Obama fortalece su legado tras acuerdo con Irán
<P><span style="text-transform:uppercase">[pacto historico]</span> Con Irán, el Presidente demócrata apeló a la misma estrategia que en su momento utilizó Richard Nixon para acercarse a China en los 70 y Ronald Reagan con la Unión Soviética en los 80. </P>
s una "tradición". Cada Presidente estadounidense tiene su propia guerra, pero también su propio logro diplomático. Así como Richard Nixon normalizó las relaciones con China a partir de 1972, Ronald Reagan selló un tratado de desarme nuclear con Mijail Gorbachov en 1987, cuando la Unión Soviética era el "imperio del mal". En el caso de Barack Obama, no sólo quedará en la historia por haberle puesto la lápida a la "guerra fría" con Cuba, sino que también por el acuerdo que el martes logró concretar con Irán.
Precisamente, al hablar sobre el pacto con Teherán, que podría remodelar los equilibrios geopolíticos en Medio Oriente ya que busca que Irán no construya una bomba nuclear a cambio del levantamiento de sanciones financieras y el embargo de armas, Obama ha citado los logros que en su momento consiguió Nixon y Reagan. Esto, pese a que ambos Presidentes republicanos están en veredas políticas opuestas a las del mandatario demócrata.
En una entrevista con el columnista del diario The New York Times, Thomas Friedman, Obama reconoció que su acercamiento con Irán tuvo la misma lógica que la utilizada por Nixon y Reagan. "Usted sabe, tengo muchas diferencias con Ronald Reagan, pero yo lo admiro por su reconocimiento de que si usted es capaz de verificar un acuerdo que se negoció con el imperio del mal, que estaba empeñado en nuestra destrucción, y que era una amenaza mucho mayor para nosotros que Irán, entonces valía la pena hacerlo", señaló.
"Tengo muchas diferencias con Nixon, pero él entendió que China podría tomar un camino diferente. Usted prueba estas cosas. Es un riesgo que debíamos correr. Es una práctica de sentido común. No es algo ingenuo. Es un reconocimiento de que si podemos resolver las diferencias, sin recurrir a la fuerza, entonces será mejor para nosotros y para las personas de esas regiones", explicó Obama.
En una conferencia de prensa ayer en la Casa Blanca, Obama apuntó a esta misma lógica: "Sin un acuerdo, nos arriesgamos a todavía más guerras en Medio Oriente y otros países en la región se sentirían forzados a perseguir sus propios programas nucleares, amenazando con desatar una carrera de armas nucleares en la región más volátil del mundo".
Aunque el acuerdo se logró también junto a Reino Unido, Francia, Rusia, Alemania y China, el pacto con Irán pone fin a 36 años de tensiones entre Washington y Teherán, generadas a partir de la revolución iraní de 1979 del ayatola Jomeini. Ambos gobiernos rompieron relaciones después de la dramática toma de rehenes en la embajada de EE.UU. en la capital iraní, que se solucionó cuando Reagan asumió la Casa Blanca en 1981.
Según dijo a La Tercera el periodista y autor estadounidense Mark Bowden, autor de La Caída del Halcón Negro y Guests of the Ayatollah, "si tiene éxito es por lejos el mayor logro de Obama en política exterior. Obama será recordado como un idealista pragmático que redefinió la forma en que Estados Unidos usa su poder en el mundo".
"Asumiendo que el Congreso de Estados Unidos no trabajará para socavar el acuerdo de Obama, este logro es un hito en la diplomacia que 'rivaliza' con el acercamiento a China de Nixon", señaló a La Tercera Patrick Tyler, ex corresponsal jefe de The New York Times y autor de varios libros sobre Medio Oriente.
Obama, además, suma a su historial el haber apostado por salir de Irak y Afganistán, aunque no pudo impedir ni la guerra en Siria ni el avance del Estado Islámico. De todos modos, Obama no tiene "su guerra", como si la tuvo Franklin D. Roosevelt con Adolf Hitler, Harry Truman con Kim Il Sung, Lyndon Johnson con el Vietcong, George H. Bush con Saddam Hussein, Bill Clinton con Slobodan Milosevic y George W. Bush con Osama bin Laden.
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