Padre de diseñadora asesinada acusa a esposo del homicidio
<P>Familia de la víctima desconocía los problemas de violencia intrafamiliar que sufría en Chile con su marido venezolano.</P>
"Su esposo se dio a la fuga, estaban recién casados. Creemos que fue él, al menos es lo que piensa todo el mundo". De esta forma, Rómulo Pino, padre de Alejandra Pino Araneda (37), responsabilizó ayer a su yerno, Jonathan Gámez Guerrero (37), del crimen de su única hija.
El cuerpo de la diseñadora gráfica -que tenía signos de haber sido estrangulada- fue encontrado el fin de semana al interior de un departamento, ubicado en el 715 de calle Dieciocho, en el centro de Santiago. Ayer, la PDI detuvo a Gámez Guerrero -quien, según la policía, asegura estar demente- en un apart hotel, de calle Gorbea con Avenida España, luego de tres días de búsqueda. Según el comisario Gilberto Opazo, el sospechoso "hasta el momento no está cooperando con la investigación y no reconoce participación en el crimen. Trascendió que Gámez asegura tener un chip en el cráneo, a través del cual es monitoreado desde EE.UU.
Desde Venezuela, el padre de la víctima conversó con
Dijo que el sospechoso "fue su primer novio (estaban juntos) hace más de 20 años, cuando (Alejandra) tenía 17 años". Fue este hecho el que sembró las sospechas de la familia, tras enterarse de que el hombre había abandonado el edificio luego del homicidio.
La relación de pareja, dijo, parecía normal, ya que, incluso, programaron viajes a Estados Unidos y España. Tras ello, "se casaron a principios de agosto (en Venezuela) y se fueron el 3 de agosto para Chile", donde Alejandra quería "ver si podía quedarse (a vivir)", ya que había encontrado trabajo en un call center.
Pero en Chile la relación habría tomado otro rumbro: actos de violencia intrafamiliar habían comenzado a manifestarse. Antecedentes que eran desconocidos por su familia en Venezuela. Es por ello que ya iniciaron los contactos con las autoridades para viajar al país.
"Se están haciendo todos los trámites para viajar (…) igual voy a hablar acá con las autoridades a ver qué pasa", adelantó Rómulo Pino, quien dijo haber tomado contacto con el fiscal de la causa, Ernesto Vásquez, y autoridades venezolanas.
Protección policial
Según la fiscalía, 18 días antes del crimen, la mujer había denunciado a su esposo ante Carabineros, por intentar estrangularla. El suceso habría ocurrido el 3 de octubre pasado.
Pese a la gravedad de los hechos, la víctima sólo presentaría la denuncia tres días después, por lo que se ordenó a Carabineros hacer una ronda periódica por el domicilio, a modo de brindarle protección.
Sin embargo, la mujer se retractó el 10 de octubre y, dos días más tarde, dejaría una carta en la conserjería del edificio, donde se responsabilizaba a sí misma de lo ocurrido: "Fue un problema personal que no debía haber llevado al punto que lo llevé (...) como tengo problemas de bipolaridad actúo sin pensar bien las cosas, sin pensar las consecuencias, de lo cual estoy arrepentida y apenada de lo ocurrido".
Las presuntas agresiones sufridas por la víctima fueron conocidas por compañeros de trabajo, como Abigaíl Bustamante, quien contó que "a finales de agosto y comienzos de septiembre, Alejandra se acercó a mí para contarme que era agredida por su pareja, él decía que por culpa de ella; él estaba sin trabajo en el país y se tardaban en llegar sus papeles". Otro de los antecedentes que posee el fiscal Ernesto Vásquez es la advertencia que la mujer hizo a sus amigos, al decirles que "si no llego en dos días, es porque me pasó algo".
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