Papa reúne a más de 2 millones de jóvenes en vigilia final en Brasil

<P>El evento fue el más masivo registrado hasta ahora en Río de Janeiro durante la visita del Pontífice, que concluye hoy.</P>




La bahía de Copacabana era un abrazo anoche. La playa más famosa de Río reunió a dos millones de jóvenes, según dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aunque algunos medios, como el canal Globonews, elevaron la cifra a tres millones. La última noche de la 28.a edición de la Jornada Mundial de la Juventud fue la etapa de la definitiva consagración del Papa Francisco durante su visita a Río de Janeiro, que se convirtió, según las autoridades brasileñas, en el evento que ha atraído a más visitantes a una sola ciudad en la historia de Brasil (ver nota secundaria).

La vigilia, que comenzó pasadas las 19.30 de ayer en Copacabana, fue la última etapa de una jornada marcada por encuentros con las autoridades civiles y religiosas del país. En la mañana, el Papa Francisco pronunció el discurso más largo de sus cuatro meses de pontificado y lo hizo frente a los obispos brasileños, a los que llamó a reconquistar a los fieles que han abandonado la Iglesia Católica, en clara referencia al avance de las confesiones evangélicas en ese país. "Hace falta una Iglesia que no tenga miedo a entrar en su noche", dijo, según el texto divulgado por el Vaticano, ya que el encuentro se realizó a puertas cerradas. Los comentarios hacen clara referencia al momento que vive la Iglesia brasileña y la baja de la proporción de católicos en ese país y que hoy llega a un mínimo histórico de 64,6%.

El encuentro fue también la oportunidad que encontró el Papa para referirse por primera vez a la Teología de la Liberación, aunque lo hizo sin mencionarla directamente, al decir que la Iglesia brasileña ha aplicado bien el Concilio Vaticano II, pero para ello debió superar "enfermedades infantiles". Hasta ahora, el Pontífice no había hablado del tema e incluso algunos medios no descartaban un encuentro con uno de los referentes de la Teología de la Liberación en Brasil, el ex sacerdote Leonardo Boff.

El Papa Francisco aprovechó además la cita para insistir en su llamado a una Iglesia más activa y sencilla y pidió a los obispos salir a las calles, nadar contra la corriente cultural y dar un tratamiento de invitados VIP a los pobres.

Luego, en un encuentro con la sociedad civil brasileña, pidió rehabilitar la política, que calificó como la forma más alta de caridad y defendió la laicidad del Estado.

El evento cúlmine de la jornada, sin embargo, se realizó en Copacabana, donde desde temprano comenzaron a llegar los asistentes para la vigilia final de la Jornada Mundial de la Juventud. Durante la cita, el Papa -que inauguró la vigilia y se retiró cerca de las 22.00- hizo referencia a las recientes manifestaciones de jóvenes tanto en Brasil como en otras partes del mundo. "Los aliento a que, de forma ordenada, pacífica y responsable, motivados por los valores del Evangelio, sigan superando la apatía y ofreciendo una respuesta cristiana a las inquietudes sociales y políticas", señaló durante su mensaje, en el que los conminó a no dejar que otros sean "los protagonistas del cambio".

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