Paulo Garcés: "Con Pizzi no había ninguna relación"

<P>El portero habla por primera vez de su salida del cuadro cruzado, club al que deja luego de 12 años y donde se formó como futbolista.</P>




Paulo Garcés ya no es más jugador de Universidad Católica, club al que llegó cuando tenía 14 años. Hoy tiene 26 y, en la intimidad de su hogar, se relaja y reconoce a La Tercera que le hubiese gustado irse de otra forma, por todo lo que entregó. Pese a lo anterior, no habla con rencor de la que fue su casa.

¿Cuáles son las sensaciones ahora que ya no pertenece a la UC?

Son muchas, porque son 12 años de un trabajo hermoso, donde hubo cosas muy lindas y otras bastante feas, pero me han dicho mis familiares que hay que quedarse con las cosas bonitas. Obviamente que me hubiese gustado irme jugando y con el bicampeonato, o estando ahí. Lamentablemente, no se dio nada de eso y me voy triste.

¿Le sorprendió que el equipo perdiera el título ante la "U"?

Me sorprendió el resultado. Hace tiempo que no nos hacían cuatro goles. Nunca esperas algo así después de un torneo tan bueno. Nos equivocamos todos. Si estás jugando una final de los playoffs no puedes dar tantas ventajas.

¿Cuál es su balance del semestre?

A principios de año pensé que con suerte iba a jugar dos o tres partidos. Me tocó actuar ante O'Higgins, donde atajé dos penales y después jugué bien contra Caracas. Maduré mucho como arquero y pensé que este semestre sería mío, que iba a lograr cosas importantes en el club y en lo personal. Lamentablemente me tocó vivir lo más malo de mi carrera, que fue cometer dos errores en la ida ante Peñarol y por lo cual se me crucificó. Lo pasé verdaderamente mal. Me quedó ese gusto amargo de que el último partido que jugué fue ante Peñarol, donde fuimos eliminados.

¿Por qué no renovó en el club?

Es que al momento de negociar marca la diferencia si estás jugando o no. Empezamos a conversar antes del partido con Peñarol, cuando andaba bien, pero después se complicó, porque perdimos la clasificación y todos me apuntaron a mí. Ahí las conversaciones se cerraron. Esto es así. Me dolió harto, ya que fue cuando estaba madurando y había hecho un buen torneo.

¿Se siente poco reconocido?

Me voy con el reconocimiento de la gente y de mis compañeros. Marqué un hito en la Católica, según lo que me dicen los hinchas. Quiero quedarme con lo bueno, porque si me quedo con lo malo estaría amargado siempre. Sí creo que ha pasado mucho tiempo sin un ídolo para la UC. El último fue Mario Lepe. De ahí ha habido varios jugadores que se fueron porque se sintieron poco valorados. A lo mejor me valoraron en algún aspecto y en otro no, pero sí me voy con la valoración de la hinchada y de mis compañeros.

Pero no se fue de la mejor forma...

Me hubiese gustado irme en la cancha, porque llegué a los 14 años y le entregué casi toda mi vida al club. Me hubiese gustado estar en la final, quería estar ahí vestido, aunque fuese en la banca, para despedirme de mis compañeros, de la gente, vestido de arquero, como lo soñé siempre.

¿Qué sintió cuando se enteró que no estaba citado para el último partido?

Sentí muchas cosas: rabia, impotencia, no entendía por qué estaban haciendo estas cosas. Sentí que el fútbol era injusto, porque no encontraba el motivo para que el cuerpo técnico me dejara afuera. En esos momentos uno lo único que siente es injusticia.

¿Le dieron explicaciones?

No. Nada. No las pedí tampoco.

Pero, entonces, ¿qué pasó?

No sé. De hecho, llamé por teléfono al "profe" para preguntarle si había algún motivo y me dijo que era decisión técnica y ante eso no pude decir nada. El decide y hay que acatar sus decisiones, aunque uno no las comparta.

¿Por qué cree que no lo citaron?

Hay muchas cosas. Primero, pierdo el puesto ante Peñarol y, a lo mejor, la expulsión ante Unión La Calera le dio a entender al profesor que yo no estaba metido en el equipo.

¿Cómo era su relación con Pizzi?

Es que no había relación con él. Es un "profe" distinto a todos los que he tenido. Es de pocas palabras. No está conversando contigo todo el día o dándote explicaciones. Es uno de los técnicos más distantes que he tenido, pero es su estilo, lo dijo cuando llegó, que iba a ser así porque en su carrera vio que eso daba resultados.

¿Piensa que Pizzi debió apoyarlo más en los momentos difíciles?

Es que nunca me lo esperé porque sabía como era él. Quizás si hubiese sido Marco Antonio Figueroa, que lo conozco mucho y sé cómo es, me habría extrañado que fuese distante, porque es más cálido y cercano con los jugadores. Pero como ya conocía al "profe" Pizzi me esperaba que no estuviera al lado mío para darme fuerzas. Sólo dijo que los partidos los pierden y los ganan todos.

¿Siente que se va con una deuda?

Me gustaría volver a la UC algún día, más maduro, para ganar cosas importantes con el club, porque la gente se lo merece. Quiero sacarme una "espinita" que tengo, porque fui dos veces campeón sin jugar la final. En 2005 jugué un solo partido y en 2010 lo hice la mayoría del torneo y me perdí los últimos. Me gustaría levantar la copa jugando y ganar la Libertadores con la UC.

Tiene razón, el año pasado también perdió el puesto al final del campeonato, ¿cómo se asimilan esos momentos?

Es complicadísimo asumir esas situaciones. En 2010 estaba mucho más cabro chico y reaccioné de forma inadecuada. Esta vez comparto más la decisión, porque yo perdí el puesto en la cancha. Me lo gané en la cancha a principios de año y lo perdí por no rendir de acuerdo con las expectativas. Igual soy de los que piensa que en los momentos malos se debe respaldar más a los jugadores, pero bueno, se tomaron las decisiones que se tomaron, y lo que más me dolió fue no estar citado para el último partido, que para mí era muy importante.

¿Se siente culpable de la eliminación de la Copa Libertadores?

Me siento culpable y me voy a sentir siempre culpable de no haber llegado a la semifinal. Todavía queda esa sensación, porque más encima está Peñarol en la final.

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