Paseos en burro son tradición de verano en Cachagua

<P>Por 34 años los animales han sido uno de los panoramas favoritos de entretención para los niños y sus padres. Diputados, actores y hasta los nietos del Presidente electo han recorrido así las calles del balneario.</P>




Tiene dos años, mide poco más de un metro, pero Antonio está listo sobre la montura para jinetear un burro. Tal como lo hicieron su hermana y su madre cuando tenían su edad, el pequeño dará un paseo en uno de los 25 asnos que dan nombre a la Plaza de Los Burros, en el balneario Cachagua, en Zapallar.

Es toda una tradición, y bien saben de eso los más de 200 niños que, junto a sus papás, hermanos o nanas disfrutan a diario de paseos en la avenida Los Eucaliptos. "Son espectaculares los burros, mansitos para los niños, entretenidos, bonitos. A los niños les gusta mucho y esta tradición es de toda la vida en Cachagua. Yo anduve en burro y ahora traigo a mi hijo, que está en su primera experiencia", cuenta Catalina Achurra, madre de Antonio. Y no es la única.

Andrea Valdivieso hace 34 años que veranea en el balneario, y entre sus fotos guarda sus primeras experiencias jineteando a uno de estos animales: "Ahora traigo a mis dos hijos, Matías (5) y Tomás (3). Esto es seguro, son tranquilos, los relaja y es un paseo ideal para días nublados".

Hace más de tres décadas que Mario Torres, "el señor de los burros", comenzó la tradición gracias a su padre. "Mi papá tenía un burrito y yo salía a pasear en él. Un día un turista me lo pidió para dar una vuelta y me dio propina. Así empecé". Ahora tiene 25 asnos.

"He paseado a los papás y ahora a sus hijos. Espero alcanzar a pasear a los nietos", dice Torres, quien orgulloso recuerda a algunos de sus clientes, como los hermanos diputados Tomás y Patricio Walker, a la actriz Javiera Díaz de Valdés, e incluso, a dos de los nietos del Presidente electo, Sebastián Piñera, Diego y León. "Siempre vienen aquí (los Piñera), me hacen el pedido de burros por teléfono. Estuvieron antes de las elecciones. Es una tradición aquí en Cachagua y ojalá que nunca se termine", agrega. Y así lo ha entendido también el municipio zapallarino, que ya instaló en el lugar bebederos para los animales y de a poco ha mejorado la plaza.

A diario, asegura, son más de 200 niños los que pasean con sus familias. El se ocupa de amansar los animales para que queden dóciles para los niños, papás y abuelos que se atreven a montarlos. También lleva a las crías, a las que los niños regalan sus chupetes para no volver a usarlos más: "El verano pasado junté 30 chupetes".

Los paseos en Cachagua van desde los $ 500 la vuelta por la plaza, hasta $ 3.500 por una hora de caminata que puede extenderse por las calles de tierra del balneario.

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