Pareja de Stieg Larsson detalla la creación de las novelas Millennium
<P>No fue su esposa, pero por 32 años Eva Gabrielsson vivió con el autor sueco. En un libro narra su historia.</P>
Balas. A inicios de los 90, Stieg Larsson recibió un sobre con balas. Eran días duros. Cada noche, al llegar a su departamento, en el contestador telefónico lo esperaba un mensaje: "The vamos a arrancar la piel a tiras". Grupos fascistas lo tenían en la mira. Junto a Anna-Lenna Lodenius, Larsson había publicado el libro La extrema derecha y los retratados en el texto le respondieron: Storm, una revista ligada al neonazismo en Suecia, publicó su foto, sus teléfonos, su número de seguro social. "¿Hay que ocuparse de él?", preguntaba la publicación.
Larsson tomó precauciones, pues los nazis suecos iban en serio: en los 90 mataron a más de 15 personas, algunos periodistas. Además de instalar una puerta blindada con código numérico en su casa, decidió mantenerse soltero. Supuso que así sería más difícil de localizar: las pistas de su privacidad (su dirección, sus cuentas, etc.) estaban a nombre de su pareja, Eva Gabrielsson.
La decisión tuvo una consecuencia inesperada: después de la muerte de Larsson, en 2004, y tras convertirse en una estrella mundial gracias al éxito de su trilogía Millennium, Gabrielsson no ha visto ni un peso de los más de 40 millones de ejemplares de los libros vendidos. Pese a que estuvo 32 años junto a él, su legado hoy está en manos de su padre y hermano.
El caso ha desatado una larga discusión pública y legal entre la familia de Larsson y Gabrielsson. El último disparo vino desde ella y se llama Millennium, Stieg y yo, libro publicado en enero pasado y hoy disponible en Chile en su versión digital, a través de www.buscalibros.cl
Rompecabezas
Libro autobiográfico, Gabrielsson reconstruye su vida con Larsson, entrega un retrato íntimo del autor y narra cómo surgieron los elementos para la saga de Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander. Va más allá: dice que el universo de la serie es tan de Larsson como suya.
"Estos libros son el rompecabezas de nuestras vidas, de ahí que no pueda procesar con exactitud qué cosas proceden de Stieg y cuáles de mí", escribe Gabrielsson. "Los azares de la vida quisieron que fuera Stieg, y no yo, quien reuniera todos estos elementos y los convirtiera en literatura", agrega.
Los 90 fueron pesados para Larsson. Trabajó más de la cuenta como periodista para la agencia TT y luego creando la revista Expo. Dormía poco, tomaba mucho café. En 1997 encontró un tiempo y escribió un relato sobre un anciano que todas las navidades recibe una flor. En 2002, en vacaciones, lo retomó. En los dos años siguientes, escribió noches y fines de semanas hasta terminar los tres tomos y un poco de un cuarto inédito.
Según Gabrielsson, en Millenium se puede rastrear la biografía y las obsesiones personales de Larsson. Hay referencias a sus abuelos, con quienes creció, a su apoyo al feminismo, a su revista Expo y hasta a los cafés que frecuentaba en Estocolmo. El plan era escribir más de cinco volúmenes. Sólo alcanzó a empezar el cuarto: Gabrielsson revela que escribió cerca de 200 páginas. "Lisbeth acaba liberándose de sus fantasmas y enemigos", cuenta, y explica que en el libro, provisoriamente llamado La venganza de Dios, la joven se venga de todos quienes alguna vez la dañaron. Este texto está hoy en el computador que Larsson llevaba el día de su muerte, del que Gabrielsson no da pistas dónde se encuentra.
Larsson murió a los 50 años de un ataque al corazón tras subir siete pisos para llegar a Expo. Quizás habría querido otra muerte: en 1972 viajó a Africa para apoyar a grupos de izquierda en la Guerra Civil de Etiopía. Antes de partir le dejó una carta a Eva. "Este viaje puede acarrearme la muerte, pero se trata de una experiencia que debo vivir. No he nacido para quedarme sentado en un sillón. No soy así", escribió.
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