"Nuestros artistas tienen una regia casa, dentro se cree estar en Europa"




El Presidente Pedro Montt asistió al Centenario de la Independencia de Argentina en mayo de 1910. Al regresar a Santiago, se le diagnosticó una enfermedad relacionada con la arteriosclerosis y nombró a Elías Fernández Albano como Vicepresidente. Viajó a Alemania para consultar especialistas, pero el 17 de agosto el presidente muere sin alcanzar a ver el Palacio de Bellas Artes terminado.

A su vez, Fernández Albano durante la misa fúnebre que se realizó en la Catedral el 26 de agosto, en honor a Pedro Montt, contrajo un fuerte resfrío que se convirtió en pulmonía. Producto de un paro cardíaco, 10 días mas tarde también falleció. Fue el vicepresidente interino Emiliano Figueroa quien inauguraría el Bellas Artes.

El Diario Ilustrado del 22 de septiembre de 1910 sentenció: "Nuestros artistas tienen una regia casa, ese palacio que reúne todas las comodidades y los adelantos en la materia, además de la armonía y belleza de su construcción. Dentro de su recinto se cree estar en Europa, y al asomarnos por los amplios ventanales por donde se filtra la luz suave propicia a los cuadros, vemos las Cordilleras de los Andes, todo el hermoso paisaje de nuestro suelo. La fecha de ayer es grande y se señala el día y la mejor y más intelectual de todas las fiestas del Centenario".

El mismo diario describió los problemas que tuvo su edificación: "Ha tocado la coincidencia de que el edificio quede concluido. Sin embargo, ni aún eso anda a las derechas. Para poder inaugurar en septiembre el palacio, hay que trabajar incesantemente de día y de noche, hay que pagar a los operadores el duplo o el cuádruplo del jornal acostumbrado, hay probablemente que sacrificar la perfección de algunos detalles al plazo angustiado del que se dispone. Ese palacio habrá de ser el centro de muchas fiestas: será lo mejor que tengan que ver los delegados en todo el programa del Centenario. Nada se ha hecho aún para darles aspecto y limpieza a la plaza adyacente a los edificios que miran al palacio. Es difícil -casi imposible- arreglar todo eso en dos meses; años, algo que en nuestra impresión hemos dejado como de costumbre para última hora".

Finalmente, la revista Zig-Zag señala: "Nos ha traído una nota de refinamiento, de esa exquisita elegancia clásica, pasada a través del gusto moderno, que está haciendo furor en París, la ciudad más artística del mundo".

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