Noviazgos prolongados: parejas se demoran casi dos años en casarse

<P>Encuesta de U. de Talca dice que, en promedio, están de novios 17,4 meses, y un 14,8% más de 24 meses.</P>




Apenas dejó las maletas en el suelo, Joseph Williams (26) sacó un anillo y le propuso matrimonio a su polola de hace un año, la estudiante de Derecho Gabriela Devoto (25). Él acaba de llegar desde un viaje a Inglaterra. Ella aceptó. Era septiembre de 2009. Cinco meses después se habían arrendado un departamento en Las Condes, donde aún viven. ¿Siente que falta un capítulo en la historia de esta pareja? Sí, es que aún no sucede. "Tenemos fecha de matrimonio para el 9 de noviembre de este año. Les contamos a nuestros amigos y familiares súper rápido, pero al mismo tiempo les decíamos que no era para ese año y que no lo íbamos a organizar inmediatamente. Lo tomamos con calma y todavía no lo vemos como una prioridad", cuenta Gabriela, quien con tres años de noviazgo engrosa la lista de chilenos que cada vez tienen compromisos más largos. Un estudio hecho para La Tercera por el Centro de Estudio de Opinión Ciudadana (Ceoc) de la U. de Talca muestra que actualmente las parejas chilenas pasan comprometidas para matrimonio un promedio de 17,4 meses, mientras que un 14,8% está más de dos años de novio. Entre los que están comprometidos y ya tienen fecha de boda, un 8% lleva más de 24 meses de noviazgo; mientras que quienes aún no tienen fecha para la ceremonia, un 23,3% ya superó los dos años de compromiso.

El fenómeno no es sólo nacional. Según Theknot.com y WeddingChannel.com, el 7% de los estadounidenses dura comprometidos más de dos años y el promedio nacional es de 13,8 meses, en comparación con las generaciones anteriores, que concretaban su matrimonio en seis meses. ¿Las razones? La convivencia, que hoy es aceptada socialmente antes del matrimonio y la búsqueda de estabilidad financiera. "Por lo anterior, estos noviazgos prolongados se han transformado en una nueva etapa de las relaciones. La gente planifica más y toma mayores precauciones cuando se decide", dice Luis Gajardo, director de Sociología de la U. Central.

Despreocupados

Las cifras son claras: ante la consulta sobre por qué han postergado la fecha de la boda, la encuesta de la U. de Talca dice que un 34% responde "porque no tiene apuro". Para Gajardo, esto se debe a que socialmente hoy existe una menor presión para que las personas consoliden sus relaciones, debido a la validación de la convivencia, a lo que se suma la pérdida de control e influencia de los padres en la toma de decisiones de los hijos. De hecho, el sondeo muestra que el 58% de los comprometidos que aún no se casa reporta convivir.

Viviana Salinas, socióloga de la U. Católica, opina que desde la puesta en marcha de la Ley de Filiación en 1999, dejaron de haber incentivos por parte del Estado para casarse, lo que fomentó postergar la ceremonia. "En otros países, como Estados Unidos, el régimen tributario beneficia a los casados o el serlo permite conseguir carta de nacionalidad a los extranjeros, acá no pasa nada de eso", dice.

Solvencia económica

Alejandra Echeverría (29) y Matías Munizaga (33) llevaban siete años pololeando cuando en diciembre de 2007 se comprometieron. Pero surgió un problema. "A los dos meses Matías se quedo sin 'pega' y decidimos postergar el matrimonio. Sabíamos que teníamos que financiar todo y esperamos un momento en que estuviéramos más solventes. Al final, nos casamos en enero de 2010. Fue emocionante por el cambio interno que representa y porque nos costó mucho conseguirlo", cuenta Echeverría.

Su caso representa otra de las razones de los noviazgos prolongados: un 17,3% de los encuestados dice que es por motivos económicos. Es que hoy las parejas quieren tener un buen soporte financiero para afrontar la vida de casados. Salinas explica que estudios en EE.UU. muestran que, por lo mismo, el matrimonio se ha transformado en un símbolo de estatus. "Antes la gente se casaba joven e iba acumulando riquezas, hoy el orden cambió: primero hay que estudiar y comprarse un auto o la casa. Los que logran casarse son aquellos que ya alcanzaron los logros que querían", dice la experta de la UC. Gajardo afirma que el acceso a crédito ha sido clave en el fenómeno: gracias a éste las personas jóvenes pueden tener cosas que antes eran muy difíciles de lograr en el corto plazo. El factor económico no es menor, ya que el 12,7% de los encuestados afirma que han prolongado el noviazgo para ahorrar dinero para la fiesta.

Pese a lo anterior, Susana Ifland, directora de la Sociedad Chilena de Sicología Clínica y especialista de parejas, dice que los noviazgos largos de hoy son positivos antes del matrimonio. "Estoy a favor de hacerlo, ojalá con convivencia, ya que permite a las parejas conocerse. Si después de una experiencia de dos años en el día a día todavía quieren casarse significa que en realidad se quieren", concluye.

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