Nestlé y Soprole crearán alianza que tendrá casi 50% de ventas de yogur y leche líquida

<P> A cuatro años del fallido intento de unión, las firmas anunciaron ayer que insistirán con el negocio.</P>




Después de cuatro años, Nestlé y Soprole -controlada por Fonterra- decidieron intentar unir parte de sus operaciones en Chile. Ayer, presentaron ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) una consulta para concretar un joint venture y unificar sus áreas de productos frescos, leche líquida y queso.

La alianza tendrá casi el 50% de las ventas de yogur y entre 40% y 45% de la leche líquida. Además, captará 18% de la recepción total de leche.

Crearán una nueva empresa, llamada DPA Chile, figura que existe en otros países de la región. Cada socio tendrá 50% de la propiedad y las marcas de los productos se mantendrán. "Con esta alianza podremos entregar nuevos productos a los consumidores, abastecer a más habitantes", dijo el presidente ejecutivo de Nestlé, Fernando del Solar. "Es un modelo exitoso, un joint venture entre iguales y permitirá hacer crecer la producción y el consumo per cápita", agregó el presidente de Soprole, Gerardo Varela. De hecho, esperan duplicar el consumo per cápita de lácteos en 10 años.

En el proceso -que comenzó a gestarse hace seis meses a nivel de matrices-, la compañía suiza fue asesorada por los estudios de abogados Ferrada Nehme e Yrarrázaval, Ruiz-Tagle, Goldenberg, Lagos y Silva. Soprole trabajó con Cariola, Diez, Pérez-Cotapos y Barros & Errázuriz.

De materializarse la fusión, DPA Chile tendrá ventas por US$ 600 millones, que representan el 34% del mercado total que comercializa los productos incluidos en la operación. Soprole aportará unos US$ 450 millones, puesto que el 80% de su negocio entrará en la alianza. Los US$ 150 millones restantes vendrán de Nestlé, donde 9% de sus ventas irá al DPA. Las sinergias preliminares de la unión será de US$ 20 millones al año.

Soprole dejará fuera de la alianza a Prolesur, encargada de abastecer al Servicio Nacional de Salud, y la exportación de leche y queso. Nestlé no incluirá el negocio de leche condensada, en polvo, cremas y otros negocios no lácteos.

Para que la relación sea 50% y 50%, Nestlé cancelará a Soprole US$ 230 millones y aportará algunos activos y marcas. Entre ellos, parte de las líneas de producción de la planta de Macul, que serán trasladadas a la planta de Soprole en San Bernardo.

Medidas de mitigación

Según los ejecutivos, la fusión no generará problemas de competencia. Sin embargo, en Fedeleche rechazaron "categóricamente cualquier gestión tendiente a concentrar aún más el mercado de compra de leche fresca y comercialización de productos".

Un abogado experto en libre competencia dijo que el TDLC deberá fijarse en el poder de la empresa y "mirar el peso que tendrá en la compra de leche, elaboración de productos y presencia en supermercados".

Según las compañías, DPA Chile operará independiente de Soprole y Nestlé. El directorio estará compuesto por personas ajenas a las mesas de las controladoras. Cada firma nombrará dos directores y contarán con tres independientes y las compras de leche se harán separadas.

Un experto en libre competencia afirmó que "al ser Soprole y Nestlé dueños de la empresa, la posibilidad de una coordinación es alta. No creo que el compromiso de una administración independiente y de comprar la leche por separado sea suficiente para el TDLC".

Un abogado ligado a la negociación dijo que no habrá problema, porque "el joint venture se estructuró de tal forma de no tocar los patrones de compra de leche".

Este es el segundo intento de fusión de Nestlé y Soprole. En 2006, Nestlé presentó una consulta ante el TDLC que luego retiró. A juicio de los socios, ahora la alianza debería concretarse, porque las condiciones del mercado han cambiado, pues hay más y nuevos actores.

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