas 420.000. En la capital viven 1,4 millones de personas.

De acuerdo al sitio de noticias nepalí Ekantipur, sólo ayer se fueron 66.520 personas en 4.592 vehículos. "Estas cifras podrían doblarse en la noche", dijo el jefe de la policía, Jay Bahadur Chand.

De acuerdo con la agencia France Presse, la ausencia de viviendas y el miedo a que se agoten los alimentos, provocó que miles de personas se congregaran ayer al amanecer en la estación de buses para tomar algunos de los dispuestos para la ocasión por el gobierno. Sin embargo, al ver que no había buses se enfurecieron y se enfrentaron con la policía antidisturbios enviada para intentar controlar el caos.

"Llevamos esperando desde el amanecer. Nos dijeron que habría 250 buses pero no ha llegado ninguno", explicó a la agencia, Kishor Kavre, un estudiante de 25 años que quiere marcharse de la capital en ruinas. "Estamos impacientes por regresar a casa para ver a nuestras familias pero no sabemos cuándo vendrán", agregó.

El terremoto 7,9 en la escala de Richter que afectó a Nepal, ha cobrado la vida de 5.027 personas y ha dejado 10.226 heridos. Según datos anteriores, 1.500 personas fallecieron en Katmandú. La ONU calcula que se requieren US$ 415 millones en los próximos tres meses para la ayuda más urgente a los damnificados, que incluye alojamiento temporal, agua, alimentos y atención médica. Unas 4,2 millones de personas necesitan urgentemente agua potable e instalaciones sanitarias, mientras que 1,4 millones requieren comida, afirmó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Según este organismo, ya se produjeron algunas disputas por el agua potable. "El reparto desigual eleva el riesgo de enfrentamiento entre los afectados", afirmó la ONU.

A su vez, el gobierno nepalí admitió que necesita cerca de medio millón de tiendas de campaña. Hasta ahora se han distribuido 4.700.