Pablo Larraín llega a Hollywood: negocia para dirigir nueva Scarface
<P> El director de <I>No</I> realizaría el remake del filme que protagonizó Al Pacino en 1983.</P>
Junio de 2009: el periódico The New York Times dedica un artículo ampliamente positivo a Tony Manero, la película de Pablo Larraín que un mes antes había logrado elogios en el Festival de Cannes. Destacan la actuación de Alfredo Castro como el patético protagonista que imita al personaje de John Travolta en Fiebre de sábado por la noche y dicen que es como un Al Pacino de nuestros tiempos. Tres años más tarde, en marzo de 2014, el diario especializado Variety, citando al medio digital The Wrap, informa que Pablo Larraín está en las negociaciones finales para dirigir el dilatado remake de Scarface, la cinta donde Al Pacino exprimió todas sus energías como actor.
Nada suele ser coincidencia en el mundo del cine: Pablo Larraín postuló el año pasado al Oscar extranjero con No y conoció a Hollywood de primera mano. Ahora, al parecer, le llegó la hora de jugar en ese terreno.
Con una carrera meteórica que comenzó paradójicamente con un pie en falso en Fuga en el año 2006, Larraín es el primer chileno que llega a Hollywood por la puerta ancha, dirigiendo películas para los grandes estudios. Está el caso de Daniel Espinosa, que ha hecho filmes con Denzel Washington, pero salió de Chile cuando tenía dos meses junto a sus padres exiliados y tiene nacionalidad sueca.
De acuerdo con lo informado por Variety, la cinta será producida por Universal Pictures, el mismo estudio detrás del primer Scarface, en 1932, y luego de su remake del 83, dirigido por Brian de Palma. Por si los grandes nombres fueran pocos, la producción correrá por cuenta de Martin Bregman, uno de los ejecutivos legendarios del cine policial norteamericano, descubridor de Al Pacino y responsable de títulos como Serpico (1973), Tarde de perros (1975), Carlito's way (1993) y, por supuesto, el Scarface de 1983, donde Pacino interpretó al criminal y narcotraficante cubano Tony Montana.
El guión, que de acuerdo a The Wrap ya tiene su primer borrador terminado, pertenece a Paul Attanasio, nominado dos veces al Oscar por Quiz Show: El dilema (1994) y Donnie Brasco (1997). El protagonista seguirá llamándose Tony, pero la historia se ambientará en nuestros días, concretamente en la ciudad de Los Angeles, donde la población latina ya es mayoría. Este Tony es mexicano, en contraste con el Tony Montana cubano de Miami en la cinta del 83 y el Tony Camonte italiano de Chicago en la de 1932, dirigida por Howard Hawks. Otros tiempos, otros inmigrantes.
La batería de empresas artísticas de Pablo Larraín para el 2014 es extensa, empezando la próxima semana con su debut teatral en la obra Acceso, junto a Roberto Farías, siguiendo en mayo con la ópera Katia Kabanová en el Teatro Municipal y, ya en el segundo semestre, con la filmación de Neruda, su cinta sobre el Premio Nobel chileno.
Latinos en la mira
Aunque en Fabula Producciones, la compañía de Pablo y Juan de Dios Larraín, afirman que el realizador sólo está en negociaciones, los medios estadounidenses dan por hecho la contratación de Larraín como director del filme. En cualquier caso, el rodaje sería después de Neruda, la cinta por la que el autor de Post mórtem obtuvo 166 millones de pesos en el último Fondo Audiovisual y con guión del dramaturgo Guillermo Calderón.
Este tercer remake iba a ser dirigido en principio por el británico David Yates, que logró gran éxito con las tres últimas partes de Harry Potter, pero que ahora acaba de fichar para realizar una nueva versión de Tarzán. La opción entonces quedó abierta a Larraín, que según Jeff Sneider de The Wrap conectó particularmente bien con este nuevo guión. Sin experiencia en Hollywood, Larraín habría impresionado a los ejecutivos a cargo del remake por su visión distanciada y extranjera, capaz de integrar "al personaje y su narrativa".
A diferencia de las anteriores versiones, este Scarface mostraría a un Tony mucho más en comunión con sus raíces latinas, menos desarraigado que Montana o Camonte. Algunos de los actores que se mencionan para el rol son el guatemalteco Oscar Isaac, que protagoniza Inside Llewyn Davis de los hermanos Coen; el colombiano Edgar Ramírez, conocido por hacer del terrorista Carlos El Chacal en Carlos de Olivier Assayas; o Michael Peña, que interpretó al falso jeque árabe Abdula en Escándalo americano, de David O. Russell.
Retratando a compositores frustrados, bailarines psicópatas, funcionarios de la morgue o publicistas del No, Pablo Larraín da ahora el paso a la primera división del cine mundial con un proyecto que seguramente pondrá mucha presión, bastante dinero y grandes esperanzas en sus hombros.
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