Oscar de la Hoya: "Finalmente logré hacer las paces conmigo mismo"

<P>Después de reconocer su alcoholismo y el consumo de drogas, el ex boxeador asegura estar viviendo un "renacimiento".</P>




Cuatro meses, cinco días y seis horas de sobriedad llevaba Oscar de la Hoya al momento de presentarse en la conferencia de prensa de la pelea entre su pupilo Víctor Ortiz y Floyd Mayweather, una batalla que terminó con un polémico nocaut a favor de "Money", hace más de una semana. Si todo marcha bien, la cuenta del ex peleador estadounidense, ex cantante y actual empresario debiera ir hoy en cuatro meses y 17 días.

Antes de comenzar a enmendar el camino, "Golden Boy" tocó fondo y se lo hizo saber al mundo. Confesó que comenzó a tomar alcohol desde muy niño, cuando servía las bebidas en las fiestas de sus padres y bebía el primer sorbo; que luego se hizo alcohólico y pasó a las drogas, convirtiéndose en un adicto a la cocaína; que ese estilo de vida lo llevó a engañar a su esposa y cometer locuras tales como sacarse fotos vestido con lencería; y que finalmente, después de todo eso, pensó en suicidarse.

Tras siete semanas en una clínica de rehabilitación en Malibú, California, De la Hoya dice estar otra vez feliz con su vida. Un cercano dice que se ve mejor, que ha ganado un par de kilos desde sus últimas apariciones públicas y que su cambio de actitud ha sido notorio. La misma fuente recuerda la fiesta de celebración de Víctor Ortiz cuando ganó el cinturón welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) a Andre Berto, en abril pasado, una ocasión en la que el dueño de Golden Boy Promotions se emborrachó tanto que se subió al escenario a cantar rancheras. "Se le ve mucho más centrado que entonces", dice su amigo.

De la Hoya parece estar ganando los primeros asaltos de su pelea personal y, en ese ánimo, aceptó conversar con La Tercera sobre su difícil momento, pero también sobre la actualidad del boxeo, el deporte que lo llevó a la fama y que hoy lo tiene como uno de sus hombres más poderosos.

¿Cómo ha logrado soportar las burlas del ambiente boxístico después de su confesión? ¿Qué tanto le han dolido?

Ahora nada me afecta. Si me lo hubieran dicho hace cuatro meses, cinco días y seis horas atrás, más o menos, la historia sería distinta, pero ¿quién lleva la cuenta? ¡Maldición! Todos somos humanos y cometemos errores.

¿Cuándo y por qué decidió cambiar la vida que estaba llevando?

Todo lo que he hecho, lo hice por mí mismo. Ahora me siento tranquilo, puedo vivir, puedo respirar... (N. de la R: inspira profundamente y bota el aire). No me importa lo que diga el resto. Por eso admiro a Víctor, porque pese a todo lo que ha vivido (N. de la R: Ortiz fue abandonado cuando niño) no muestra dolor y ha conseguido perdonar a la gente. Es precisamente lo que yo estoy haciendo. Finalmente logré hacer las paces conmigo mismo. Todo lo demás no importa.

¿Todavía se ve como un ejemplo para los peleadores jóvenes como, por ejemplo, Víctor Ortiz?

Víctor me admira porque tuve la valentía de ir al frente y decir las cosas, porque no es fácil hacer lo que yo hice. Además, logré muchas cosas dentro del ring. Nunca me habían mirado de esa forma, es muy inspirador, pero ahora es al revés, sabes. Yo también lo respeto y quiero ser como él, aunque sea mucho más joven, porque es un gran tipo. Estuve con él en su campamento de trabajo y verlo trabajar tan duro me recordó mucho a mí cuando tenía esa edad, cuando peleé con Julio César Chávez, en medio de todas las luces y la expectación, con sólo 24 años. El es joven y tiene mucho que aprender. Michael Jordan me dijo una vez que el día en que dejas de aprender es el día en que debes retirarte. Yo lo hice hasta el final.

Ultimamente ha recibido muchos ataques de Mayweather. ¿A qué se debe tanta enemistad?

No lo sé, quizás piensa que voy a regresar al boxeo. Es verdad que me siento nuevo, como renacido, pero estoy bien así.

Usted también ha cuestionado su invicto por la calidad de los rivales...

Ahora que me encanta decir la verdad, hablar las cosas como son, dejemos las cosas claras. Yo peleé contra tipos que venían cuesta abajo, contra tipos que eran muy pequeños y gané títulos mundiales cuestionables. Esa es la verdad, y mentía porque estaba enfermo de la cabeza. Mayweather es víctima de eso también. Peleó contra (Juan Manuel) Márquez y (Shane) Mosley. Me parece que los expertos usan la calificación de "grandes" con mucha ligereza. Muhammad Ali y Sugar Ray Robinson tienen currículums que no tienen nada que ver con el mío, el de Sugar Ray Leonard o el de Mayweather.

Pero no es de las personas que más quiere dentro del boxeo...

Nunca le he deseado mal, me ayudó a cumplir mi récord de llegar a 2,4 millones de hogares por pay per view. ¿Cómo lo voy a odiar? Por supuesto que no.

Usted enfrentó a Mayweather y a Pacquiao. ¿Quién es mejor?

En términos de técnica y de dificultad para pelear, me quedo con Mayweather. Pacquiao es un boxeador al que le encanta pelear, es temerario, pero se deja abierto y es muy vulnerable. Cuando peleé con Pacquiao vi sus aperturas y no pude aprovecharlas, me di cuenta de que ya había perdido velocidad y me costaba más jalar el gatillo. En el boxeo, te vuelves viejo de la noche a la mañana. Mayweather, en cambio, no te da esas opciones. Si alguien conoce el arte, la ciencia del boxeo, ese es Mayweather.

¿Sabe algo del boxeo chileno?

No estoy informado, pero siempre voy a apoyar a los boxeadores latinos, sean de donde sean.

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