Obra del polaco Krystian Lupa expone las obsesiones y los tormentos de Marilyn Monroe
<P>En <I>Persona.Marilyn</I>, el director imagina qué hacía la actriz cuando se cansaba de trabajar y se escondía en el viejo estudio de un amigo.</P>
En sus últimos meses de vida, nadie compartía más tiempo con Marilyn Monroe ni sabía más sobre sus miserias que su psiquiatra, Ralph Greenson. Tanto, que él fue la primera persona a quien llamaron cuando Monroe murió en su cama, por una sobredosis de barbitúricos. El doctor y la paciente se veían a diario en 1962, en la consulta que Greenson tenía en Beverly Hills y en su casa. El psiquiatra no creía en la distancia profesional. Por el contrario, la metió en su familia: él y su mujer cumplían el rol de padres, y sus hijos, de hermanos.
Para Greenson, Marilyn era el gran experimento humano que lo catapultaría al estrellato. Ya se sabe: la cosa no resultó. La combinación letal de fármacos acabaría con sus planes y con la vida del símbolo sexual de la década del 50, muerta a los 36 años.
Marilyn Monroe tuvo varias obsesiones, pero una en especial la atormentaba. Rogaba por que alguien le diera el papel de Grushenka, la prostituta de Los hermanos Karamazov, mujer rebosante de energía, que tenía enamorados a Dimitri y su padre. "En Nueva York, Lee Strasberg quería llevar al teatro la obra de Dostoievski, con Marilyn en el rol de Grushenka, pero nunca hizo la obra. Lo mismo pasó con Arthur Miller, que quiso escribir una adaptación al cine para complacerla, pero el proyecto nunca cuajó", cuenta el polaco Krystian Lupa, autor y director de un acabado estudio del carácter que llamó Persona.Marilyn.
La obra es la segunda parte de una trilogía sobre personajes que comenzó en 2008, haciendo Factory two, sobre Andy Warhol, y que terminó en 2010 con El cuerpo de Simone, sobre Simone Weil. En Polonia, Lupa es un consagrado, pero en el mundo su nombre es superado en fama por el de Jerzy Grotowski, que está lejos de ser santo de su devoción. De hecho, fue escándalo nacional cuando dijo en una entrevista que Grotowski era un "farsante". Hirió susceptibilidades, muchos actores le dieron la espalda, pero al final la calidad de su trabajo pesó más, y esta trilogía apuntaló su fama.
Muchas veces Marilyn no llegaba a los rodajes, porque no tenía ganas de actuar o porque debía ir a ver a Greenson. En los últimos meses, la actriz desaparecía dos o tres días. Algunos sabían que estaba escondida en el viejo estudio de un amigo artista, pero nadie sabía lo que hacía en ese lugar durante su misteriosa ausencia.
Lupa imaginó qué podía ocurrir durante dos largos días de encierro de Marilyn Monroe en aquel estudio. Atando cabos, se le ocurrieron largas discusiones y peroratas sobre Arthur Miller, el alcohol, el cine y, por supuesto, sobre Grushenka: "Marilyn creía que todos sus personajes eran mejores que ella. Con el tiempo, había llegado a la conclusión de que ser actriz era una terapia mucho mejor que el psicoanálisis. Por eso Greenson odiaba a Grushenka, era su competencia".
¿Cuándo empieza a interesarle Marilyn Monroe?
Hace mucho tiempo, cuando estaba enamorado de ella. La idea de llevarla al teatro la tuve por Sandra Korzeniak, protagonista de la obra. Sin ella no la hubiera hecho. En Factory two, Sandra hacía de Edie Sedgwick. En una escena, dos mujeres la miran y dicen: "Mira cómo baila, se cree Marilyn Monroe". Yo quería hacer una obra sobre alguien que quisiera ir más allá de su propia persona, y en ese momento se me ocurrió. Sandra se parece muchísimo a Marilyn, y Marilyn quería hacer a Grushenka para superar la imagen que todos tenían de ella.
¿Cómo es esta Marilyn?
En los 50 y 60 fue un símbolo sexual, y ahora se rescata su lado intelectual, han publicado sus poemas. Como a todo el mundo le interesa Marilyn, aún le buscan nuevas facetas, el drama interior, el origen de su tristeza. Hay muchas cosas profundas de su personalidad que aún no se conocen. Aquí muestro que, además de ser un objeto sexual y una persona sensible, también tenía un lado más oscuro.
¿Y qué ocurre en el estudio?
Ahí, él tenía una cámara. Marilyn dice que está ensayando el rol de Grushenka, pero en realidad se está filmando a sí misma. Eso se ve en la obra, aparece proyectado en el fondo, muy grande, todo lo que la cámara está grabando.
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