Obama hace gesto a latinos con demanda a sheriff anti-inmigrantes
<P>La ofensiva contra Joe Arpaio se produce en paralelo con el apoyo del presidente a los matrimonios gay, rechazado entre los hispanos.</P>
Discriminar a los latinos y violar sus derechos constitucionales. Bajo estas acusaciones, el gobierno norteamericano de Barack Obama demandó al polémico alguacil (sheriff) de Arizona Joe Arpaio, una decisión que fue aplaudida por organizaciones de derechos humanos y de defensa de los inmigrantes, y que se produjo casi en paralelo con la declaración del mandatario de que apoya los matrimonios entre personas del mismo sexo. Todo ello, en medio de la campaña electoral, en la que el voto hispano puede resultar determinante en los comicios de noviembre, donde Obama busca lograr un segundo mandato.
Como si se tratara de una escena preparada con especial cuidado, el encargado de hacer el anuncio de la querella contra el sheriff del condado de Maricopa -que comprende a la ciudad de Phoenix, capital del estado- fue el fiscal general adjunto para Derechos Civiles que tiene un apellido hispano: Thomas Pérez. "Por lo menos desde 2006 hasta ahora, los agentes del condado de Maricopa han discriminado ilegalmente a los latinos y violado sus derechos constitucionales de numerosas maneras", dijo Pérez. Estas violaciones incluyen "perfilamiento racial de los latinos en detenciones de tránsito, búsqueda y arrestos de conductores y pasajeros latinos, y detenciones ilegales de latinos a través de redadas en hogares y puestos de trabajo", añadió.
La ofensiva del Ejecutivo de Obama contra Arpaio podría empujar específicamente a los votantes hispanos de Arizona a sufragar a su favor y provocar el triunfo del presidente en ese estado, con un voto tradicionalmente republicano (desde 1952, por el único candidato demócrata por el que se ha inclinado este estado es Bill Clinton). Arpaio es conocido en Arizona por sus redadas masivas, por arrestar a personas sobre la base de su raza, color de la piel y origen, y por las malas condiciones de internamiento de sus reos. El "emprendió una práctica de conducta inconstitucional y/o violaciones de la ley federal", explicó el Departamento de Justicia en un comunicado.
También acusa a los agentes de Maricopa de "prácticas discriminatorias en las cárceles contra los reos latinos con escaso conocimiento del inglés, y de represalias ilegales contra los que percibe como sus críticos, que son sometidos a demandas criminales y civiles sin fundamento o a acciones administrativas sin bases".
Arpaio desestimó las investigaciones, asegurando que son una estrategia política del gobierno de Barack Obama. "Me están usando para obtener el voto latino, para mostrar que están haciendo algo" por el tema migratorio, declaró. Pero "no voy a rendir mi oficina al gobierno federal", aseguró. "Lucharé hasta el final".
Arizona, que es el principal punto de paso para indocumentados en la frontera con México, aprobó en 2010 una dura ley contra la inmigración ilegal, que por primera vez determinó esa condición como un delito estatal. La constitucionalidad de esa ley está siendo tratada por la Corte Suprema de EE.UU.
Aun cuando tiene una historia y un perfil conservador, el mapa electoral de Arizona podría estar modificándose de modo silencioso, precisamente por la llegada de los inmigrantes latinoamericanos. Su población está compuesta por un 29% de hispanos, mientras que los blancos son el 56%. Incluso, sólo los descendientes de mexicanos constituyen el 25% de los habitantes de Arizona.
El sheriff está siendo investigado desde 2008 por el Departamento de Justicia, por sospechas de prácticas discriminatorias por motivos raciales y culturales. En diciembre pasado, ese ministerio presentó un informe donde aseguró que tenía pruebas suficientes para asegurar que Arpaio ha mantenido durante años un patrón de conducta "discriminatorio" contra los latinos.
El anuncio de la presentación de la demanda contra Arpaio también podría buscar un efecto de bálsamo entre los votantes latinos, después de que Obama expresara su apoyo a los matrimonios homosexuales. Eso, considerando que el electorado hispano es mayoritariamente católico y se encuentra dividido frente a este tema.
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