Nueva teoría afirma que ancestros del hombre son una sola especie
<P>Estudio dice que diferencias entre <I>Homo habilis</I> y <I>Homo</I> <I>erectus</I> son sólo de apariencia física, igual que en los humanos actuales. </P>
La búsqueda del esquivo eslabón perdido, para así entender la cadena evolutiva que llevó a los antiguos primates a convertirse en los seres humanos modernos, ha provocado hasta hoy el hallazgo de un sinnúmero de especies de homínidos, como el Homo erectus, el Homo habilis y el Homo rudolfensis.
Sin embargo, un cráneo hallado en 2005 en la localidad de Dmanisi, Georgia, por investigadores de la Fundación Georgiana de Ciencias, junto a expertos de EE.UU., Suiza e Israel, podría obligar a reescribir la historia evolutiva de la humanidad.
Un análisis del fósil llevó a los expertos a concluir que los antepasados del hombre no eran diferentes especies de una misma rama, sino que son una misma especie, sólo que con diferencias físicas entre sí.
Una nueva teoría
El estudio, publicado en la última edición de la revista Science, incluyó el análisis del llamado Cráneo 5, descubierto en Dmanisi y que tiene una data de más de 1,8 millones de años.
La pieza fue encontrada entre los restos de otros cuatro ancestros humanos, restos de animales y herramientas, lo que hizo suponer a los expertos que todos estaban emparentados.
Sin embargo, el Cráneo 5, a diferencia de los otros fósiles, tiene un espacio para el cerebro muy pequeño, una cara larga y grandes dientes.
"Si la bóveda craneana y la cara de este fósil hubiesen sido descubiertos por separado, seguramente habrían sido atribuidos a especies distintas", señaló el miércoles, en una conferencia de prensa, Christoph Zollikofer, del Instituto Antropológico de Zurich y uno de los autores del estudio.
Según Zollikofer, hasta ahora, nunca se había hallado una bóveda craneana y una cara larga juntas.
Al comparar este cráneo completo -el de mejores condiciones que se ha encontrado en el sitio- con los restos de los otros cuatro, los científicos determinaron que si bien existían diferencias entre ellos, éstas no eran lo suficientemente extremas como para establecer que eran especies diferentes, sino que sólo serían variaciones estéticas y físicas del Homo erectus, tal como las que tienen los actuales humanos.
"Tras ocho años de análisis entre los cinco cráneos encontrados, concluimos que si bien los restos de Dmanisi son diferentes entre sí, su variabilidad no es tan diferente como la que se puede encontrar entre cinco chimpancés o cinco humanos al azar", agregó Zollikofer.
Los expertos dijeron que ahora los estudios del origen del hombre deben centrarse en la evolución más que en la clasificación.
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