Neruda, un modelo para armar
<P><I>Gael García Bernal y Luis Gnecco hablan de la película sobre el Premio Nobel. En mitad del rodaje, el personaje aún se construye y probablemente será diferente a todo lo que conocemos. </I></P>
La película Neruda ya lleva cinco semanas de rodaje y la suerte está echada. A estas alturas, Gael García Bernal confía en las decisiones de la mesa de montaje, Luis Gnecco apuesta a que la filmación lo sorprenda cada día más y Mercedes Morán dice que todo está en las mejores manos posibles. "Trabajar con Pablo Larraín es como estar en una película de Lucrecia Martel. Ambos son igual de brillantes", dice la actriz argentina, protagonista de La ciénaga, de la realizadora trasandina.
Los tres actores hacen un pequeño descanso en el frenético rodaje de Neruda, filme que los tiene de protagonistas y donde son, respectivamente, el policía Oscar Peluchonneau, el poeta Pablo Neruda y su esposa Delia del Carril. Es un largometraje de acción, aventuras y suspenso que utiliza la persecución que el gobierno de González Videla desató contra el futuro Premio Nobel para contar una historia de crecimiento interior, de redescubrimiento y, antes que nada, de la invención de un mito. El mito de Neruda tal como lo conocemos.
"Esta película es muy curiosa, pues también habla de otro Neruda. ¿Cómo era en su casa, en la intimidad, de qué hablaba? ¿Qué es lo que le faltaba a esa edad, a los 44 años, cuando era perseguido por el gobierno de González Videla en 1948? Yo creo que le faltaba construirse el mito de sí mismo. Ya era una gran poeta, pero no estaba su dimensión política, que es lo que busca. En ese momento, el tenía ese germen de la reinvención que está en todo artista", cuenta Luis Gnecco en una de las oficinas de la productora Fábula, de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín.
El filme, que ya fijó estreno para el invierno del 2016 y será distribuido por 20th Century Fox, se desarrolla durante 1948, cuando Neruda escribe su Canto General y logra construirse una identidad política como comunista gracias a la influencia de Delia del Carril, su esposa argentina a quien él llamó La Hormiguita. "Pero no es todo solemnidad. Este Neruda es un personaje que está divirtiéndose con lo que hace, al igual que su esposa. El escape por Chile le fascina, se cambia de nombre, falsea su identidad. Es como un juego", agrega Gnecco, que junto al resto de los actores filma en Santiago, Valparaíso, Buenos Aires, el sur de Chile y posteriormente Francia.
Escrita por el dramaturgo Guillermo Calderón, Neruda tendrá banda sonora del músico chileno Carlos Cabezas. En el filme también actúan Alfredo Castro como González Videla y Jaime Vadell en el rol de Jorge Alessandri. En el rol de Delia del Carril, la actriz argentina Mercedes Morán se pregunta: "¿Me parece curioso que no se sepa mucho de ella? Fue una mujer tremendamente importante en la vida de Neruda: lo llevó a ser militante comunista y, antes que nada, lo amó mucho. Nunca se recuperó realmente después que la dejó". También le da una curiosa dimensión pop al autor de 20 poemas de amor. "Era un seductor, un gran actor y jugaba mucho con esto de ser medio niño. Ejercía mucha influencia en todos los que lo rodeaban y tenía algo de Rolling Stone, capaz de congregar a groupies a su alrededor", dice la actriz.
Gael, el policía
A tres años de protagonizar No, donde fue el tenaz publicista René Saavedra, Gael García Bernal retorna a trabajar bajo las órdenes de Pablo Larraín en la piel de otro personaje que es pura obsesión. El policía de Investigaciones Oscar Peluchonneau no para en su búsqueda imposible del poeta de las mil caras. "Es difícil definir a mi personaje. Estamos en la mitad del rodaje, Peluchonneau ha ido cambiando con el tiempo y seguramente cambiará otra vez en la mesa de edición. No sé qué animal va a salir al final y probablemente el único que lo tendrá claro será el propio Pablo Larraín en el montaje. Pero en términos simples y arquetípicos es el tipo al que le tocó perseguir a Neruda en esta época, quien gatilló en la práctica su salida de Chile", explica.
García Bernal coincide con Gnecco en el espíritu libre de la cinta, en su apuesta a lo diferente: "Lo que hacemos acá es transformar esta persecución en una fábula. Es como un divertimento y un carnaval al mismo tiempo. Es lo que siempre ha hecho Pablo (Larraín) en sus películas: darle una vuelta a las historias ya conocidas. Mi personaje se transforma en otra cosa". Enviado especialmente por González Videla a cumplir su misión, Peluchonneau es consciente de que su tarea no es la más popular del planeta. "El hombre cumple con las órdenes y se pregunta 'Bueno, y si lo atrapo, ¿qué pasa? ¿Neruda va preso?'. No era una tarea grata. Por otro lado, en ese tiempo los poetas y los intelectuales tenían otra estatura e influencia. Un escritor en un cargo público tenía en ese tiempo una legitimación que ya no posee. Ahora alguna de esas dos categorías sale dañada: o la de intelectual o la de político", dice. García Bernal además repara en una curiosa coincidencia. "Hace once años vine por primera vez a Chile a filmar Diarios de motocicleta. Era un joven Che Guevara que cruzaba la frontera a Chile en moto más o menos en la misma época en que este policía persigue a Neruda en el límite con Argentina".
Como el testarudo Peluchonneau, García Bernal tiene claro que no está en los zapatos de un tradicional villano. Es más, no es un villano. "Es el antagonista y el perseguidor del héroe. Pero como en toda buena historia policial, es un gran antagonista, alguien que se complementa con el personaje de Neruda. De alguna forma, Peluchonneau quiere que el escape de Neruda sea más desafiante para que su trabajo de persecución sea mejor", dice.
Los métodos de filmación del director chileno Pablo Larraín, se sabe, no son los más ortodoxos. Le gusta trabajar en el camino, reescribir sobre la marcha, crear en la medida de las dinámicas de grupo. Así fue en El club, de alguna forma en No y, por supuesto, en Neruda. El actor mexicano confía en los instintos de Larraín y lo resume así: "Aún no sé donde va a parar todo esto. Sólo puedo decir que vamos cayendo por el piso seis, que nos quedan cuatro más y que todo va muy bien".
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