Controversia en Italia por visita de Benedicto XVI a sinagoga de Roma
Gran polémica está provocando en Italia la visita que el Papa Benedicto XVI realizará hoy a la sinagoga de Roma, la segunda de un Pontífice, luego de que Juan Pablo II lo hiciera en 1986. Esto, debido a que la comunidad judía en la península itálica manifestó su "decepción" con el Vaticano por el rápido proceso canónico del pontífice Pío XII, considerado por la religión hebrea como cómplice de los crímenes del Holocausto. Lo anterior se suma al malestar que provocó hace algunas semanas la restauración de la plegaria de Viernes Santo, suprimida después del Concilio Vaticano II, en la que se pide la "conversión" de los judíos al catolicismo, la cual debió ser modificada por el Vaticano.
Aunque esta es la tercera vez que el Papa visita un templo judío, la de hoy ocurre después de que el Vaticano reconociera "virtudes heroicas" a Pío XII, paso previo para su canonización. Ante esto, la comunidad judía italiana expresó su malestar mediante un comunicado divulgado ayer y firmado por el rabino en jefe de Roma, Riccardo Di Segni, el presidente de la Unión de Comunidades judías italianas, Renzo Gattegna y el presidente de la comunidad judía romana, Riccardo Pacifici. En la carta, las autoridades hebreas expresaron sus críticas a Pío XII por sus "silencios" ante la deportación de judíos ocurridos en Roma durante 1943. "Recordamos el tren con 1.021 deportados que el 16 de octubre de 1943 partió hacia el campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, desde la estación Tiburtina de Roma sin que el Papa hiciera nada", subrayó el comunicado.
A pesar de esto, Benedicto XVI defendió el proceso de Pío XII, afirmando en muchas ocasiones que el antiguo pontífice condenó siempre el nazismo, que su silencio fue para salvar el mayor número de judíos y que la Iglesia Católica alojó en sus conventos a muchos hebreos. Ayer recordó que "el fin del nazismo lo hizo muy feliz", tras recibir en el Vaticano a un grupo de alemanes de Freising, la ciudad donde lo ordenaron sacerdote en 1951.
El presidente de la Asamblea rabínica italiana, Giuseppe Laras, anunció ayer que no estará presente en la sinagoga de Roma, pero que la cúpula de los judíos romanos recibirán abiertamente al pontífice. Laras subrayó que está convencido de que el Papa quiere la continuidad del diálogo entre ambas creencias. En tanto, el secretario de la comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo, Norbert Hofmann, aseguró que la "visita del Papa es una señal visible para superar los malentendidos".
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