Opel adelanta sus planes para los próximos cinco años con los que espera ser rentable
El actual CEO de Opel y Vauxhall, Nick Reilly, anunció esta semana los planes para los próximos cinco años de la filial europea de General Motors, con los que la marca espera volver a ser rentable en 2012.
La información revelada por el alto directivo confirmó que la reestructuración de Opel tendrá un costo de 11.000 millones de euros y significará la pérdida de aproximadamente 8.300 empleos. A su vez, Reilly aseguró que GM otorgará mayor independencia a nivel de desarrollo a Opel.
Asimismo, se confirmó el cierre de la planta belga de Amberes (2.377 despidos), cuya producción del Astra será trasladada a Bochum, Alemania, donde se perderán otros 1.799 empleos.
En tanto, en la fábrica española de Figueruelas, 900 trabajadores quedarán sin empleo. No obstante, ahí se comenzará a fabricar la mayoría de los vehículos basados en la plataforma GSV, que corresponde al Corsa.
Con este masivo recorte de personal, Opel espera reducir la capacidad de producción en un 20%, para poder volver a ser rentable a partir de 2012.
Parte de los 11.000 millones de euros que se invertirán en Opel serán destinados al lanzamiento de nuevos vehículos. Entre éstos, mil millones irán al desarrollo de mecánicas más eficientes, donde cobrará especial importancia el downsizing, tecnologías tipo Start/Stop y el uso de combustibles alternativos.
Además, Opel desarrollará todos sus modelos en Rüsselsheim, mientras que las plataformas que vengan de afuera, será adaptadas por sus ingenieros en Alemania. Según los planes anunciados, de aquí a 2012 el 80% de las líneas de producción tendrán tres años o menos. Para este año 2010 se espera el debut de los nuevos Meriva, Corsa, Astra Sports Tourer, y Movano, mientras que para 2011 está estipulada la renovación de otros cuatro modelos, que acompañarán al Ampera, la versión europea del Volt, que llegará a Europa desde EE.UU.
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