Norte Grande: fallas superficiales pueden provocar sismos de hasta 7°




Hasta hace 10 años, los sismólogos en Chile se concentraban en estudiar los temblores provocados por subducción, es decir, por el permanente choque de las placas tectónicas de Nazca y la Sudamericana.

Sin embargo, esta no es la única forma en que se produce un terremoto. Bien lo sabe Gabriel González, profesor de Geología de la UC del Norte quien, junto a un grupo de académicos nacionales y extranjeros, estudia las fallas superficiales del Norte Grande de Chile.

Los resultados de su trabajo, que serán publicados próximamente, revelan que cuatro de las fallas superficiales que hay entre Iquique y Antofagasta -de unos 15 km de profundidad- pueden originar sismos en esa zona de hasta 7,3 grados.

Para llegar a esa conclusión, los científicos recurrieron a la paleosismología, ciencia que estudia los sedimentos terrestres presentes por siglos en esas grietas y que guardan las huellas dejadas por terremotos ocurridos en el pasado. Esto ha permitido saber, por ejemplo, que los sismos provocados por las fallas superficiales ocurren cada cinco mil a 10 mil años, pues acumulan energía muy lentamente, a diferencia de los ocasionados por subducción, que ocurren cada 100 años aproximadamente.

"Las fallas se mueven a una velocidad de 0,4 milímetros por año, mientras que las placas Sudamericana y de Nazca lo hacen a 65 milímetros por año", explica González. Sin embargo, las fallas pueden acelerar su movimiento tras un terremoto por subducción, como el del 27 de febrero de 2010. La réplica más grande que tuvo, en marzo de ese mismo año, alcanzó los 6,9° y fue por la reactivación de una falla superficial que existía en la zona central, ubicada a sólo 10 km de profundidad. "Estas fallas han sido muy poco estudiadas. Recién empezamos a entender cómo están distribuidas. En Santiago, la más conocida es la falla de San Ramón", dice González.

El experto expuso parte de su trabajo en una jornada donde se dieron a conocer los logros del Laboratorio Internacional en Sismología, creado por el Ministerio de Investigación de Francia y la U. de Chile. Esta última destaca por el estudio de la zona sísmica Constitución-Concepción, que salió tres meses antes que el terremoto; la caracterización de zonas sísmicas, como la Quebrada de San Ramón, y el desarrollo de una red de monitoreo.

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