Nueva terapia ha permitido sobrevivir a 35 pacientes con cáncer avanzado

<P>Los pacientes respondieron a la terapia y han logrado una sobrevida superior a cuatro años. El promedio con melanoma avanzado es 11 meses.</P>




Oscar San Martín (58) culpa a su trabajo. Como jefe de obras de una constructora, pasaba todo el día bajo el sol. Un día de 1997, pidió a su mujer que le viera una molestia en la espalda: un lunar del porte de un ojo y de color rojizo le provocaba picazón y sangramiento. El diagnóstico no fue bueno: melanoma, el tipo de cáncer a la piel más agresivo.

La extirpación del lunar mediante cirugía le devolvió a gotas la tranquilidad. Pero nueve años después, dos bultos en la axila izquierda le jugaron una nueva mala pasada. "En el melanoma, como en otros cánceres, las células pueden migrar hacia otros lugares distintos del tejido de origen. En este caso, lo hicieron a los ganglios linfáticos", explica Mercedes López, médico inmunólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la U. de Chile que trató a San Martín. La noticia le tumbó el ánimo a Oscar. Hasta que un doctor le comentó que el Laboratorio de Inmunología Tumoral del Instituto de Ciencias Biomédicas y la empresa biotecnológica Oncobiomed estaban reclutando pacientes para probar un tratamiento de inmunoterapia, que consiste en fortalecer el propio sistema inmune entrenando células específicas para atacar el tumor (ver infografía). No es cualquier terapia: los resultados de los estudios clínicos la posicionan como uno de los tratamientos más prometedores en melanoma y que está ad portas de entrar a la fase 3 de la Food and Drug Administration (FDA), organismo que certifica medicamentos de Estados Unidos.

Oscar aceptó ser "conejillo de indias". "Yo hacía todo lo que fuera por mi salud", cuenta. Se trata de una característica de los pacientes que presentan un cáncer avanzado: "Uno se aferra a lo que sea por seguir viviendo porque tiene una mochila. En mi caso, mi familia".

El pronóstico no era alentador: su cáncer estaba casi en etapa 4, donde casi el 90% de los pacientes recae a los cinco años. Pero contrario a todas las posibilidades, Oscar no ha recaído pasado ya ese tiempo. "Este es un caso excepcional. El parece curado de su enfermedad… aunque en melanoma nunca se sabe", dice la doctora López.

San Martín es uno de los pacientes que se han visto beneficiados con este tratamiento, creado por el equipo de la U. de Chile que dirige el Dr. Flavio Salazar, que fue probado con pacientes con melanoma maligno avanzado. La sobrevida promedio de estas personas no pasa los 11 meses. "Cualquier intervención o droga que se aplique a estos pacientes no supera ese período", explica Carlos Saffie, biotecnólogo de la U. de Chile. Pero la realidad es otra con este tratamiento: el 60% de ellos respondió a la terapia y 35 de los 121 pacientes tratados sobrepasaron los cuatro años de sobrevida con cáncer en etapa 4. El análisis de los resultados indica que los pacientes que responden a la terapia reducen en un 72% el riesgo de muerte en relación con los pacientes que no responden al tratamiento. "De los tratamientos que existen en el mercado, este es el que entrega mayor sobrevida a los pacientes que responden a él", asegura Saffie. El trabajo con TAPCells fue publicado en la versión de abril de la revista Clinical Cancer Research.

El registro es alentador y una nueva prueba de cómo la inmunoterapia se levanta como novedosa línea de combate al cáncer. "La era de las bioterapias empezó y no va a parar. Las bioterapias en general -uso de células dendríticas, de anticuerpos monoclonales o la transferencia de linfocitos- van a ser usadas en 20 años más en todos los cánceres, ya sea como tratamiento solo o, lo más probable, combinado con otros tratamientos", explica López. Los números de TAPCells son muy buenos: en marzo pasado, la FDA aprobó un anticuerpo monoclonal -el nombre del fármaco es Yerboy- basado en el mismo principio de inmunoterapia, pero que en lugar de provocar una respuesta específica del sistema inmune, inhibe una proteína para que no apague la activación del sistema inmune. En sus pruebas demostró entregar una sobrevida de hasta 10 meses, a cambio de US$ 120 mil y que genera efectos secundarios.

Gana terreno

Si la inmunoterapia va demostrando ser una buena salida, la pregunta es por qué no se usa, entonces, en el inicio de la enfermedad. "La prueba de terapias en cáncer se hace en etapas avanzadas porque existen otros tratamientos ya establecidos y tienes que 'pelear' con ellos", explica López. Y el mejor escenario para dar esa 'pelea' es un estado avanzado, pues los nuevos tratamientos contra el cáncer tienen que probar dos cosas: que las metástasis disminuyen o desaparecen y que aumenta la sobrevida de los pacientes. "Mientras antes se hacen los estudios, mayor tiempo de seguimiento se requiere para saber si una terapia logra efectos. En un etapa dos de cáncer, por ejemplo, la sobrevida es mucho mayor y el tiempo de seguimiento se alarga demasiado".

En el caso de la terapia TAPCells, ya pasó las fases clínicas 1 y 2 -se probó que no tiene toxicidad y que hay un efecto real de sobrevida en los pacientes. Ahora viene la fase 3, de prueba en un grupo de pacientes más grande, un paso largo, caro (cerca de US$ 18 millones) y necesario para obtener el visto bueno de la FDA.

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